Mucho se ha hablado sobre Cuphead estos días, un juego que tiene encandilado a muchísima gente por muchos motivos, su estética, su jugabilidad, dificultad… y es que lo tiene todo para convertirse en todo un clásico de los videojuegos. Un título que nos ha hecho esperar mucho desde que se dejase ver por primera vez en el lejano E3 de 2014 y que hoy se convierte por derecho propio en un exclusivo de peso para el catálogo de Xbox One y PC.
El argumento
Cuphed y Mugman son los dos hermanos protagonistas de esta historia que, al igual que el resto de aspectos del juego, parece sacada de una seria animada de los años 30. El diablo engaña a Cuphead para que se juegue su alma en una partida de dados con la promesa de conseguir una increíble fortuna, nuestro ingenuo protagonista acepta cegado por un futuro de riqueza y, como es de esperar, pierde. El diablo acepta perdonarles si recolectan para él las almas que le deben varios de los habitantes de este maravilloso mundo animado. Tienen hasta la media noche del siguiente día, por lo que ambos hermanos se ponen manos a la obra. Este sencillo, pero potente argumento, nos servirá de excusa para recorrer un mundo que, nunca nos cansaremos de decirlo, enamora a primera vista. Eso sí, todo está en inglés, voces realmente no hay prácticamente ninguna, pero los textos también estarán en inglés. Han dicho que añadirían más idiomas, pero todavía no se sabe cuándo ni qué idiomas.
Gráficos
No hay nada igual en el panorama del entretenimiento electrónico
Es algo distinto, arriesgado, y retro, muy retro, pero nunca visto en los videojuegos, lo que le otorga ese calificativo de único que todos los desarrolladores de videojuegos buscan, y es que no hay nada igual en el panorama del entretenimiento electrónico.
Muchos estudios, sobre todo estudios indies pequeños y con bajo presupuesto, optan por una estética retro, pero casi siempre enfocada en el pixel art. Esta estética, bien trabajada tiene mucho encanto, pero lo que han hecho en Studio MDHR, de unos 20 componentes, es absolutamente delicioso, no sólo han mimado hasta el último detalle de menús, pantallas de carga, escenarios, enemigos, todo, para darle el aspecto y el feeling de una película de animación de los años 30, sino que todo se combina de forma magistral en una experiencia totalmente interactiva y jugable, nada de imágenes muy bonitas en las que tan sólo tenemos que pulsar un botón por aquí o decidir alguna acción por allí.
Todo se mueve con una suavidad increíble, tanto, que si nos muestran un vídeo no sabríamos decir si es un juego o una auténtica cinta de animación. Quizá la carga inicial del juego, o cuando entramos por primera vez en una fase se hace un poco largo, pero nada que nos haga caer de nuestra nube.
Jugabilidad
Una auténtica gozada jugona
Lo digo en el título, Cuphead es casi tan difícil como adictivo, voy a tratar de explicaros a qué me refiero.
Lo primero es decir que las fases se dividen principalmente en dos tipos, un tipo más cercano a un plataformas clásico donde irás avanzando por un escenario con plataformas, y muchos enemigos que retarán tu habilidad con el mando, y otro tipo que podríamos denominar jefe final, aunque no se encuentran al final de ninguna fase, sino que son la fase en sí. Éstas últimas son las fases principales del juego para seguir avanzando, pues tras cada éxito, que tendrás que luchar y mucho, recibirás un contrato de alma de los que el diablo te exige, mientras que las primeras son fases para conseguir monedas y poder adquirir objetos en la tienda que te ayudarán en tu empeño por llegar al final.
Los controles son muy precisos y los movimientos muy suaves, una auténtica gozada jugona, y éste es un aspecto crucial, porque la dificultad de Cuphead no es apta para jugadores pusilánimes que buscan un juego donde avanzar sea un mero trámite. No encontrarás aquí puntos de control durante una partida, nada de pensar, bueno, ya he superado esa parte que me parecía imposible y voy a por la siguiente, pues cada vez que te quedes si tus preciadas vidas, que tampoco podrás ir recuperando, tendrás que volver a empezar la fase desde el principio. Y no busques una pantalla de “continuar”, porque no la encontrarás. Y morirás, ya te digo que morirás, morirás muuuuchas veces jajaja. Por suerte, las cargas tras la muerte, para volver a intentarlo, son casi instantáneas.
Todo esto podría llevar a alguien a pensar que el juego resultará frustrante, y por lo tanto que no será divertido, pues nada más lejos de la verdad, la dificultad es muy alta, extrema en ocasiones incluso, pero la experiencia es tan gratificante que te verás dándole al botón de reintentar una y otra vez, y esto se debe, entre otras cosas a dos.
Primero que la dificultad, como ya hemos dicho es muy alta, pero no porque te llenen la pantalla de enemigos haciendo imposible avanzar, sino porque los enemigos y sus mecánicas están, si me permitís la expresión, pensados a muy mala leche, una simple bola de caramelo gigante que lo único que hace es perseguirte por la pantalla puede ser un reto extraordinariamente complicado de superar (podéis pensar que menudo un manta, pero ya me lo contaréis). Además, no te bastará con memorizar las pautas de ataque de tus contrincantes, pues cada vez que juegues la partida será distinta, variando el orden de los ataques, la frecuencia, la velocidad, sus movimientos… Todo esto hace que cada partida sea un reto que deseas superar, quieres borrar la sonrisa de la cara de esa flor gigante que te vacila con su pegadizo baile. ¡Y qué satisfacción da cuando por fin lo consigues!
En segundo lugar, porque cuando has perdido todas tus vidas, y aparece la pantalla de volver a jugar o salir, también sale una animación que te muestra cuánto has avanzado en el desarrollo de la fase y cuánto te ha faltado, y es imposible ver que has avanzado un poco más que antes, o que te queda casi nada para acabar con esa bola gigante, ¡y no volver a intentarlo!
Pero podéis estar tranquilos todos aquellos a los que les ha enamorado la propuesta de Studio MDHR, pero temen no estar a la altura de su exigente gameplay, porque este pequeño estudio es compasivo y ha decidido añadir un modo “sencillo” en las fases de jefe final que realmente reduce la dificultad de las mismas. No se limita a reducir la velocidad o la insistencia de nuestros enemigos, sino que acorta estas fases e incluso modifica escenario y pautas haciendo que superarlas, si bien seguirá siendo complicado, será mucho más factible y nos salvará de tirar más de una vez el mando por la ventana. Además, han hecho muy bien en poner esta opción cada vez que entras en la fase, de forma que es muy sencillo elegir qué nivel de dificultad deseas.
Todo esto, añadido a que todas las fases son un desafío completamente distinto, contando incluso con fases donde pilotamos un avión, donde cada situación es totalmente distinta a la anterior, donde la originalidad, el buen gusto y el buen humor no son un objetivo, sino el hilo conductor que lo hilvana todo, hace de Cuphead un juego que no podrás dejar de jugar.
Sonido
La banda sonora de Cuphead es también magnífica, las melodías jazz y swing le van que ni pintadas a su carismática imagen, y no en vano ya se ha confirmado que estará disponible en formato vinilo en un futuro cercano. Son animadas, divertidas y no se hacen repetitivas en ningún momento, favoreciendo la acción y la inmersión. Pero no sólo la banda sonora, todos los efectos del juego están mimados al detalle y alcanzan un altísimo nivel. La voz de una especie de presentador que da inicio a los combates, las risas malévolas de nuestros adversarios, incluso el sonido de cinta de celuloide, nos transportan a su mundo de fantasía.
Conclusión
Cuphead va a dejar huella en el mundo de los videojuegos
Crítica y jugadores se han posicionado con Cuphead, a todos ha dejado encandilados tanto por su entrañable aspecto como por su endiablada dificultad, todo combinado con una jugabilidad impecable y una banda sonora que le pone un enorme lazo rojo a todo. Creo que no me equivoco si digo que Cuphead va a dejar huella en el mundo de los videojuegos y a no mucho tardar vendrán otros que se inspiren en esta pequeña joya. Prueba de esto es sin duda la gran acogida del público que en pocos días ya lo han puesto a la cabeza de las listas de ventas, el disco de vinilo que está por venir con su banda sonora, o el reciente anuncio de figuras Funko que serán el objeto de deseo de muchos fans. Además, viene a nutrir un catálogo, el de Xbox One, cada vez más variado y que está apostando muy fuerte por empresas desarrolladoras más pequeñas pero con un gran talento.
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