Huawei sigue buscando nuevas formas de independizarse de tecnologías externas para no depender de nadie. Su último movimiento, tal y como informa Nikkei Asia, ha sido invertir 1.660 millones de dólares en la construcción de una enorme instalación en Shangai, la cual estaría dedicada por entero a la investigación I+D (Investigación y desarrollo) con el punto de mira puesto en lograr conseguir la independencia de los actuales fabricantes de chips.
Una de las mayores bazas que ha jugado Estados Unidos en su veto a Huawei ha sido privarle del acceso a tecnologías relacionadas con la construcción de chips, lo que provocó entre otras cosas que tuvieran que lanzar varios smartphones sin conectividad 5G. Para evitar este problema la compañía quiere desarrollar de forma independiente este tipo de tecnologías, lo que pasaría por convertirse en constructor de sus propios chips.
Las nuevas instalaciones de la marca quieren agrupar a un equipo de ingenieros de alta experiencia en el sector, provenientes de compañías reputadas como TSMC, Intel o Micron. Para ello se recurriría a altos incentivos, pero también a jornadas maratonianas en busca de resultados lo antes posible.
La nueva planta está ubicada en el distrito Qingpu, al oeste de Shanghain, en el mismo campus que alberga el centro de desarrollo de chips y la nueva sede de HiSilicon Technologies, la unidad de diseño de chips de Huawei.
Habrá que ver cuando consigue resultados la compañía, pero lo cierto es que a día de hoy las consecuencias del veto no han logrado plenamente su objetivo, ya que Huawei sigue siendo un peso pesado en el sector tecnológico, con una fuerte presencia en su país natal de forma que ha conseguido seguir manteniendo un musculo económico capaz de hacer frente a grandes inversiones como esta.