Secretlab es conocida como la marca estrella en el desarrollo de sillas gamer, siendo la preferida por muchos de los jugadores y streamers más populares. Sillas como la Titan EVO son un referente en la industria, aunque la compañía no se limita a este tipo de muebles, ya que cuenta también con el que puede ser el mejor escritorio gamer del mercado: el Secretlab Magnus Pro. Disponible originalmente en color negro, hoy la compañía ha anunciado que lo lanzan en una nueva edición en acabado blanco.

Pure White MAGNUS Pro Collection

Secretlab se une a la nueva corriente de jugadores que quieren dejar atrás los habituales acabados oscuros relacionados con el mundo gamer, presentando una nueva colección en acabado blanco. La Pure White MAGNUS Pro Collection integra no solo el escritorio, sino toda una pleyade de accesorios con los que poder completar nuestro setup.

Pure White MAGNUS Pro Collection, el mejor escritorio gamer ahora en blanco

Desde el Secretlab MAGNUS Pro hasta un elevador de escritorio, pasando por el brazo para monitor o el organizador de cables. La nueva colección nos ofrece la oportunidad de montar un espacio de trabajo y ocio con todo el conjunto a juego. Además a esto se le une la colección de skins para sus sillas, nuevas tapas para el reposabrazos e incluso un cojín lumbar. Todo ello por supuesto en acabado blanco.

Pure White MAGNUS Pro Collection, el mejor escritorio gamer ahora en blanco

El escritorio elevable Magnus Pro cuenta con una estructura metálica de dos patas, ofreciendo un diseño en el que se puede esconder todo el cableado de nuestro equipo y accesorios. A este se le puede añadir una alfombrilla de polipiel de primera calidad a juego y el elevador de escritorio, el cual además es capaz de soportar el brazo para monitor de forma que tengamos un escritorio más limpio y pulcro.

La nueva colección Pure White de Secretlab ya está disponible en su tienda.

Sobre El Autor
Pedro A.
Editor Jefe, enamorado de mi familia y de la tecnología en cualquiera de sus formas, aficionado a la Sci-Fi y a mirar al cielo nocturno. Tratando de vivir la vida sin remordimientos.