La gama Narzo dentro del catálogo de Realme representa la busca del equilibrio entre calidad y precio, ofreciendo un diseño atractivo en cuyo interior hay unas buenas prestaciones pero que sobre todo trata de hacerlo a buenos precios. Desde hace un par de semanas hemos podido probar el último lanzamiento de la compañía en llegar a España, el Realme Narzo 50, un terminal del que hoy os vamos a hablar y contar nuestra experiencia de uso.
Para conocer este terminal debemos saber que se trata de un dispositivo que a pesar de su espíritu modesto guarda alguna que otras sorpresa, incluyendo una pantalla a 120 Hz y un procesador destinado a satisfacer al público gamer. Aunque lo mejor es hacer un repaso de sus especificaciones para hacernos una idea de a que nos enfrentamos.
Realme Narzo 50, especificaciones: |
Diseño Dimensiones: 161,1 x 75,5 x 8,5 mm Peso: 194 gramos Colores disponibles: Speed Black y Speed Blue |
Software Sistema Operativo: Android 11 Capa de personalización: Realme UI 2.0 |
Pantalla IPS LCD de 6.6 pulgadas Resolución FHD+ de 2412x1080p Tasa de refresco de 120 Hz Muestreo táctil de 180 Hz Brillo 480 nits 96% NTSC |
Procesador MediaTek Helio G96 Mali-G57 MC2 |
Memoria RAM 4GB / 6GB LPDDR4x + hasta 5 GB virtual |
Almacenamiento 64 GB / 128 GB UFS 2.1 Ampliables vía tarjeta de hasta 1 TB |
Cámaras traseras 50MP f/1.8 5P lens 4X digital zoom 2MP Macro f/2.4 3P lens 4cm FF 2MP B&W Lens f/2.8 2P Lens |
Cámara frontal 16 MP f/2.05 |
Batería 5.000 mAh con carga de 33W |
Conectividad 4G / LTE |
Otros detalles Sensor de huellas en el lateral, Bluetooth 5.1, Conector de audio jack 3.5mm |
Precio 219.99 € |
Tabla de contenido
Un diseño atractivo y juvenil
El diseño es uno de los aspecto que primero nos llama la atención en el Realme Narzo 50. Disponible en azul (Speed Blue) y negro (Speed Black), en nuestro caso contamos con una unidad del primero. Con un cuerpo de plástico tenemos un dispositivo con unas dimensiones que llega a los 161.1 mm de alto y un grosor de 8.5mm, tamaño que hace que sea fácilmente manejable con una mano. A esto le ayuda el contar con un peso de 194 gramos, que sin ser de lo más ligero del segmento si está dentro de la media.
La trasera de este dispositivo cuenta con un acabado de líneas en diagonal inspirado en los coches de carreras que vienen a acentuar el color de fondo, el cual por cierto ofrece cierto efecto a la luz que le hacen aún más «resultón» y al que la marca ha dado el nombre de Kevlar Speed Texture Design. Incluso el módulo de la cámara cuenta con un resalte que mantiene el mismo color, aunque sin el tramado del resto. Se trata de un terminal enfocado hacia un público juvenil y Realme no duda en mostrarlo en su diseño.
Aunque la trasera se curva hacia los laterales, esto mantiene un diseño plano en todo su contorno, con excepción de la parte inferior que se curva ligeramente hacia dentro.
En el contorno izquierdo encontramos la bandeja para las dos tarjetas nanoSIM y la tarjeta microSD con la que podremos expandir su almacenamiento, además de dos botones con los que subir o bajar el volumen. Estos cuentan con un buen recorrido, pero a pesar de lo cual apenas sobresalen del cuerpo, eso sí, manteniendo siempre el mismo acabado y color que el resto del marco.
En la parte derecha encontramos un rebaje donde se aloja el sensor de huellas, el cual es al mismo tiempo botón de encendido y apagado.
Mientras que la parte superior está impoluta, en la parte inferior encontramos el puerto de carga USB tipo C, un conector de audio jack de 3.5 mm y el único altavoz del Narzo 50.
En lo que se refiere al frontal tenemos una gran pantalla que se ve claramente enmarcada con unos gruesos márgenes, ligeramente más ancho en la parte inferior y que dejan claro que estamos ante un terminal que pelea en la gama económica. Aquí tenemos también un orificio en la esquina superior izquierda que sirve para alojar la cámara selfie del dispositivo.
Detalle a tener en cuenta es que Realme ha incorporado en la caja del Narzo 50 el cargador y cable de carga, pero también una funda protectora de plástico que nos va a ayudar a proteger el teléfono de golpes y caídas, pero también de las manchas de suciedad, algo que como veremos más adelante es algo que vamos a padecer.
Pantalla fluida con resolución FHD+ a 120 Hz
Uno de los puntos donde destaca el Realme Narzo 50 es en su pantalla. Contamos aquí con un panel LCD de 6.6 pulgadas con resolución Full HD+ de 2412 × 1080 píxeles que ofrece una buena calidad de imagen y representación de colores, pero que sorprende al ofrecer una tasa de refresco de 120 Hz.
Con una relación pantalla-cuerpo del 90,8 % según la marca y demasiado optimista según mi experiencia, este panel cuenta con una densidad de 401 ppi y una correcta configuración de fábrica, aunque podremos cambiar el modo de color entre un modo intenso o suave según nuestros gustos.
Con una buena calidad general cuenta con funciones como el potenciador de video que amplía la gama de colores o el confort visual para prevenir la fatiga ocular. Además podemos podemos regular la frecuencia de actualización entre el modo normal de 60 Hz u optar por el modo alto de 120 Hz, algo que como es lógico repercute en la autonomía. Sin embargo contamos con una tercera opción, la selección automática, que deja en manos del dispositivo escoger qué tasa usar en cada momento.
Este panel no cuenta con la frecuencia de refresco adaptativa de los terminales de gama alta, pero si cuenta con seis niveles de tasa de refresco que usar según el uso que estemos haciendo del dispositivo. Este modo ofrece usa una tasa de 30 Hz para las pantallas estáticas, 48 Hz para cuando veamos películas, 50 Hz si estamos reproduciendo la televisión o vídeos, 60 Hz en los juegos menos dinámicos y deja los modos de 90 y 120 Hz para usar cuando se requiera la máxima fluidez.
Personalmente uso el modo de 120 Hz a pesar de la carga de uso de batería y es que junto con sus 180 Hz de tasa de muestreo hace que el jugar con el móvil sea una experiencia mucho más satisfactoria.
En general aunque no podemos pedirle que se comporte como un panel AMOLED, lo cierto es que este panel se comporta de una bueno muy correcta para el rango de precio en el que se mueve. Si tenemos un pero es que sus 480 nits de brillo junto con un contraste mejorable hace que en exteriores la experiencia no sea la mejor, aunque tampoco se diferencia de lo que sufrimos en modelos similares de la competencia. Por desgracia si somos de ver películas o ver vídeos, el audio no es comparable a esta pantalla y es que junto con no disponer de sonido estéreo padecemos una metalización del sonido a un volumen medio bastante notorio.
Procesador Mediatek para gamers
Realme ha apostado por un hardware que prime el comportamiento en juegos, por lo que ha incorporado un procesador MediaTek Helio G96 que cuenta con núcleos Arm Cortex-A76 con velocidades de hasta 2,05 GHz y una GPU Arm Mali-G57, especialmente pensada para un buen comportamiento en juegos pero que por contra limita la conectividad a 4G LTE.
Junto a este chipset tenemos opciones de 4 o 6 GB de RAM LPDDR4x expandible de forma virtual y opciones de almacenamiento de 64 o 128 GB UFS 2.1 ampliables mediante microSD de hasta 1 TB. En nuestro caso contamos con el modelo de 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento, pudiendo ampliar la primera con hasta 5 GB para alcanzar los 11 GB de RAM.
Se trata de un conjunto que nos ofrece un rendimiento más que aceptable a la hora de jugar, pero que en el uso diario no destaca por una fluidez ni rapidez en el uso. No vamos a padecer de mayores problemas, pero se nota que es un conjunto que ante cargas de trabajo pesado va justo, aunque en tareas cotidianas su rendimiento es aceptable.
No contar con 5G puede parecer un sacrificio a día de hoy, pero lo cierto es que la mayoría de ocasiones apenas lo apreciamos y sobre todo que es un precio a pagar por tener un terminal a un coste más ajustado.
En este interior encontramos también una batería de 5.000 mAh con soporte de carga rápida de 33W, algo que agradecemos ya que en poco más de hora y cuarto completaba la carga, pero que sobre todo nos ha gustado por la capacidad de llegar de forma más que holgada al día y medio de uso.
Realme UI no nos libra de «regalos indeseados»
En mis manos ha terminado un dispositivo que parece ser iba destinado a países eslavos, por lo que de inicio me ha sorprendido la cantidad de software preinstalado que incluía Yandex y un largo etcétera de aplicaciones que ni siquiera estaban disponibles. Esto sin embargo parece que no es la tónica en los dispositivos lanzados en España, aunque no nos libraremos de regalos no deseados como aplicaciones preinstaladas del tipo Booking, WPS o TikTok, todas ellas por suerte fáciles de desinstalar.
En lo que se refiere al sistema operativo tenemos la capa Realme UI 2.0 bajo la cual se esconde Android 11, manteniendo una mala costumbre de algunas marcas de lanzar terminales sin la última versión del sistema operativo.
Realme UI es una capa intuitiva y que no tardas mucho en acostumbrarte a usar, sin un exceso de opciones que nos puedan llevar a liarnos pero con la suficiente como para que podamos personalizar el rendimiento en función del uso, e incluso para que podamos optimizar el uso de la batería con opciones como la espera optimizada con el modo ultra standby, el cual cierra aplicaciones en segundo plano cuando la pantalla está apagada, o la optimización de consumo de pantalla que atenúa efectos de visualización.
Cámaras con un comportamiento desigual
Uno de los grandes atractivos de este terminal es su cámara principal, punto focal del conjunto fotográfico del Narzo 50 y en cuyas espaldas cae casi por completo el peso de la mayoría de las fotografías que vamos a sacar. En cifras hablamos de que tenemos en el frontal una lente de 16 megapíxeles con apertura f/2.05, mientras que en la trasera tenemos una lente principal de 50 megapíxeles con apertura f/1.8 acompañada por dos lentes de 2 megapíxeles para fotos macro y como sensor monocromo, con apertura f/2.4 y f/2.8 respectivamente.
Para el manejo de estas lentes tenemos la habitual aplicación de cámara de Realme, con un carrusel inferior con los modos noche, video, foto, retrato y 50 MP, dejando el resto de opciones en la pestaña más. Como punto positivo se agradece contar con un acceso directo al HDR en la parte superior, el cual se presenta junto al optimizador de escenas y otras opciones en un menú superior.
En lo que a resultados esperábamos algo en la línea del Realme 9i por su similitud, pero solo podemos decir que en este caso los resultados son muy variables en su comportamiento ya que le cuesta coger el punto de enfoque y en ocasiones eso representa fotos con poca nitidez que nos obliga a repetirlas. Esto si, todas ellas con un patrón común de tender a saturar los colores para hacerlas más llamativas pero menos realistas. Esto es especialmente notorio en las imágenes de un cielo azul o elementos vegetales, mostrando unos colores que claramente no son los que vemos a simple vista. Aunque el detalle y nitidez no están mal, en trato de las zonas de sombras no es el mejor.
Aunque el tema de la colorimetría es una constante, si activamos el optimizador de escenas la cosa se descontrola. Este tiende a exagerar los colores de forma que directamente puede hasta cambiar los colores de una imagen. Un ejemplo lo tenéis a continuación, donde tenemos una imagen sin el optimizador que nos muestra un edificio con unas paredes en color crema que cuando activamos el optimizador pasan directamente a mostrar un tono azulado-grisáceo. Esto parece deberse a que al ser este el color dominante por el cielo, «tiñe» toda la imagen con el optimizador.
Con el HDR pasa algo parecido en el trato del color, pero a cambio tenemos un mejor trato de las zonas con exceso de iluminación o al alzar las sombras, algo que por cierto realiza en el modo automático con bastante acierto a la hora de decidir cuando usarlo.
A la hora de escoger usar o no el modo 50MP mi consejo es que escojáis muy bien la situación, ya que si bien es cierto que en escenas cercanas tenemos un mayor detalle, lo hacemos a costa de un peor trato de la iluminación y pérdida de color. En la mayoría de ocasiones no os va a compensar su uso.
Curiosamente el zoom no sale en exceso mal parado y es que el sensor principal logra capturar suficiente información como para ofrecer un zoom digital 1x y 5x que mantiene muy bien el tipo. En la siguiente imagen podéis ver una vez más lo que comento de la inconsistencia en las imágenes y el color.
En lo que a fotografías nocturnas se refiere el funcionamiento del Narzo 50 es mejor de lo esperado, sin destacar por el detalle ni la colorimetría, pero logrando una buena contención del ruido. En cuanto a las dos lentes de 2 MP, estas quedan como meras comparsas que ayudan a la lente principal en su desempeño, permitiendo un modo ultra macro que requiere de un buen pulso para una imagen detallada.
Galería
Conclusiones
El Realme Narzo 50 es un terminal que en el momento de escribir estas palabras podemos encontrar por 199.99€ en PcComponentes en su versión 4+128GB, aunque su precio oficial es de 219.99€. Se trata de un terminal con un diseño llamativo y bien acabado, con un conjunto fotográfico que sin bien logra sacar buenas fotografías, lo cierto es que estas no son constantes y tienen una tendencia a saturar los colores para ofrecer un resultado más llamativo y menos realista. A favor nos ofrece una pantalla que destaca por su fluidez gracias a sus 120 Hz y un rendimiento muy adecuado para su gama y con el plus de llegar hasta los 11 GB de RAM de forma virtual. Por otro lado su batería no solo nos asegura una buena autonomía, si no una carga rápida de 33 W que será un seguro, lo que hace que se convierta en una buen opción gracias a un precio muy competitivo.
Realme Narzo 50
219.00 EURDISEÑO
8.0/10PANTALLA
8.0/10CÁMARAS
7.5/10BATERÍA Y CARGA
8.5/10RENDIMIENTO
7.5/10SOFTWARE
7.5/10Pros
- Pantalla a 120 Hz
- Buena autonomía
- Carga rápida de 33W
- Rendimiento para juegos
Contras
- Apps preinstaladas
- Cámara principal con un comportamiento mejorable
- Cámaras macro y B&N sin mucho que aportar
- Altavoz con tendencia metalizar el sonido