El que escribe estas letras fue uno de los primeros en apostar por Windows Phone, de tener en sus manos un Lumia 950 XL en España o de poder hacerse con un Lumia 610 antes que nadie. Por desgracia también asistí en primera persona como poco a poco Microsoft tiraba la toalla con un sistema operativo con un inmenso potencial que parecían incapaces de lograr que triunfase.
La llegada de Satya Nadella a la dirección de los de Redmond supuso un cambio de rumbo en los planes de la empresa, apostando fuertemente por los servicios y la nube, no teniendo piedad en cortar por lo sano con los proyectos que consideraba no tenían futuro. Así comenzamos a ver como Microsoft cerraba proyectos como su smartband, anticipando lo que muchos nos temíamos: el fin de Windows Phone.
Windows Phone, un gran potencial que fue desaprovechado
A pesar de unos inicios lentos, Windows Phone se preciaba de ser un sistema operativo con un gran rendimiento, contando con una de las interfaces más intuitivas y practicas que se han visto en el mundo de los smartphones. Las trabas iniciales se fueron venciendo e incluso la tienda de Windows Phone comenzó a ver llegar las principales aplicaciones, siempre con la destacable ausencia de las apps de Google, quien nunca quiso ponerle las cosas fáciles al sistema de Microsoft. Terminales como el Lumia 1020 se granjearon los aplausos de medios y público, aunque solo era un espejismo, ya que con el paso de los días comenzó a quedar claro que Microsoft no lograba dar con la tecla para hacer triunfar a su sistema operativo para smartphones.
Una mala gestión general, la practica inexistencia de publicidad que diera a conocer el sistema y una amplia colección de errores hicieron que los usuarios de Windows Phone comenzarán a temerse lo peor, algo que quedó confirmado el 10 de Diciembre de 2019, fecha en la que se daba por finalizado el soporte para Windows 10 Mobile, la que a la postre fue la última versión «Windows Phone».
A nadie se le escapa que Satya Nadella fue el máximo responsable del fin de Windows Phone, algo que muchos seguimos pensado que fue un tremendo error y que ahora el propio Nadella ha reconocido en una entrevista en Business Insider.
Preguntado por las mejores y peores decisiones que ha tomado en su mandado, Nadella afirmó que una de las decisiones más difíciles que tomó fue la de salir del mercado de los smartphones, admitiendo que dejar morir Windows Phone fue un error, pudiendo haber adoptado otras decisiones que tal vez habrían logrado hacerlo funcionar.
«Creo que la decisión de la que habla mucha gente (y una de las decisiones más difíciles que tomé cuando me convertí en CEO) fue nuestra salida de lo que llamaré el teléfono móvil, tal como se definió entonces. En retrospectiva, creo que podría haber habido maneras de hacerlo funcionar, tal vez reinventando la categoría de informática entre PC, tabletas y teléfonos.»
Aunque tarde, este reconocimiento no hace más que poner de relieve como Microsoft dejó pasar su oportunidad para convertirse en una opción a Android e iOS, un barco que ya dejaron pasar y que ya se hace imposible de coger, incluso si hubiese la más mínima intención.