Recientemente, EISA otorgaba el premio a mejores auriculares en relación calidad precio a los Sennheiser HD 550 en la categoría de Best Open Headphones 2025/2026, unos auriculares que la compañía nos ha enviado para que pudiéramos probarlos durante unas semanas y comprobar por nosotros mismos los motivos tras este premio.
Con estos auriculares abiertos lo que se busca es llegar a un público que busque sobre todo calidad de audio, dejando de lado nada que pueda enturbiar su sonido. Aquí se quiere ofrecer un audio donde no se requiera de un gran procesado detrás, ni cancelación de audio que nos aísle, ni conexión bluetooth que nos libere de cables. La puesta es muy distinta, ya que se prima sobre todo el audio, optando por un uso cableado y por un sonido equilibrado para audiófilos.
Unboxing
Los Sennheiser HD 550 nos llegan en una caja donde prima el negro, con un diseño frontal donde los auriculares reposan sobre una base blanca y un fondo negro, imagen que se despliega hacia los laterales. Tenemos una línea azul que es el reflejo del color de la base, dando un toque de color al empaquetado.
En el frontal solo tenemos el nombre de los auriculares y una descripción de su formato, junto con una frase que es toda una declaración de intenciones: “Experimenta detalles más profundos en tu música y juegos con bajos impactantes y agudos precisos”.
Si nos vamos a la parte trasera, la marca nos da algunos detalles de lo que nos ofrecen los Sennheiser HD 550, como la frecuencia de respuesta de 6 Hz a 39.5 kHz que ofrece sus transductores con una impedancia de 150 ohmios. Mientras que uno de los laterales se deja vacío, el otro detalle tanto el contenido de la caja, como las especificaciones técnicas de los auriculares.




Los Sennheiser HD 550 nos llegan dentro de una bolsa de transporte de acabado textil de color negro, con un sencillo cierre que nos va a permitir transportarlos sin que se ensucien, ya que lo cierto es que protección física ofrece poca.
Dentro de esta bolsa encontramos los Sennheiser HD 550 en color negro y con su cable de acabado plástico que termina en un conector jack de 3.5 mm. Este cable de 1.80 metros es suficientemente largo como para que lo conectemos a nuestro equipo y podamos sentarnos en una silla o sofá a disfrutar de la música, ofreciendo un comportamiento flexible que no se enreda ni coge forma, lo que permite que podamos guardarlo enrollado y luego podamos extenderlo sin que queden curvas raras.
Decir que lo cierto es que de su caja sacamos los Sennheiser HD 550 con un conector de 6.35 mm, ya que Sennheiser ha incluido un adaptador jack de rosca de 3.5 a 6.35 mm, el cual viene ya preinstalado. Un detalle de agradecer para quienes quieran usar los auriculares en equipos, DAC, amplificadores u otros equipos con conectores clásicos de 6.35 mm
Sennheiser HD 550, especificaciones:
- Peso: 237 gramos
- Formato: Circumaural abierto cableado
- Longitud del cable: 1,8 m
- Frecuencia de respuesta: 6 Hz – 39.5 kHz
- Nivel de presión sonora: 106.7 dB (1 kHz / 1 Vrms)
- Impedancia: 150 Ω
- Distorsión armónica total (THD): <0.2% (1 kHz / 90 dB SPL)
Formato abierto para un sonido más natural
Sennheiser apuesta con estos auriculares por un formato abierto, el cual deja pasar el sonido de forma que no se generan ningún tipo de resonancia y se permite un sonido más limpio y con un escenario más realista.
El formato abierto sigue siendo el más apreciado por los puristas, para aquellos que buscan un sonido más realista, como si estuviéramos sentados en una silla frente a una orquesta. El sonido no nos llega encapsulado, sino que se expande, lo que hace que la experiencia sonora sea muy distinta a la que tenemos con unos auriculares cerrados. Eso, sí, conlleva que el sonido también es apreciable por quien nos rodea y, por supuesto, nosotros escuchamos el ruido que hay en nuestro entorno.
Este diseño abierto se logra con unas copas cuyos exteriores constan de una rejilla, que no es solo un añadido estético, sino que dejan pasar el aire y sonido a través de ellos.
En la parte interna de estas copas encontramos unas almohadillas de acabado afelpado, suaves al tacto y que se adaptan bien al contorno de la oreja. Dentro de ellas podemos ver una suave película de tela extremadamente fina, a través de la cual vemos la parte externa de sus transductores.
El formato de tipo diadema de los Sennheiser HD 550 se apoya sobre una parte interna acolchada en la parte superior, la cual está recubierta con cuero sintético de alta calidad, dejando en los laterales un sistema de ajuste que permite ampliar el diámetro de la diadema.
Si bien es cierto que el material que más vemos es el plástico, no menos cierto es que este se ve resistente y firme, de forma que tenemos la sensación de un producto duradero.
Tanto por su diseño como por su poco peso de solo 237 gramos, los Sennheiser HD 550 se sienten extremadamente cómodos al llevarlos puestos. Además, su formato abierto hace que sea más fácil llevarlos durante mucho tiempo, con una menor fatiga auditiva y sin que tengamos la sensación de que nuestras orejas se están cociendo dentro de las copas.
Calidad de sonido
Los Sennheiser HD 550 quieren competir tanto en calidad de sonido, como en el realista del mismo. La marca tiene una reputación y quiere seguir haciendo honor a esta.
Como bien dicen desde la compañía, actualmente la mayoría de auriculares del mercado dependen de la electrónica para ofrecer un audio de calidad. En el caso de los Sennheiser HD 550 lo que tenemos es un sonido que nos llega directamente de la señal analógica desde la fuente, por lo que si esta es de calidad, el sonido que nos llegará será tan puro como nos lo pueda ofrecer la fuente.
Con los Sennheiser HD 550 la compañía ha usado unos transductores que ellos mismos fabrican en sus instalaciones de Irlanda, los cuales nos ofrecen un sonido de una gran calidad, algo que he podido comprobar. Estos transductores ofrecen una frecuencia de respuesta de entre 6 Hz y 39 kHz, con una impedancia de 150 ohmios y una distorsión armónica inferior al 0.2%. Con ello, y un equipo adecuado, deberíamos de obtener un audio de gran calidad.

Un detalle a tener en cuenta es como la compañía ha cuidado los detalles, no solo en la construcción de sus transductores, sino incluso como los ha colocado. Sennheiser ha inclinado hacia atrás estos transductores de forma que apunten directamente hacia el canal auditivo, de una forma que imita como recibimos el sonido en la vida real. Lo ha hecho tapando estos con una fina cubierta antipolvo para cuidarlos, pero asegurándose de que estas es acústicamente transparente y no pueda enturbiar el sonido. También ha colocado de forma estratégica algo de espuma para que mejorar los agudos y controlar los graves, siempre en busca de un sonido neutro donde cada frecuencia tenga la posición que debe.
Cuando nos ponemos a escuchar música con los Sennheiser HD 550 vemos como todos estos detalles cobran sentido, sobre todo en la música orquestal. Reconozco que soy fan de la música de orquesta y no hay nada comparable a la experiencia de un concierto en vivo en una sala o auditorio, sin embargo, los Sennheiser HD 550 son de los auriculares que más me han hecho disfrutar con este tipo de música. Aunque donde realmente he podido disfrutar es los directos, sacando a relucir una de mis joyas, un CD que en su día me regaló el gran Antonio Vega de uno sus directos.
La calidad de sonido de estos auriculares explican sobradamente el premio de EISA, con un escenario natural donde los agudos brillan por su limpieza y detalla, pero que no lo hace menos en la zona de los graves, en este caso además con una buena pegada. Me ha gustado sobre todo como tratan las voces estos auriculares, sonando de una forma muy natural.
Conclusiones y opinión
Con un precio de 299.90 €, para los más neófitos pueden parecer caros si pensamos en que por no tener, no tienen ni aplicación, ni ecualizador, ni nada de las cosas que solemos pedir a unos auriculares premium normalmente. El motivo es que no es eso lo que quieren ofrecer, ni por asomo. Los Sennheiser HD 550 van por otro camino y lo que buscan es calidad de sonido, pero que además este suene lo más realista y natural posible, sin injerencias de software ni procesados que puedan manchar el sonido.
Su diseño de bajo peso y gran comodidad, se ven acompañados de un sonido realmente muy bueno, muy equilibrado y detallado. Lo hacen con un audio de los que nos invitan a buscar los detalles, las notas que con otros modelos se nos pasarían. Son de esos auriculares que solo nos hacen echar de menos un equipo mejor con los que poder sacarle todo el provecho y que hacen que le demos el sello de producto destacado.
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