Desde la llegada a la casa blanca de Donald Trump, el presidente norteamericano emprendió una serie de politicas proteccionistas que afectaron a muchos países, pero que tuvo un especial enfoque en las empresas chinas. ZTE estuvo cerca de tener un serio problema tras ser acusada por Washintgon de violar la prohibición de exportar sus productos a Irán y Corea del Norte. Finalmente se llego a un acuerdo en el que la compañía china, a la que entre otras medidas se le impulso una fuerte multa y la aceptación de un equipo de supervisores.
Hace unos días ambas potencias alcanzaban un acuerdo en el que se comprometían a una tregua en la «guerra comercial». Sin embargo el 1 de Diciembre este acuerdo saltaba por los aires debido a la detención de Meng Wanzhou, Directora financiera de Huawei y la más que probable sucesora de su padre, Ren Zhengfei, quien en 1987 fundó Huawei.
La detención de Meng se produjo en Canadá, cuando la directiva china efectuaba una escala en un vuelo de Hong Kong a México. Las autoridades canadienses daban así curso a una orden de detención promulgada por un tribunal de EEUU, bajo la acusación de fraude por mentir, presuntamente, sobre los actos de una subsidiaria que de manera encubierta hubiera servido para vender productos a Irán.
Esta detención ha tensado sobremanera la relación entre ambas potencias. China ha criticado severamente tanto a Estados Unidos como a Canadá, exigiendo explicaciones.
La Unión Europea «alerta»
Sobre el final de este nuevo episodio aún no hay nada escrito, pero ha sido el detonante para que muchos se pregunten hasta que punto debemos temer la expansión de las empresas chinas. No podemos dejar de pensar que tras todo esto sigue latente la desconfianza hacia el crecimiento de las empresas chinas, su penetración en los mercados occidentales y sobre todo los estrechos lazos que mantienen con el régimen de Pekin.
En mitad de todo este revuelo, el vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip, ha realizado unas declaraciones en las que manifiesta su temor ante las empresas chinas.
¿Tenemos que estar preocupados por Huawei u otras compañías chinas? Sí, creo que debemos estar preocupados por estas compañías
La preocupación viene por el temor a que estas empresas faciliten una llamada «puerta trasera» (backdoors) por la que el gobierno chino podría acceder a los terminales de esas compañías, accediendo a los datos e incluso pudiendo controlarlos.
Esta no es ni mucho menos la primera vez que las instituciones hacen mención a este temor. A mediados de año Donald Trump firmó una ley por la que prohibía a su Gobierno utilizar dispositivos de marcas chinas como Huawei o ZTE. Otros gobiernos estarían también preocupados por esto y planteándose adoptar medidas similares. Mientras tanto estas compañías siguen creciendo y su presencia es cada día mas notoria. Veremos hasta donde llega este tema y si finalmente deberemos de comenzar a preocuparnos a la hora de usar un terminal del gigante asiático.