Si bien Samsung lleva años dominando el mercado de los smartphones plegables, ya hacía tiempo que la competencia le había adelantado en algunos aspectos, siendo la más evidente de ellas el sistema de pliegue de su gama Galaxy Z.
Hasta hace no mucho los terminales de esta gama dejaban un amplio espacio de separación entre los dos lados cuando estaban plegados, repercutiendo también en un pliegue muy evidente en las pantalla cuando desplegábamos el terminal. Esto es algo que se quiso abordar en la última generación lanzada, siendo el Samsung Galaxy Z Flip5 que hoy analizamos un claro ejemplo de esta mejoría.
Si bien este es el aspecto más visible de la evolución de la gama Galaxy Z, no es desde luego el único, por lo que vamos a ver en que ha mejorado y que impresiones nos ha dejado el plegable de tipo concha de Samsung, o lo que es lo mismo, el nuevo Samsung Galaxy Z Flip5.
Samsung Galaxy Z Flip 5, especificaciones: |
Diseño Dimensiones: Plegado: 71,9 x 85,1 x 15,1 mm Desplegado: 71,9 x 165,1 x 6,9 mm Peso: 187 gramos Colores disponibles: Lavanda, menta, crema, grafito, gray, blue, green y yellow |
Software Sistema Operativo: Android 13 Capa de personalización: One UI |
Pantalla - Interna: LTPO Dynamic AMOLED 2x de 6,7 pulgadas Resolución Full HD+ de 2640 x 1080 píxeles Tasa de refresco variable hasta 120 Hz - Exterior: Flex Window 3.4 pulgadas Resolución: 748 x 720 Píxeles Tasa de refresco de hasta 60 hz |
Procesador Snapdragon 8 Gen 2 for Galaxy |
Memoria RAM 8 GB |
Almacenamiento 256GB / 512GB |
Cámaras traseras Principal de 12 MP con apertura f/1.8 Ultra gran angular de 12 MP con apertura f/2.2 |
Cámara frontal 10 MP con apertura f/2.4 |
Batería 3.700 mAh Carga rápida de 25W Carga inalámbrica |
Conectividad 5G |
Otros detalles Bluetooth 5.3 WiFi 6E Sensor de huellas lateral IPX8 |
Precio a partir de 1.209 € |
Tabla de contenido
- Unboxing
- Mismo diseño, pero con mejoras muy significativas
- Ahora si, totalmente plegable
- Pantalla externa más grande y práctica
- Procesador Snapdragon 8 Gen 2 «for Galaxy»
- Autonomía que sigue sin sorprender
- One UI con Android 13
- Cámara: más de lo mismo
- Samsung Galaxy Z Flip5, conclusiones
- Samsung Galaxy Z Flip5
Unboxing
Como viene pasando desde hace varios años, los terminales de gama alta de Samsung nos viene en un empaquetado que destaca por su poco grosor. El motivo es de sobra conocido y es que al no contener ya cargador, el espacio que se necesita se ha reducido considerablemente.
Une vez más nos encontramos con un empaquetado de color negro, con una imagen del modelo escogido en su parte frontal junto al nombre del dispositivo. Los coreanos buscan mantener ese aspecto de producto premium que no necesita presentación, por lo que se contentan con una estética minimalista y elegante.
Dentro de esta caja encontramos el Samsung Galaxy Z Flip5, un cable de carga y conexión USB C a USB C, los habituales folletos de guía rápida y seguridad, y la herramienta que nos va a servir para expulsar la bandeja donde insertar nuestra tarjeta nano SIM. Es decir, que vamos a necesitar adquirir un cargador si no tenemos uno ya en casa, algo por otro lado raro en cualquier hogar de hoy en día.
Mismo diseño, pero con mejoras muy significativas
El Samsung Galaxy Z Flip5 a primera vista mantiene un diseño muy similar a lo que ofrecían sus predecesores, pero que basta con mirar con algo más de detenimiento para darnos cuenta de que tenemos importantes novedades.
Finalmente los ingenieros de la marca coreana han hecho caso a las reclamaciones de los usuarios, mejorando dos aspectos fundamentales donde parecía que se habían estancado. Nos referimos lógicamente a la pantalla externa y al sistema de bisagras, las principales novedades en cuestión de diseño de este dispositivo.
A nivel de configuración de puertos y botones Samsung se ha mantenido fiel a su estilo, con un marco de aluminio que ha situado en la parte derecha tanto los controles de volumen como el de encendido y apagado, el cual una vez más tiene también la función de sensor de huellas, por lo que más que un botón es una pequeña depresión con función de botón.
Sus esquinas redondeadas hace que el Samsung Galaxy Z Flip5 plegado sea casi una presencia inadvertida en el bolsillo del pantalón, siendo este uno de los aspecto que me hacen decantarme por este modelo sobre el Galaxy Z Fold. Sus medidas de 71,9 x 85,1 x 15,1 mm hacen que dejemos de lado esa sensación de constante presencia de nuestro smartphone en el bolsillo cuando nos sentamos, siendo casi más parecido a llevar una billetera que un teléfono móvil.
Ahora si, totalmente plegable
Sin duda la principal mejora del Samsung Galaxy Z Flip5 es su nuevo sistema de bisagra, el cual por fin consigue que cuando pleguemos el terminal, ambos lados queden paralelos y sin dejar huecos entre ellos. Se acabo el «ojal» que teníamos en el Flip4 y sus predecesores, y es que ahora si podemos decir que el terminal se pliega por completo.
Poder mantener unidas ambas partes del teléfono no es solo una cuestión estética y es que se nota muchísimo como ahora el espacio del pliegue interior ya no es un recoge pelusas, evitando que la suciedad entre en él, con el posible riesgo de terminar dañando la pantalla y sobre todo evitando que al desplegar el teléfono tengamos una línea de porquería que delimitaba la zona del pliegue. Visualmente es una gran mejora, pero sobre todo lo es en el aspecto de ofrecer la sensación de un terminal más pulido y mejor construido.
Otra de las mejoras que aporta el nuevo sistema de bisagra del Samsung Galaxy Z Flip5 es que ayuda a reducir el pliegue de la pantalla interior, algo que hasta en el Flip4 seguía siendo muy evidente a la vista, pero sobre todo al tacto.
En este modelo nos es grato decir que se ha reducido considerablemente lo profundo del pliegue, que si bien aún se nota, ya no incomoda tanto en el uso. La forma más fácil de ver este pliegue es poner el terminal en oblicuo y con la pantalla apagada, siendo de esta forma como es más notable el pliegue. Sin embargo a la hora de usarlo se han reducido mucho los reflejos que provocaba el pliegue anteriormente, lo que hace que casi pase desapercibido a la vista, debiendo forzar la situación para verlo. Del mismo modo al tacto la sensación sigue estando presente, pero ahora de una forma mucho más disimulada, de tal forma que aunque perceptible, lo es de una forma mucho más sutil y llevadera.
El Samsung Galaxy Z Flip5 necesitaba un empujón para no perder la batalla frente a la nueva hornada de plegables tipo concha, algo de lo que la compañía era plenamente consciente y que ha solucionado de forma contundente, aunque sin que por ello podamos decir que sin margen de mejora. Algo que por cierto se puede aplicar a todos los plegables de este estilo y es que ninguno ha logrado aún una pantalla una vez desplegada quede perfectamente lisa.
Pantalla externa más grande y práctica
El primer Flip de Samsung dejó claro que el tamaño de la pantalla externa, o frontal como la llama la compañía, es directamente proporcional a su utilidad. A más pantalla más funcionalidad, por lo que en este generación se ha aprovechado mejor el espacio en la parte externa para meter una pantalla de 3.4 pulgadas, un tamaño que permite sacarle un mayor rendimiento y minimizar el uso de la pantalla interna.
Con una resolución de 748 x 720 píxeles y una tasa de refresco 60 Hz, no se trata de un panel impresionante, pero si muy cumplidor. Con el podemos acceder a las notificaciones, calendario, datos de seguimiento deportivo, etc., además de contar con una pantalla de inicio que ya de por si ofrece una amplia variedad de información.
Lo que ahora tenemos es una pantalla que hace que no necesitemos abrir el teléfono cada vez que queramos ver un mensajes o consultar algo, ya que en muchas ocasiones basta con consultar la pantalla externa. Sobre todo porque ya no se limita a un uso de los widgets, sino que se amplia a todas las aplicaciones instaladas.
Sin duda la mejora principal de esta pantalla es que ahora podemos activar el acceder a resto de aplicaciones, lo que si nos permite acceder a todas las aplicaciones instaladas, aunque no siempre con la mejor experiencia. Desde la sección de Labs podemos activar el acceder a las aplicaciones que tengamos instaladas, pudiendo iniciarlas de forma que se adapten al pequeño tamaño de la pantalla externa. Esto hace que en ocasiones no sea practico por el mismo tamaño de la misma, como a la hora de escribir un mensaje o un texto, pero desde luego es una gran mejora con respecto a la funcionalidad que teníamos hasta ahora. Se trata de un primer paso en un uso plenamente funcional de la pantalla externa, por lo que parece que en próximas generaciones su uso continuará ampliandose.
Donde el cambio ha sido menor es en la parte interna del Galaxy Z Flip5, donde su pantalla LTPO Dynamic AMOLED 2x de 6,7 pulgadas nos resulta muy conocida. En este caso la mejora viene dada por la disminución del pliegue más que en la evolución de la propia pantalla, pero que en definitiva lo que llega al usuario es una mejor experiencia de uso.
En este interior tenemos un panel con una resolución Full HD+ de 2640 x 1080 píxeles con una tasa de refresco adaptable de hasta 120 Hz. Como en modelos anteriores su formato de 22:9 hace que luzca más alargada que una pantalla al uso, pero es algo a lo que te acostumbras en poco tiempo.
En esta pantalla Samsung apuesta una vez más por mantener una configuración de perfil de color intenso, lo que hace que los colores se vean muy saturados y artificialmente vivos, pero que podemos corregir usando las opciones de configuración de la pantalla. Esto también es posible con la tasa de refresco, la cual podemos dejar en adaptable o bien dejar en modo estándar para bajarla a 60 Hz y así de paso aumentar la autonomía de la batería.
Samsung ha subido el brillo de este panel a los 1.750 nits, lo que se nota de forma considerable en exteriores, siendo ahora una delicia poder usarlo en la calle sin tener problemas de visión, algo que además se acompaña de que ya no tengamos el problema de reflejos que antes provocaba el pliegue tan marcado. Esto claro está, siempre que hablamos de verla en perpendicular, ya que cuando la inclinamos es hace imposible no ver su pliegue.
Procesador Snapdragon 8 Gen 2 «for Galaxy»
Para mejorar el rendimiento del Samsung Galaxy Z Flip5 Qualcomm ha vitaminado sus procesadores, creando una versión a medida para el plegable coreano. Así tenemos un procesador Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 con el apellido «for Galaxy», que no es otra cosa que una indicación de que se ha mejorado su rendimiento al subir su velocidad de reloj a los 3,36 GHz, siendo de 3,2 GHz en la versión normal, y mejorando el rendimiento de la GPU. A eso le tenemos que sumar una RAM de 8GB y almacenamiento en versiones de 256 y 512GB.
El resumen de este interior es que el Samsung Galaxy Z Flip5 tiene un rendimiento extraordinario, sin problemas de ralentizaciones o demoras al abrir o mover aplicaciones. Se trata de un terminal de gama premium y viene con un rendimiento acorde a ello, aunque no exento de alguna pega.
Hacer uso del Samsung Galaxy Z Flip5 es una delicia, pero por su propio diseño padece de algunas limitaciones. Se ve que el espacio disponible no ha dado para incorporar un sistema de refrigeración que consiga disipar de forma óptima el calor cuando forzamos la maquina, lo que conlleva que en ocasiones tengamos algún exceso de calor. Nada alarmante, pero si claramente perceptible.
Autonomía que sigue sin sorprender
La autonomía no es un punto destacado en la gama plegable se Samsung y los coreanos parece que se han contentado con lo que hay. Nuevamente volvemos a encontrarnos con una batería de 3.700 mAh, compuesta por dos módulos que se han separado para alojarse en ambos lados del dispositivo, algo que favorece su equilibrio, pero que también denota las limitaciones que impone este diseño.
Como ya hemos mencionado no contamos con cargador en el pack, por lo que para aprovechar las carga rápida de 25W debemos contar con un cargador que sea capaz de ofrecérnosla. Si no contamos con uno, toca pasar por caja y comprarlo. Eso sí, contamos con carga inalámbrica, lo que personalmente siempre es un plus que agradezco, a pesar de que la velocidad de carga se resiente considerablemente.
En la experiencia de uso, con la tasa de refresco adaptativa y un uso normal, el Samsung Galaxy Z Flip5 nos ha dado para alcanzar el fin del día sin mayores problemas, pero sin que podamos pedirle mucho más. En cifras hablamos de una medida de unas 4-4:30 horas de pantalla.
Los 25W de carga rápida se nos siguen antojando poco para este rango de precios, lo que lleva a que alcanzar una carga completa casi nos tome algo mas de hora y media. Al final he optado por el método tradicional de dejarlo cargando por la noche, algo arcaico a día de hoy en las gamas altas, pero que siempre es el método más efectivo de tener carga para todo el día.
One UI con Android 13
El Samsung Galaxy Z Flip5 nos llega con Android 13 bajo la capa One UI 5.1.1, sistema que la compañía usa para ofrecernos la habitual interfaz de Samsung, pero adaptada al formato plegable. Esto implica no solo el uso de Widgets personalizados para la pantalla externa, sino que también disponemos de adaptaciones de algunas aplicaciones para su uso «semiplegado». El ejemplo más destacado sigue siendo la cámara, pero también otras como puede ser Youtube. Así el propio terminal nos sirve como trípode, tanto para estabilizar el teléfono al sacar una foto, como para poder ver un vídeo sin tener que apoyar el teléfono en ningún lado.
One UI es una de las capas mas conocidas y reconocibles, destacando por su diseño y lo intuitiva que es, aunque en este caso tenemos algunas funciones «escondidas» tras el sello de estar en desarrollo, lo que hace que tengamos que buscarlas en Labs.
Al igual que usamos Google en muchos Android para gestionar el sistema de contraseñas, Samsung nos ofrece su propio sistema, algo que también se aplica a otros aspectos como la integración con Windows. Los coreanos quieren destacar ofreciendo funciones exclusivas y lo hacen con un software que incorpora un buen número de añadidos que no podremos igual con otras marcas.
El modo Flex es el dedicado por Samsung a mejorar la experiencia plegable y aquí sigue avanzando, aunque aún falta que los desarrolladores se unan y adapten aplicaciones de terceros, algo que por otro lado es igual para el resto de fabricantes con plegables en el mercado.
Cámara: más de lo mismo
En el apartado de las cámaras Samsung ha optado por mantener un perfil conservador, confiando en la misma configuración que encontramos en el Samsung Galaxy Z Flip4. Esto es una lente frontal de 10 megapíxeles que encontramos en la pantalla interior y dos lentes de 12 megapíxeles en la parte externa, siendo una de ellas un ultra gran angular.
Por supuesto tampoco encontramos novedades en la aplicación de cámara y es que resumen podríamos decir que estamos ante un clon del modelo anterior, tanto en números como en experiencia de uso.
Sin llegar a ser una crítica, ya que seguramente la mayoría de usuarios se contenten con los resultados, resulta algo llamativo la falta de ambición de Samsung en el apartado fotográfico del Samsung Galaxy Z Flip5 y es que parece que en este aspecto les está costando incorporar mejoras en los plegables de tipo concha.
Las dos lentes de 12 megapíxeles ofrecen unos resultados muy parejos, con un buen nivel de detalle pero un procesado agresivo que tiene a saturar los colores para darles un aire más llamativo, aunque poco fiel a la realidad. Esto es algo que se nota de forma más general que en el Flip4, lo que denota que se ha trabajado en ello, aunque parece que en vez de solucionarlo se ha optado por generalizarlo para que ningún color destaque sobre el resto
El modo retrato el procesado se hace más agresivo en los colores fuertes, por lo que no es raro que se aprecie un ligero tintado de la piel cuando el objeto en primer plano es una persona. Aquí Samsung ha trabajado en el postprocesado y con el podemos editar la fotografía para afinar el desenfoque o incluso cambiar el punto focal.
Lo bueno de contar con sensores similares es que cuando sacamos una fotografía en gran angular, el resultado es muy parecido en colorido y nitidez al que nos ofrece las fotografías 1x. Esto hace que no apreciemos una clara diferencia entre una fotografía con la lente principal y la sacada con el gran angular.
Cuando cae la noche el modo nocturno adolece del mismo exceso de procesado, el cual si bien logra contener el ruido, lo hace a costa de un toque artificial y una perdida de detalle.
Galería
Samsung Galaxy Z Flip5, conclusiones
El Samsung Galaxy Z Flip5 sigue un patrón de evolución «por tramos» que ya hemos visto en etapas anteriores. Es como si la empresa se centrara tanto en mejorar algunos aspectos, que dejase en el tintero el resto. En este caso esto se ha reflejado en una mejora del diseño, pantalla exterior más grande y un pliegue más disimulado en la interior. Por contra se estancan en aspectos como la batería o las cámaras, lo que hace que lo sintamos mas como una revisión que como una verdadera evolución.
Samsung ha buscado ponerse a la par de la competencia con una considerable mejora de su pantalla externa y un diseño que ahora si permite un cierre completo al plegarlo. Sin embargo esperamos más de una empresa que ha apostado mas que nadie en el mercado de los plegables.
Cambiar el procesador es algo esperable y lo de las pantallas ya era una necesidad, pero estas mejoras no deberían significar el conformismo en el apartado de autonomía y cámaras. Con todo tenemos un plegable que me sigue pareciendo la mejor opción en calidad-precio dentro del mercado de los plegables, pero que me deja la sensación de falta de ambición y conformismo por parte de Samsung.