A la hora de comprar mi Xbox Series X el contar con 1 TB me parecía más que suficiente espacio de almacenamiento como para no tener que preocuparme. Sin embargo, la experiencia me ha demostrado que a poco que seas de tener varios juegos instalados, de repente te ves con que tienes que andar instalando y desinstalando juegos cada poco tiempo. En estos momentos es cuando cobra sentido pensar en ampliar el espacio de almacenamiento.
Hasta hace no mucho ampliar la capacidad de almacenamiento de las Xbox Series X|S pasaba por adquirir una tarjeta de expansión de Seagate, lo que no salía precisamente barato, o adquirir un disco externo, con la consiguiente perdida de rendimiento. Por fortuna con el paso del tiempo las opciones se han ampliado y hoy probamos para vosotros la nueva WD_BLACK C50 para Xbox de Western Digital, una tarjeta de expansión compatible con Xbox Series X|S que nos llegan en dos versiones y con un precio que la hacen una opción de compra muy atractiva.
Gracias a Western Digital hemos podido probar el rendimiento de la WD_BLACK C50 en nuestra Xbox Series X, concretamente en el modelo de 512 GB, aunque también lo encontramos con 1TB de capacidad. Tras un par de semanas probándolo, ahora os contaremos como ha sido la experiencia y os diremos si es o no recomendable su compra.
WD_BLACK C50, especificaciones:
- Medidas: 55.6 x 31.6 x 7.7 mm
- Peso: 25 gramos
- Interfaz: XBOX Expansion Slot
- Capacidad: 512 GB / 1 TB
- Compatibilidad: Xbox Series X|S
- Garantía: 5 años
Unboxing
Como es norma comenzamos esta review desde el mismo momento en que nos llega la tarjeta de expansión, algo que hace en una caja de pequeñas dimensiones y con un combinación de colores de negro y el verde que sirve para identificarlo como un producto para Xbox.
En su parte frontal la caja que contiene la WD_BLACK C50 nos deja ver su diseño con una imagen del dispositivo, el nombre del mismo y la capacidad de almacenamiento, 512 GB en nuestro caso. También luce el sello que le identifica como producto certificado como Diseñado para Xbox y un segundo sello en el que nos indican que con él nos regalan una suscripción de un mes a Xbox Game Pass Ultimate.
En la parte trasera del empaquetado nos dan algunas especificaciones del dispositivo y del contenido de la caja, el cual cuando la abrimos descubrimos que la tarjeta de expansión WD_BLACK C50 viene protegida por una base de plástico junto con el habitual folleto de seguridad, una tarjeta con el código a canjear para conseguir nuestro mes de Xbox Game Pass Ultimate y una mini guía de inicio rápido.
Diseño puramente WD_BLACK
Lo primero aclarar que no estamos ante un disco externo, si no ante una tarjeta de expansión especialmente diseñada para Xbox Series. Esto hace que su diseño tenga la interfaz personalizada compatible con las consolas de Microsoft, por lo que solo tendremos que conectarla en la ranura oportuna para que la consola la detecte y podamos comenzar a usarla.
Estamos ante una tarjeta que se divide en dos, con una parte donde está la tarjeta en sí y una cubierta que podemos usar para protegerla cuando no la tengamos conectada a la consola.
Al ser un producto Western Digital de la gama WD_BLACK, el diseño de la cubierta de la WD_BLACK C50 nos recuerda mucho a otros modelos de almacenamiento como la WD_BLACK SN850X, la WD_BLACK P40 Game Drive o la WD_BLACK AN1500. Esto es un diseño construido en plástico negro de acabado mate y de gran dureza, con una serie de franjas que le dan un aspecto de rodadura muy gamer y que personalmente me gusta mucho. A pesar de tener un peso de solo 26 gramos, se ve y se siente como un producto premium.
Al retirar la cubierta protectora de plástico duro, podemos ver el conector metálico de la WD_BLACK C50, en cuyo extremo de la tarjeta de expansión podemos ver la interfaz Xbox Expansion Slot que le permite acoplarse a nuestra consola.
La instalación es tan sencilla como conectar una memoria flash a un puerto USB, pero en este caso con la interfaz propia de Xbox. Para ello debemos buscar el puerto correspondiente en la parte trasera de la consola, en nuestro caso de la Xbox Series X, el cual viene identificado como Storage Expansion. Nos bastará con insertar la tarjeta, algo que solo es posible en su posición correcta, iniciar la consola y ver como esta ya reconocer la nueva unidad de almacenamiento.
Experiencia de uso
La diferencia entre usar una tarjeta de expansión certificada por Xbox y usar una unidad de almacenamiento externo es el rendimiento, algo que marca una diferencia abismal en la experiencia de uso. La WD_BLACK C50 al contar con la interfaz de Xbox es capaz de utilizar en su uso la tecnología Xbox Velocity Architecture, lo que viene a representar que su rendimiento es muy similar al que ofrece el propio almacenamiento interno de la consola. Es decir que podemos almacenar en ella nuestros juegos sin temor a que el iniciarlos desde ella representen un menoscabo de la experiencia.
Poder contar con una unidad de almacenamiento compatible con Xbox Velocity Architecture representa que no solo tenemos un rendimiento parecido al que ofrece la propia consola, sino que los juegos que instalemos en ella serán compatibles con funciones como la reanudación rápida, algo que marca la diferencia de la consola de Microsoft.
Nada más instalar la tarjeta de expansión a la consola está, al detectarla, nos pedirá que indiquemos si vamos a utilizarla solo en nuestra consola o en varias, lo que hará que cambie la propia configuración de la unidad y lo adapte en consecuencia. Escogemos la opción indicada para cada uno, que en mi caso al usarla solo en mi consola, marcamos la primera opción.
Podemos configurar la instalación de nuevos juegos para elegir donde queremos que se instale, pero también podemos mover algunos de los juegos que ya tenemos a nuestra nueva tarjeta de expansión. En mi caso tengo la consola petada con casi el 100% ocupado, por lo que decido almacenar en la tarjeta el juego más pesado, es decir Modern Warfare con Warzone y sus correspondientes descargas.
El proceso de pasar los 456 GB de los juegos de la consola a la tarjeta apenas me lleva unos 13 minutos, y es que la velocidad de transferencia entre ambos dispositivos es realmente buena.
Una vez instalados los juegos procedemos a ver como es el proceso de inicio, algo que hemos realizado no solo en el mencionado CoD, sino que hemos elegido una variedad de títulos para cuantificar como es el proceso y si este se ve penalizado por estar instalado en la tarjeta de expansión. El resultado en pocas palabras es que sí, iniciar o reanudar un juego desde la tarjeta es más lento, pero hablamos de unas cifras irrisorias, y es que en la mayoría de los juegos apenas notamos un aumento de un par de segundos.
Si nos olvidamos del cronometro lo cierto es que la diferencia entre jugar con un juego instalado en la WD_BLACK C50 nos da la misma experiencia que hacerlo desde la consola, algo que es justo lo que pido en un dispositivo como este.
Conclusiones
Pensar en ampliar la capacidad de almacenamiento de nuestra Xbox Series nos da pocas opciones si no queremos sacrificar el rendimiento. Descartados los SSD externos solo nos quedan las tarjetas de expansión, lo que reduce la batalla a escoger entre Western Digital y Seagate. En rendimiento la cosa está pareja, y mientras que el segundo gana en opciones, ya que contamos con unidades de hasta 2TB de espacio, el primero gana en precio.
La WD_BLACK C50 de 512GB que hemos probado tiene un precio de 99,99 €, lo que son 30€ menos que su rival, mientras que el modelo de 1TB tiene un precio de 149.99€, 65€ menos que la competencia. Con estas cifras y dado el rendimiento parejo, la recomendación de la nueva tarjeta de Wester Digital simplemente no admite comparación. Si lo que buscas en ampliar la memoria de tu Xbox Series X|S, a día de hora la opción más recomendable es la WD_BLACK C50.