Llega el verano y comenzamos a sufrir las altas temperaturas que nos vienen acompañando en los últimos años, para ayudarnos a sobrellevar estas podemos optar por soluciones como la que nos ofrece Shark, compañía que nos ha enviado su nuevo ventilador de pie Shark TurboBlade para que probemos en estos días.
El Shark TurboBlade es un ventilador de pie personalizable, tanto en posición como en opciones de ventilación, permitiéndonos poder contar con un sistema de ventilación que llegue prácticamente a cualquier lugar de la estancia donde lo coloquemos.
Shark TurboBlade, especificaciones:
- Medidas del producto:
- Modo horizontal: 80-96 × 80 cm (alto × ancho).
- Modo vertical: 112-128 cm (alto).
- Diámetro de la base: 75 cm aprox.
- Temporizador: 12 horas
- Modos: Sleep (reposo), Boost (potencia extra) y Breeze (brisa)
- Potencia (W): 90 W
- Peso: 8 kg
- Longitud del cable: 3,05 m
- Velocidades: 10
- Ángulo de oscilación: 5 niveles, hasta 180 grados
Unboxing y montaje
El Shark TurboBlade llama la atención por su diseño, pero eso es solo una parte mínima de lo que nos ofrece. Consta de una base desde la que sale un pie que nos permite regularlo en altura y finaliza en un cabezal con dos aspas, que nos recuerda mucho a las aspas de un molino, las cuales se pueden girar e incluso inclinar para poder dirigir a perfección donde queremos que vaya el chorro de aire.
Se trata de un ventilador de gran tamaño que nos llega dividido en 3 piezas. Por un lado, tenemos la base circular, por otro lado, tenemos el pie unido a encabezar con una de las aspas ya integradas, y finalmente disponemos de la segunda aspa. Además, contamos con un mando que nos permitirá controlar el ventilador a distancia.
La marca ha marcado todos los componentes con etiquetas a B y c, en una forma de facilitarnos al extremo su montaje. El elemento A, es decir la base del ventilador, dispone en su parte superior de un orificio en el cual encajamos la pieza B, es decir el mástil del ventilador con su cabezal. En cuanto a la tercera pieza, esta es la segunda aspa que debemos encajar en el cabezal del ventilador, con los que finalizamos un montaje que apenas nos llevará más de un par de minutos.
Si bien dispone de un manual de instrucciones, lo cierto es que este es tan intuitivo y sencillo que no necesitamos seguir sus instrucciones para montarlo.
Una ventilación que busca imitar la brisa natural
El Shark TurboBlade es un ventilador de pie sin aspas en el sentido estricto de la palabra, es decir no encontraremos la habitual rejilla tras la que se esconde las aspas que impulsan el aire de un ventilador tradicional. En su lugar contamos un mástil que finaliza en dos aspas con una serie de rejillas desde las cuales sale el aire impulsado.
En primer lugar disponemos de una base que deberemos colocar sobre una superficie nivelada. Como apunte, antes de seguir con su puesta en funcionamiento debemos de asegurarnos de retirar un par de pegatinas que hay en la parte inferior, ya que esto permite que la base pueda girar sobre su eje y nos de la función de oscilación. En su parte frontal esta base incorpora a su vez una serie de leds que nos servirán de indicación a la hora de seleccionar el modo de ventilación, el de la potencia, la oscilación e incluso cuando programamos un temporizador que permita que se apague pasado un tiempo.
La base cuenta en su parte trasera con lo que han llamado el panel Dust Defence, un sistema de filtrado que sirve de protección contra el polvo, evitando que este llegue al motor del ventilador. Este filtro lo podemos retirar y limpiar con una aspiradora a baja potencia, utilizando simplemente un cepillo o pasando un paño para eliminar los restos de polvo y suciedad. También podremos aclararlo bajo el grifo para asegurarnos de una mayor limpieza, aunque en ese caso deberemos asegurarnos de dejarlo secar al aire el tiempo que sea preciso antes de volver a instalarlo.
De esta base sale un mástil de color dorado, el cual es de tipo telescópico de forma que permite que ajustemos la altura del ventilador simplemente tirando del cabezal hacia arriba, o bien empujándolo hacia abajo. Todo el movimiento se realiza de una forma suave pero firme, permitiendo que podamos colocarlo en cualquier posición de su recorrido sin temor a que se mueva de esa posición.
Este mástil finaliza a su vez en un cabezal del cual salen dos aspas que son las desde donde sale el chorro de aire. Para personalizar la salida del aire y redirigirla allá donde queramos que llegue, podemos pivotar el cabezal con las aspas para inclinarlo de forma que puedan adoptar una posición totalmente vertical, horizontal o en cualquier ángulo en diagonal. Además, las propias aspas, que cuentan en la parte frontal con un enrejillado para la salida del aire, nos permiten inclinarlas de forma independiente una de la otra, de tal manera que tengamos una mayor opción de personalizar hacia dónde queremos dirigir el chorro de aire.
Aunque todos los relacionados con el giro y pivotado de las aspas se realiza de forma manual, la propia base es capaz de girar sobre sí misma de forma automática, lo que nos permite disponer de un sistema de ventilación que va realizando un barrido para llegar a cualquier lado de la estancia. Este sistema de oscilación se puede controlar desde el mando con 3 opciones en función de la amplitud del giro: 45°, 90° y 180°, siendo solo una de las muchas características que podremos controlar con el control remoto, el cual por cierto se puede dejar sobre la parte posterior del cabezal, quedando allí fijado de forma magnética.
Experiencia de uso.
Según las especificaciones de la marca, el Shark Turboblade es capaz de proyectar el aire hasta 20 m de distancia. Lo hace además con hasta 10 ajustes de velocidad e incorpora varios modos que podemos utilizar en función del momento o del uso que queramos darle. Junto con la potencia, con este ventilador tenemos un dispositivo que destaca por su bajo nivel sonoro, con tan solo 40 dB en el ajuste 1 según las cifras de la empresa, pero que incluso en el modo boost os aseguro que es mucho más silencioso que un ventilador tradicional de aspas.
El mando de este ventilador nos permite controlar todas las opciones a distancia, permitiendo encenderlo, regular la potencia de ventilación, seleccionar la opción de oscilación que más nos convenga e incluso nos permite activar los modos especiales, sin duda la opción más atractiva de este ventilador.
El Shark Turboblade permite la regulación de forma manual de la velocidad del ventilador, algo que podremos hacer o bien pulsando el botón que encontraremos en la base o bien pulsando el botón correspondiente en el mando a distancia. Dispondremos de 10 velocidades que se irán reflejando en la base del ventilador iluminando más o menos luces LED. Sin embargo, su principal atractivo radica en que disponemos de un botón dedicado en el mando para los llamados modos especiales, unos perfiles prefijados con los cual es el ventilador ofrecen diversos modos de ventilación únicos.
Los modos especiales de ventilación que nos vienen con el Shark TurboBlade son tres, los cuales vamos a analizar uno a uno, ya que cada uno de ellos tiene sus peculiaridades y función.
El primer modo es el que la compañía llama “Modo reposo”, el cual está diseñado para que usemos cuando estamos descansando. Con este modo durante 8 horas el ventilador irá ajustando su funcionamiento de forma que no perturbe nuestro descanso. Para ello atenuará las luces y silenciará los avisos sonoros. Además, su funcionamiento se adaptará para producir el menor ruido posible de forma que nuestro sueño no e vea perturbado por el siempre molesto sonido de un motor en funcionamiento.
Para el segundo modo tenemos el llamado “Impulso de brisa”, el cual hace que el ventilador proporcione un flujo de aire de mayor potencia, superando incluso a aquel que conseguimos seleccionando en el modo manual al ajuste 10 de velocidad. Este modo me parece más indicado para estancias de gran tamaño, donde necesitemos que chorro de aire llegue a todos los rincones de la estancia, ya que sobre todo destaca por eso, un chorro de aire de gran potencia. Lógicamente también es el mas ruidoso, aunque aún con ello es de lo más silencioso que hemos visto.
En tercer lugar, disponemos de el modo para mí más interesante, y al cual la compañía ha dado el nombre de “Brisa natural”. Con este modo Shark trata de hacer que su ventilador imite el comportamiento de una brisa natural, para lo que no tenemos un flujo constante e igual de aire, sino que éste va variando suavemente de forma que nos da la impresión de estar recibiendo una brisa natural, con cambios en su intensidad, pero que en general siempre es bastante suave. Al fin y al cabo hablamos de la sensación de una brisa, no de un viento huracanado.
Por supuesto estamos ante un ventilador que no cuenta con la capacidad de refrigeración, sino que lo que hace es ofrecernos una corriente de aire que permita que la sensación térmica se vea disminuida. Esto sobre todo es una solución muy indicada para esas personas para las cual los aires acondicionados suelen provocar reacciones o incomodidades, además lógicamente de que representan un consumo considerablemente mejor de energía y por tanto un menor impacto en nuestra factura de la luz.
Desde el mando a distancia podemos regular la oscilación de este ventilador, la cual se produce por el giro de la base con opciones de 45, 90 o 180°. Por desgracia no podemos regular de forma automática ni el giro de las aspas ni su inclinación, por lo que si queremos cambiar estas deberíamos hacerlo de forma manual. Eso si, se agradece que la inclinación de las aspas se puede realizar de forma independiente para cada una de ellas, de forma que podemos enfocar la salida de cada una y lograr cubrir así un mayor rango de espacio.
Por otro lado, desde el mando podemos regular la velocidad del ventilador desde el 1 hasta el 10, debiendo de recurrir al modo impulso de brisa si necesitamos una mayor potencia. Lógicamente a mayor potencia debemos asimilar que el ruido que se generará será mayor, pero aun así es destacable la baja sonoridad del funcionamiento de este ventilador. Es más, en los cuatro primeros niveles de velocidad su nivel sonoro apenas es perceptible, algo que sobre todo agradeceremos a la hora de dormir, o cuando estamos viendo algo en la televisión y no queremos vernos molestados por el ruido del ventilador. Este mando también nos permite ajustar diversas opciones de temporización, pudiendo escoger entre una, dos, cuatro, ocho o doce horas.
La principal pega de este sistema es que debemos aprendernos cómo se refleja cada opción de personalización en las luces LED de la base, ya que al ser variadas utilizan distintos sistemas para indicar cada una. Por ejemplo, mientras que la velocidad se refleja en un mayor número de LED encendidos, cuando se pasamos los 5 que tenemos en la base, para cada nuevo nivel las luces parpadean para indicar que estamos en un nivel que ha sobrepasado el cinco. Por otro lado, las diversas opciones de oscilación se muestran reflejadas en diversos LED iluminados partiendo desde un punto central. Es decir, con el LED central iluminado tendremos 45° de oscilación, mientras que con todos los leds iluminados indicará que tenemos 180° de oscilación.
Conclusiones y opinión
El Shark turbo Blade es un aspirador que podremos encontrar por 249 euros, un precio caro que la marca sustenta sobre un diseño elegante y el uso de materiales de calidad. Por potencia y baja sonoridad este ventilador nos ha convencido sobradamente, sobre todo por los modos incorporados. El modo deprisa natural es sin duda el más llamativo de todos por los resultados, aunque con el calor que estamos sufriendo estos días el más usado ha sido el impulso de brisa.
Personalmente la principal pega que le pongo es no poder regular a través del mando el giro e inclinación de las aspas. Esto hace que en ocasiones tengas que realizar un test de prueba y error para ver si has conseguido una correcta configuración que se ajuste a tus gustos. No es lo mismo estar sentado y regularlo con el mando comprobando al momento cómo repercute en ti, que tener que andar levantándote, regularlo y volver a tu posición original para ver cómo afecta la nueva personalización. Lógicamente entiendo que esto es motivado por no querer encarecer aún más el producto, pero no por ello deja de ser algo con lo que me hubiese gustado contar.
Por su calidad de construcción, y sobre todo por su rendimiento, este ventilador consigue nuestro sello de producto recomendado, y le hace una compra muy aconsejable para luchar contra los rigores de un verano que promete ser realmente caluroso. Eso sí, echo de menos opciones como una mayor posibilidad de regular la dirección del flujo de aire, así como poder contar con una aplicación desde la cual controlarlo.
Viviendo en un piso en el cual el sol pega constantemente, y no siendo particularmente fan de poner los aires acondicionados por la noche, disponer de una opción como el Shark Turboblade permite que tenga una sensación térmica adecuada para descansar, con un bajo nivel sonoro que no moleste mi sueño. Del mismo modo utilizarlo en el día a día mientras estamos disfrutando de la televisión, o bien realizando las labores cotidianas permite ofrecerte una brisa o una fuerte corriente de aire que hace llevaderos estos largos y calurosos días.
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