Hasta hace unos años el concepto de Fake News apenas nos era conocido, algo que el ex-presidente Donald Trump se encargó de solucionar llevando estas palabras a los titulares de todo el planeta. Se trata no solo de noticias falsas, sino de todo un conjunto de publicaciones destinadas a desinformar de forma tendenciosa para influir en la opinión de la población.
Desde hace tiempo los gobiernos vienen tratando de poner coto a esta práctica, exigiendo a las plataformas a través de las cuales se les dan difusión que implementen sistemas de detección y eliminación de este tipo de informaciones. Unos más que otros lo han ido cumpliendo, pero según los últimos estudios de la Unión Europea si hay una red de la cual no debemos fiarnos a la hora de informarnos, esta es sin duda X, la antigua Twitter que no para de recibir varapalos desde su adquisición por Elon Musk.
Según Vera Jourovà, vicepresidenta de la Comisión Europea de Valores y Transparencia, X no ha implementado las medidas apropiadas para combatir la desinformación, llegando a decir que incluso los usuarios que publican dicha información logran un mayor número de seguidores en la red social, lo que conlleva una mayor difusión de esta desinformación. Estos además se distinguen por haberse unido más recientemente a la red social que usuarios cuya información es más fidedigna, logrando un mayor alcance a la hora de diseminar su mensaje.
Desde particulares negacionistas y seguidores de las teorías de la conspiración hasta gobiernos, este tipo de información sesgada, o muchas veces ocasiones directamente falsa, se ha usado para influir en la opinión pública. El gobierno ruso es un claro exponente, habiendo sido acusado de crear un autentico entramado dedicado a influir a favor de sus intereses, particularmente a raíz de su agresión e intento de invasión de Ucrania.
La propaganda y la desinformación rusas siguen muy presentes en las plataformas online. Esto no es lo de siempre. El Kremlin lucha con bombas en Ucrania, pero con palabras en todas partes, incluida la UE.
La unión Europea presentó el llamado Código contra la desinformación, una serie de normas e indicaciones al que se han suscrito 44 firmantes, incluidas las principales plataformas como Facebook, Google, YouTube, TikTok o LinkedIn, además de otros, pero entre los que no se encuentra X. Por ello Vera Jourovà se muestra preocupada ante la cercanía de las próximas elecciones de la UE el año próximo, dando por supuesto que el gobierno ruso tratará de influir en ellas y que usará plataformas como X para conseguirlo.
Buscando luchar contra estas injerencias se han implementado un conjunto de indicadores que próximamente se pondrán a prueba para verificar la facilidad con la que se encuentra contenido de desinformación, el grado de participación que recibe dicho contenido o indicadores sobre las fuentes. Al no estar X implicada en este código de conducta, para Jourovà X, ex Twitter, se muestra como la plataforma con la mayor proporción de publicaciones erróneas o desinformación.
Google, Meta, Microsoft e incluso TikTok han reportado un gran número de contenido eliminado de sus plataformas, pero parece que X se ha convertido en el reducto de aquellos que quieren tergiversar los hechos en su favor.