Gran Turismo Sport

Gran Turismo se lanzó en 1998 para la primera PlayStation. Fue un juego pionero, que sentó las bases para uno de los géneros más interesantes de la década y que, hasta hace poco, la obra de Polyphony Digital y su director, Kazunori Yamauchi, han sabido liderar con mano de hierro durante mucho tiempo. Aunque en el lanzamiento original de Gran Turismo no existían los Forza de Turn 10 o Project CARS de Slightly Mad  Studios, estos han tardado años en reclamar el trono del automovilismo, pero por suerte o desgracia, ocurrió. Los mejores años fueron los de los cinco primeros Gran Turismo, sobretodo el primero, el tercero y el quinto. Esos fueron los que también escogió Kazunori Yamauchi en la Barcelona Games World en su presentación de GT Sport, pero, según él, esa lista era hasta el lanzamiento de su última obra, que ahora se posiciona como la mejor de toda la saga, según su opinión. ¿Será este el mejor Gran Turismo de la historia? Veámoslo, aunque no estamos del todo seguros.

El alma de Gran Turismo

Gran Turismo siempre se ha caracterizado por unas entregas muy ambiciosas y de un nivel de fidelidad muy alto, y esto no falta en Gran Turismo Sport, aunque a medias. Empecemos por lo que, a priori, más a molestado a los seguidores de la saga y fans del género en general: la cantidad de coches y circuitos. En Forza Motorsport 7, su eterno rival, tenemos más de 700 coches, una burrada comparado con los 162 automóviles de GT Sport. Pero el problema no es que pierda en número frente a la competencia, es que Gran Turismo 6 tenía más de 1200 vehículos, todo un arsenal que se ve reducido de forma muy exponencial en esta entrega. Lo mismo con los circuitos, donde tenemos 22 (cuando Gran Turismo 6 tenía 117), que acaban sintiéndose algo repetitivos en caso de echarle muchas horas. Pero esto, entendemos, tiene un porqué: la focalización online del título. Gran Turismo Sport quiere transmitirnos y contagiarnos la deportividad y competitividad de la conducción, y ahí es donde entra en juego su fuerte. Podemos entender, entonces, que haya un menor número de coches para que sea más fácil de dominar el juego de cara a las competiciones en línea, pero es más una suposición que no salva lo poco justificable: la falta de vehículos y circuitos. Aún con estas faltas, la conducción y navegación por el juego, así como las sensaciones al jugarlo siguen siendo las mismas que en toda la saga, es un Gran Turismo y su alma sigue intacta.

El olvidado modo de un jugador

Gran Turismo siempre se ha caracterizado por ofrecer una cantidad ingente de contenido en todas sus entregas, hasta en el primer Gran Turismo con la anciana PlayStation parecía ser un juego casi infinito comparado con la maquina en la que se ejecutaba. Uno de los motivos que alimentaba esta sensación era el modo GT, o el modo carrera, en el que ir abriéndote paso hacia el podio automovilístico a través de múltiples desafíos, carreras y campeonatos. Además, jugaba con la ventaja de que muchos estaban recreados de forma fidedigna a la realidad (como las 24 horas de Le Mans o NASCAR) y te hacía sentir como un piloto rozando las puertas del Olimpo de la conducción. Pero todo esto no está presente en Gran Turismo Sport.

Gran Turismo Sport

En una decisión bastante cuestionable, por no decir inexcusable, y sin precedentes, que tanto Kazunori Yamauchi como Polyphony Digital han intentado paliar con sus declaraciones, pero lo cierto es que es una decisión difícil de justificar. Por un lado, encontramos que una amplia mayoría de juegos están centrando sus esfuerzos en la vertiente multijugador, ya sea por intentar llegar a una gran audiencia con los eSports o por crear ese juego como servicio en mente. Esto último, el que un juego esté pensado como un servicio, es un punto importante y algo que ha llevado a la polémica a muchos de los lanzamientos actuales. El que un juego esté pensado como un servicio significa que su vida, en teoría, se puede alargar con la cantidad de contenido que se vaya lanzando desde la desarrolladora y cuanto ellos crean necesario. El problema de esto es cuando tenemos en consideración que el que sea un servicio depende de una infraestructura online y que, si el juego (y por ende, el «servicio») no funciona, este acabará cerrando. Muchos de los juegos actuales sin conexión a internet no son nada, directamente no funcionan, y en el caso de Gran Turismo Sport sí que funciona sin conexión, pero podríamos decir que el 10% del juego.

El hecho de que el modo Gran Turismo no esté presente hace que, el modo campaña incluido, sepa a poco. Pero no solo sabe a poco, si no que parece algo incluido a la fuerza para intentar contentar a los que no siempre tengan una conexión disponible. Aunque tampoco. El único modo que podremos jugar sin conexión será el modo Arcade, dónde hacer carreras libres contra la IA, contrarreloj, etc. La IA en este caso es más bien suave, no se siente muy agresiva y, aunque obviamente presenta dificultad, no se encuentra nada exagerado. En el modo campaña nos encontramos tres modalidades: Escuela de Conducción, Retos de Misión y Experiencia en Circuitos. En el primero, nos encontramos un apartado muy didáctico y, probablemente, de los mejores tutoriales de un juego de conducción. La progresión es constante y hace que tengas ganas de retarte a ti mismo para conseguir el oro. Por otro lado, los Retos de Misión son las claves para enfrentarnos a las carreras online, es decir, aprender a usar el rebufo, frenadas, derrapes, etc. Por último, Experiencia en Circuitos nos propone aprender cada centímetro de las 22 pistas que tenemos en GT Sport, también desde un puesto de vista didáctico, pero mucho más competitivo en este caso. Todo el modo campaña está enfocado a aprender y dominar GT Sport, que si bien no es una tarea fácil, también puede resultar frustrante para los más pro players del juego. Aún con esas, es una mera introducción de lo que nos espera, que no es otro que el músculo real y potente de GT Sport, su razón de ser.

El Olimpo competitivo de Gran Turismo

Si bien es cierto que hemos empezado enfocándonos en sus faltas, hay que argumentar y puntualizar un detalle importante comentado en anterioridad: Gran Turismo Sport está creado por y para el competitivo multijugador, para los eSports, y eso no es nada malo, es simplemente un punto de vista distinto al de los anteriores juegos. Ya con Gran Turismo 6 se le dio muchísima importancia a la vertiente online del juego, con multitud de eventos online alrededor del mundo y actualizaciones prácticamente mensuales de la comunidad jugadora. En Gran Turismo Sport se coge este testigo y se le da un empuje mucho mayor. Es cierto que el hecho de un enfoque 90% multijugador y 10% el resto hace que se dejen muchas cosas detrás, no es algo que no hayan hecho otros juegos anteriormente, y sirve más como un spin-off de la saga que enfoca sus esfuerzos en un juego como servicio y el competitivo. Una de las grandes ramas de Gran Turismo (y ejemplo de la pasión de Yamauchi por la conducción) es GT Academy, la academia de pilotos creada junto con Nissan. Gran Turismo siempre ha buscado acercarse lo máximo posible a la conducción real, a la competición real, al sentimiento de un conductor a los mandos de un volante a más de 200 km/h, y probablemente GT Sport sea la representación de ese sueño de Polyphony y Yamauchi.

Análisis de Gran Turismo Sport, el retorno de la mítica saga de conducción

Primero de todo, nos encontramos con un «certificado de buen conductor» que deberemos adquirir viendo dos vídeos de YouTube en el juego y así, como si de un manual de buenas prácticas se tratara, hagamos juego limpio. Esto es, sin duda, una declaración de intenciones para apostar por un juego fluido, sin trampas y lo más limpio posible. Es cierto que en los últimos años hemos visto un aumento de trampas en numerosos juegos online, y Polyphony nos quiere dejar claro que lucharán en contra de ello explicándote que se debe hacer y qué no. Una vez hecho esto, y dándonos cuenta de que lo que piden es un poco imposible a gran escala, entramos de lleno en el modo multijugador. Se nos puntuará con un índice de deportividad (S, A, B, C, D o E). Aquí el equipo de Yamauchi ha apostado por un índice que ordenará a los jugadores por categorías y, quien acate las normas, jugará con quien también las cumple. Mientras que los más traviesos, jugarán entre ellos. Esto implica que, quien quiera sentir y jugar de una forma verdaderamente competitiva deba acatar todas y cada una de las normas del juego.

El resultado de todo esto es un online muy, muy sólido, que es divertido y sobretodo, competitivo. También hay que apuntar que en este juego, Gran Turismo pierde un poco su seña de identidad en el multijugador para poner por encima la ardua tarea de las penalizaciones o recompensas según el comportamiento del jugador. No es algo que no se haya intentado antes, pero el paraguas de Gran Turismo es muy amplio y de larga trayectoria como para no crear una notoriedad mucho mayor en la industria con este tipo de decisiones. La categoría Sport, su principal modo online, nos tendrá preparado un montón de contenido competitivo. Desde ligas en las que competir hasta a campeonatos oficiales creados por marcas y pilotos, todos con su calendario oficial y regulado y será donde encontremos a los jugadores más experimentados y profesionales. Por otro lado, también nos encontramos las Salas, donde podremos crear tanto partidas privadas como públicas y jugar con amigos, o sin, configurando nuestras carreras como nos venga en gusto.

Análisis de Gran Turismo Sport, el retorno de la mítica saga de conducción

La apuesta por Gran Turismo Sport es a largo plazo, puesto que el podo Sport es el que más alimenta esta rama de competitividad que quiere profundizar el juego de Yamauchi. Los conductores serán puntuados con una clasificación de piloto donde se medirán las victorias y derrotas, así como nuestro comportamiento. Esto hará que se vaya dividiendo a la comunidad según estilo de juego y el ratio de carreras ganadas y perdidas, haciendo que sea mucho más estable y equilibrado. En general, es un sistema online con unos muy buenos cimientos dónde Polyphony Digital debe crear una experiencia fluida, divertida, competitiva y que, también, esté al lado de su comunidad y jugadores. Al fin y al cabo, este Gran Turismo sirve de entrada a los eSports, algo que hacía falta en la saga. Además, en un acuerdo con la FIA (la Federación Internacional del Automovilismo), los mejores jugadores profesionales de GT Sport, podrán saltar a la competición real.

Gráficamente excelente, pero no el mejor

El apartado audiovisual de Gran Turismo Sport es algo que ha llevado a la controversia a muchos jugadores y seguidores del juego. Aunque cueste entender el porqué, es muy sencillo: se esperaba algo más. Gráficamente es espectacular y nadie lo puede negar, el modelado de los coches o los entornos es excelente y en PS4 Pro luce aún mejor. En esta consola, además, podemos escoger entre un modo de fluidez o priorizar calidad visual. Si seleccionamos fluidez, el juego siempre irá a 60 fotogramas por segundo, sea la pantalla partida o las espectaculares repeticiones. En caso contrario, si escogemos la calidad visual, el juego se mostrará a 4K dinámico y sólo las carreras irán a 60 fotogramas, quedándose las repeticiones en 30fps. Siempre con una fluidez de 60 fotogramas por segundo y que hasta en la PlayStation 4 original quita el hipo en muchas ocasiones.

Los coches han sido modelados de manera realista, centímetro a centímetro, y eso es algo que llama la atención a primera vista. Tanto en interiores como exteriores, los coches lucen de una forma sencillamente brutal y que, unido al modo foto con exteriores reales, hace que la línea de lo real y virtual se vea algo borrosa en ocasiones. La banda sonora, así como el sonido de los motores es también de elogio y está a la altura de lo visto en otros juegos como Forza Motorsport 7. Pero aunque todo el aspecto visual y sonoro sea excelente, tiene una gran pega que su competencia directa a sabido aprovechar muy bien: los cambios climatológicos

Gran Turismo Sport no tiene ningún tipo de cambios de climatología y es que, todas las pistas tienen una hora e iluminación configuradas y de ahí no cambia. Si que hay nieve, o lluvia, pero todo viene preconfigurado y no hay ningún dinamismo en estas. Esto juega tanto a favor como en contra. Por un lado a favor, ya que la iluminación en ciertos casos puede verse de forma más realista que en Forza Motorsport 7, pero en general se ve demasiado estático para lo que nos ha acostumbrado el título de Turn 10 u otros competidores. En cuanto a la interfaz del juego, es algo de especial mención. La interfaz está cuidada al milímetro con multitud de detalles y un minimalismo precioso. Esto es algo típico de los Gran Turismo y en GT Sport no podía faltar. Cuenta con detalles como un museo de cada marca donde ver los hitos de su historia, o poder ver datos históricos en el menú principal, como el lanzamiento de Windows, la creación de Toyota o la entrega de un premio Nobel. Lo mismo con la interfaz en carrera, que ha mejorado mucho la propuesta de anteriores entregas y nos da mucha información y ayuda de una manera muy intuitiva.

Análisis de Gran Turismo Sport, el retorno de la mítica saga de conducción

GT Sport puede ser la antesala de algo mucho mayor

Una sensación que se repite en todo el juego es que es una entrega «menor» dentro de la saga. Aunque Yamauchi asegure que para él es el mejor Gran Turismo de todos, la falta de contenido en la campaña y menor número de coches hace que no esté del todo clara esa afirmación. Eso mirándolo desde la perspectiva de comparación con otros Gran Turismo. Mirándolo desde un punto de vista de juego único y basándonos en su espíritu y persecución de la competición, entonces sí podríamos decir que es de lo mejor del mercado y de los mejores Gran Turismo. GT Sport promete lo que cumple y su motivo de existencia lo abarca plenamente, pues es un juego basado en la competición pura y dura. Viéndolo desde ese punto de vista, en el que prima la competición y la conducción profesional mezclándose con los eSports es cuando te das cuenta de para qué y por qué está hecho este Gran Turismo, y porqué su creador afirma que es el mejor.

Probablemente sea el juego de la saga que mejor cumple sus promesas y el más transparente con la comunidad y los jugadores: esto es pura competición, así es GT Sport. Por eso, el componente multijugador tiene tanta importancia, se trata de una criba constante por el podio de Gran Turismo con jugadores de todo el mundo, una experiencia online que es muy ambiciosa y a largo plazo, pero que está respaldada por uno de los mayores juegos de conducción de la historia. Obviamente, desde el punto de vista del modo sin conexión y para el jugador que quiera un modo campaña donde progresar como piloto y su personaje, es una entrega muy corta y que juega unas cartas más bien simples y poco llamativas que, al contrario que Forza Motorsport 7, no destaca en su modo campaña en absoluto. Este es un juego online en creación e intención, y eso es muy solido. De hecho, según lo que hemos podido probar del online en Forza Motorsport 7 y en Gran Turismo Sport, este último goza de una experiencia mucho mayor, pero, de nuevo, está enfocado a ello. No podemos olvidar hablar de la conducción, que se siente muy fiel, responsiva y cómoda, al puro estilo Gran Turismo.

Esta es una de las señas de identidad que no pierde, su conducción, a veces salvaje, otras más benevolente. Si en Forza Motorsport 7 alabábamos la escalabilidad y facilidad de control para todo tipo de usuarios, GT Sport no lo es tanto, es más dura e incontrolable, pero ahí reside también su gracia. No es un juego para todo el mundo, es un juego para competidores, para gente que quiera librarse cara a cara con una comunidad entera de conductores. Obviamente hay lugar para los más arcade (como yo), que quieran simplemente jugar unas partidas por diversión. Pero aún así, GT Sport hace que te tomes el juego de una forma más seria que de costumbre, por el simple hecho de disfrutarlo online. El modo más fácil es quizás, demasiado fácil. El moderado sería el más ajustado a todo tipo de público, aunque con algo más de práctica, y el modo experto, es, lo que es, conducir de manera salvaje un Cavallino Rampante a más de 250 km/h.

Análisis de Gran Turismo Sport, el retorno de la mítica saga de conducción

Este juego hace que, los que somos más del modo campaña y de ascender a un podio en el modo GT, queramos esperar mucho, muchísimo de un Gran Turismo 7. Polyphony Digital y Kazunori Yamauchi lo han hecho otras veces, con sus lanzamientos «Prologue» donde probaban diferentes ideas aún sirviéndonos un juego completo. Esto podría ser la antesala a un Gran Turismo verdaderamente perfecto, con un modo campaña a la altura de los mejores y un multijugador arrebatador que sea tan competitivo como este. Hay trabajo, mucho, por delante. Forza Motorsport ha cogido la delantera y en muchos ámbitos es superior, no sólo en números. Es cierto que el público objetivo y final de ambos es diferente, Forza lo abarca todo, mientras que Gran Turismo Sport intenta hacerse con el mercado competitivo, pero no deberían dejar de lado su pasado, o se lo podrían arrebatar finalmente y de un plumazo.

Se agradecen inclusiones como la pantalla partida en modo local o el apoyo a la realidad virtual con PlayStation VR (aunque de forma bastante limitada), pero no ayudan a empujar a esos jugadores que busquen una verdadera experiencia automovilística de un jugador. Finalmente, habría que añadir que probablemente ciertos aspectos y detalles concretos del juego han faltado en este análisis, pero después de poder probar el juego durante muchas horas así como el contacto que mantuvimos en la Barcelona Games World o las sucesivas declaraciones de Yamauchi, nos han llevado a hablar de lo que mejor vende esta entrega, la mejor embajadora de cualquier juego, se podría decir: la experiencia al jugarlo.

La experiencia es un juego competitivo online, un CS:GO, League of Legends, Overwatch o ARMA, pero en automovilismo. Es patente el cuidado y mimo con el que se ha creado este juego, lleno de todo tipo de detalles y sin falta de ningún aspecto que puedan echar de menos los jugadores más competitivos. Por supuesto, es muy criticable la cantidad de vehículos, pistas o cómo han acabado realizando el modo un jugador, pero la experiencia que te llevas al jugar a este juego (dejando de lado momentáneamente el contenido incluido) es que es una conducción competitiva, sin miramientos ni segundas oportunidades, salvaje y mirando de tú a tú a los jugadores más profesionales, retándolos. A esos jugadores que levan años jugando a Gran Turismo o similares, como si fuera la hora de la verdad donde demostrar sus habilidades adquiridas durante años. Es un juego online, un grandísimo juego competitivo de automovilismo online. Y mientras avanza en el tiempo, yo iré esperando, esa séptima parte que me reconcilie con mi otro yo que echa de menos un modo GT, coleccionar una cantidad ingente de coches o viajar por cientos de circuitos de todo el mundo. De momento iré esperando, sólo espero que la competencia no me entre con mucha… forza.

Gran Turismo Sport

8.2

Jugabilidad

7.5/10

Gráficos

8.5/10

Sonido

8.5/10

Pros

  • Gráficamente sublime
  • Conducción realista y mítica de la saga
  • Online excelente

Contras

  • Poco contenido, pocos coches y pistas
  • Su enfoque online hace prescindir de demasiadas cosas sin conexión
  • La falta de el modo GT no es entendible
  • Falta de evolución gráfica en la climatología
Sobre El Autor
Eric Herranz
Editor de videojuegos y tecnología en OneTech.