Tras haber probado el Scuf Instict Pro para Xbox, ahora hacemos lo propio con el mando de la marca para PlayStation 5, el Scuf Reflex Pro. Lo hacemos además en la nueva edición Cascade perteneciente a la Summer Collection ’23, una serie de 12 diseños inspirados en los deportes al aire libre, seis para PlayStation 5 y seis para Xbox Series X|S en función de vuestra consola de preferencia.

Decir que hemos probado la versión sin personalizar y es que, a pesar de ser una edición especial, tal y como es costumbre en la marca se nos permite personalizar aspectos como el color de fondo, los sticks, la cruceta e incluso los gatillos. Por supuesto cada añadido supone en la mayoría de las ocasiones un plus en el precio, pero eso ya va en cuestión de gustos y preferencias.

Unboxing

Scuf nos hace llegar el mando en una caja que en este caso no está personalizada, es decir que se trata de un diseño base que no refleja el modelo que hayamos escogido o personalizado. Concretamente tenemos una envoltura de cartulina en color negro, destacando elementos como el logo de la marca o la conectividad dual en naranja, mientras que el blanco es el escogido para el nombre del modelo y la plataforma a la que está destinado como uso principal.

Si le damos la vuelta tenemos una imagen del mando tanto frontal como trasera, destacando una serie de características principales:

Cuatro paletas traseras reconfigurables que permite un total de hasta 12 acciones
Tres perfiles de configuración intercambiables
Conectividad inalámbrica y por cable
Sticks intercambiables con distintas formas y tamaños
Agarre de alto rendimiento antideslizante (Pro y FPS)
Gatillos instantáneos que se activan como un clic de ratón (modelo FPS).

En los laterales tenemos algo más de información, donde podemos ver que este mando no solo es compatible con PlayStation 5, sino que también podemos usarlo con Windows 10 y superior, Mac OS 10.15 y superior, además de con dispositivos Android e iOS mediante conectividad Bluetooth.

Al retirar esta cubierta de cartón nos encontramos con una caja de tipo cofre que se abre por la parte superior, dejando ver un estuche idéntico al que ya vimos en el Scuf Instict Pro. Se trata de un estuche que dada mi experiencia con su gemelo para Xbox puede decir que aguanta de forma destacada el paso del tiempo, con una estructura rígida que en su interior esta afelpado para proteger su contenido, mientras que el exterior cuenta con un acabado textil con el logo de la marca en su parte superior.

Junto con el estuche encontramos un cable USB C a USB A con acabado textil trenzado y una longitud de 1.8 metros. Con el que podemos conectarlo a la consola, sirviendo tanto para la carga como para usar el mando de forma cableada. También encontramos una tarjeta de garantía, un folleto de seguridad y un folleto informativo para que conozcamos el dispositivo que acabamos de comprar.

Scuf Reflex, el mando definitivo para PlayStation 5 - Análisis

Dentro del estuche tenemos el propio mando, pero también una pequeña bolsa que contiene un conjunto de stickers intercambiables: dos de acabado convexo y un largo estándar, y dos de un mayor largo.

Scuf Reflex , un “dualsense hormonado”

Scuf, marca perteneciente al grupo Corsair, ofrece tres modelos de este mando, con una versión base, el modelo Pro que hoy analizamos y que añade gatillos adaptativos junto al agarre texturizado, y un modelo FPS pensado para shooter y cuyos gatillos permiten una pulsación más rápida. En nuestro caso tenemos un mando con unas dimensiones de 160 x 60 x 66 mm y un peso de 280 gramos, con el cuerpo principal en un acabado gris y un faceplate con motivos en blanco y distintos tonos de azul y gris. Por supuesto estos colores y motivos varían en función del modelo y de cómo lo hayamos personalizado.

Basta un vistazo para darnos cuenta de que el formato es un calco del Dualsense de Sony, con la misma distribución de altavoz integrado, todos los botones y joysticks, aunque estos vienen rodeados de unos pequeños anillos antifricción en la base que ayudan a reducir el desgaste por el uso continuado.

Los botones no cuentan con ningún motivo, al igual que la cruceta, siendo todos ellos de un profundo color negro brillante, mientras que el botón de PlayStation se ha cambiado por uno redondo con un inicio de inicio como identificador.

SI le damos la vuelta comenzamos a ver la principal diferencia de este mando y es que en la parte inferior contamos con cuatro pulsadores personalizables, los cuales podemos mapear para adaptarlos a nuestra forma de jugar. Como os podéis imaginar el contar con estos pulsadores nos va a permitir competir con un plus de rendimiento, ya que su fácil acceso permite que podamos realizar un mayor número de acciones en menos tiempo.

Junto con los pulsadores tenemos un botón que nos permite cambiar de perfil de juego, identificando cada uno de ellos con un color: azul para shooters, verde para carreras y rojo para deportes. En función del perfil varía la configuración de las paletas, aunque si dejamos pulsado el botón de cambio de perfil podremos mapear estas paletas con solo pulsarla y pulsar sobre el botón queremos duplicar.

En la parte frontal del Scuf Reflex Pro contamos con un puerto USB, el cual podemos usar para cargar el dispositivo, pero también para jugar de forma cableada. Si optamos por la conectividad inalámbrica esta nos permite un alcance de hasta 12 metros.

Los gatillos en nuestro modelo son adaptativos, aunque para los que prefieran juegos de tipo Shooters les convendrían más el modelo FPS con sus gatillos rápidos de menor recorrido. Estos gatillos cuentan en la parte inferior con un agarre ligeramente texturizado para un mejor agarre, ofreciendo un diseño que nos recuerda al de la fibra de vidrio.

Como era de esperar mantenemos el puerto de audio de 3.5mm y junto a él los cuatro pines dorados que encontramos en todos los mandos de PS5 y que nos permite cargarlos usando una base de carga inalámbrica.

Una de las bazas del Scuf Reflex es su excelente ergonomía, en buena medida por el propio diseño, pero que se ve mejorado con unos agarres texturizados que nos ayudan en la sujeción a la hora de jugar, pero que además también se aprecia en los sticks, con un contorno con cierto relieve que hace que sean muy cómodos de manejar.

Para poder personalizar el mando de forma que se ajuste a nuestra forma de jugar, podemos cambiar los sticks, algo que se hace sin necesidad de herramientas. Para ello retiramos la parte inferior del cuerpo, la que en nuestra parte es de color gris, algo que se hace tirando desde uno de sus extremos y teniendo algo de cuidado ya que hay una especie de cuernos que se introducen en el contorno inferior del touchpad, siendo los elementos más delicados del proceso.

Una vez retirado el embellecedor solo debemos tirar de los sticks para retirarlos, colocar los nuevos y nuevamente poner el embellecedor en su sitio.

Como vemos es un proceso similar al que vimos en el Scuf Instinct Pro, pero en el modelo de Xbox se retiraba toda la cubierta superior, algo que dado el diseño DualSense no es posible en este modelo.

No podía faltar la iluminación y en el caso del Scuf Reflex la encontramos en el contorno del touchpad, funcionando como una suerte de indicador de estado y que como vemos es uno de los atractivos visuales del mando.

Experiencia de uso

En el mercado no es que haya un gran número de mandos que podamos decir que se equiparen a los Dualsense y aún menos los que podamos decir que los superan. En Scuf son especialistas en dotar a sus mandos de un alto rendimiento que les da ventaja competitiva que les hace ser los preferidos por muchos jugadores de alto rango

El Scuf Reflex tiene un diseño que basado en el concepto Dualsense añade una enorme variedad de opciones de personalización, algo que distingue a la marca del resto de competidores y que hacen que puedas tener un mando prácticamente único.

El sistema de palancas es tan eficaz como sencillo de personalizar, sin necesidad de software ni procesos complicados, permitiendo que tengamos tres perfiles que se amolden al estilo del juego que vayamos a jugar. Su colocación es impecable, permitiendo que sean accesibles con la yema de los dedos medio y anular, de forma que no tengamos que soltar el resto de los mandos para hacer unas acciones que en otros mandos si nos exigen, por ejemplo, soltar el stick.

Junto con las palancas tenemos en el Scuf Reflex unos gatillos que con su tacto ligeramente texturizado mejoran el agarre y que en nuestro caso mantienen el aclamado sistema adaptativo de Sony. Como detalle decir que comparando los mandos oficiales con los de Scuf, el sistema adaptativo se ve más fluido, mientras que la vibración que acompaña a cada disparo o acción se aprecia de forma más acentuada en el lado correspondiente del mando.

The Last of US, Spiderman o Gran Turismo 7 son solo algunos de los juegos que nos han permitido experimentar las capacidades de este juego en PlayStation 5, aunque también lo hemos probado en PC, tanto de forma cableada como inalámbrica. Aquí decir que via Steam hay varias parámetros que podemos calibrar o personalizar, incluyendo la iluminación LED.

Conclusiones

En general la experiencia con el Scuf Reflex ha sido la esperada, un mando premium que tiene mucho a su favor para que se convierta en nuestro mando de referencia tanto en PlayStation como en PC.

Scuf se centra tanto en el rendimiento como en la estética, punto donde es complicado encontrar una marca que te de tantas opciones de personalización incluyendo un modelo especialmente pensado para FPS. Si eres de los que les gusta de tener un mando exclusivo, algo que nadie más tenga en su escritorio, el Scuf Reflex es sin duda tu mejor opción.

Junto con sus gatillos adaptativos, las palancas inferiores marcan la diferencia al momento de jugar, más aún si lo hacemos en juegos multijugador donde iremos con mejores armas a la batalla. Una pequeña pega que le pongo es que no podemos cambiar las paletas, algo que me hubiera gustado que se hubiera incluido.

Por supuesto todo lo bueno que nos ofrece este mando tiene un precio y es que el Scuf Reflex parte de los 219,99€, algo que no es apto para todos los bolsillos y que no hace más que acentuar su carácter de producto premium.