Samsung Galaxy Z Fold4: una nueva generación para mantenerse en lo más alto – Análisis

Muchos lo intentan, pero de momento ninguno lo ha conseguido. Nos referimos a quitarle el trono de los smartphone plegables a Samsung, que por muchos nuevo e interesantes modelos que han salido al mercado, a día de hoy siguen manteniéndose como la marca predominante en el mercado de los plegables.

Si ya os mostramos nuestra experiencia con el Galaxy Z Flip4, el modelo con formato de tipo concha, ahora os contamos como ha sido la experiencia con su hermano mayor y es que hemos podido trastear el Samsung Galaxy Z Fold4 y ver hasta que punto ha mejorado con respecto a su predecesor. Como adelanto ya os diremos que no lo ha hecho tanto como nos hubiera gustado.

Samsung Galaxy Z Fold4

Este dispositivo es el autentico pionero en cuanto a plegables de trata, no por ser el primero ya que otros como Royole se les adelantaron, si no por ser realmente el primero que logró la aceptación del publico y en lograr vender un número apreciables de terminales.

Cada nueva generación Samsung ha ido mejorando este dispositivo de forma constante pero segura, incluso tendiendo a ser algo conservador al no arriesgar por sistemas de carga ultra rápidas ni en adoptar nuevos sistemas de bisagra que minimizarán el pliegue interno. Ello ha llevado a que cada vez sean más los usuarios que apuesten por él, siendo el Fold4 el modelo más reciente de la gama y del que hoy os contaremos nuestra experiencia comenzando por hacer un repaso de sus especificaciones.

Samsung Galaxy Z Fold4, especificaciones:

Diseño
Dimensiones: Plegado 67,1 × 155,1 × 15,8 mm Desplegado: 130,1 × 155,1 × 6,3 mm
Peso: 263 gramos
Colores disponibles: Graygreen, Phantom Black, Beige y Burgundy
Software
Sistema Operativo: Android 12L
Capa de personalización: One UI 4.1.1
Pantalla
Principal
QXGA+ de 7,6 pulgadas
Dynamic AMOLED 2X
Pantalla Infinity Flex (2176 × 1812, 21.6:18)
Tasa de refresco adaptativa de 120 Hz (1∼120 Hz)
Exterior
HD+ de 6,2 pulgadas
Pantalla Dynamic AMOLED 2X (2316 × 904, 23.1:9)
Tasa de refresco adaptativa de 120 Hz (48∼120Hz)
Procesador
Qualcomm Snapdragon 8+ Gen 1
Memoria RAM
12 GB
Almacenamiento
256 GB / 512 GB / 1 TB
Cámaras traseras
Cámara ultra gran angular de 12 MP F2.2; tamaño del píxel: 1,12 μm; FOV: 123°
Cámara gran angular de 50 MP Píxel dual AF; OIS; F1.8; tamaño del píxel: 1,0 μm; FOV: 85°
Cámara teleobjetivo de 10 MP PDAF; F2.4; OIS; tamaño del píxel: 1,0 μm; FOV: 36
Cámara frontal
10 MP F2.2; tamaño del píxel: 1,22 μm; FOV: 85°
Interior: Cámara debajo de la pantalla (UDC) de 4 MP F1.8; tamaño del píxel: 2,0 μm; FOV: 80°
Batería
4400 mAh con carga rápida de 25W e inalambrica
Conectividad
5G
Otros detalles
IPX8
Bluetooth 5.2
WiFi 6E
Sensor de huella lateral
Soporte aptx HD
Precio
a partir de 1799.00 €

Un dos en uno que no renuncia a sus orígenes

Desde el inicio Samsung adoptó una línea de diseño muy definida que apenas ha cambiado desde la segunda generación. Los coreanos quieren que podamos disfrutar de un smatrphone con un formato casi estándar cuando tenemos el Fold4 plegado, solo su gran grosor y una pantalla en formato más alargada de lo usual desvelan que estamos ante un móvil plegable. Con el Fold4 nos situamos ante un terminal con unas dimensiones de 67,1 de ancho, 155,1 de alto y con un grosor de 15,8 mm cuando está plegado, arrojando un peso considerable de 263 gramos.

La parte frontal está ocupada por la pantalla externa de 6.2 pulgadas, que si bien minimiza los marcos no es capaz de evitar que la izquierda de ella quede patente la «costura metálica» de la bisagra que une las dos partes de este dispositivo. En esta ocasión tenemos una pantalla externa Dynamic AMOLED 2X con una resolución HD+ de 2316 x 904 píxeles y una tasa de refresco que va desde los 48 hasta los 120 hercios.

La curiosa relación de aspecto de 23.1:9 se hace rara en los inicios, pero lo cierto es que solo cuando jugamos o vemos una película apreciamos la estrechez de la pantalla. En el resto de ocasiones es un formato al que es fácil acostumbrarse.

En la parte trasera nos vamos a encontrar con un modulo de cámaras que aún mantiene su diseño sobresaliente del cuerpo, adoptando la forma de una píldora en vertical para alojar sus tres cámaras y un flash LED bajo ellas.

Samsung ha optado por usar un cristal mate en esta parte para evitar la tendencia que tiene otros modelos de alta gama de la marca, donde basta cogerlos para que se inunden de huellas que lo afean. En este caso con el acabado mate no hemos tenido ese problema, no al menos de forma tan notoria.

La zona de la bisagra es un tema espinoso en lo que a smartphones plegables se refiere. Todos recordamos las malas pasadas que jugaron en los primeros modelos y es algo que Samsung quiere evitar. La compañía no ha buscado innovar, sino mejorar el rendimiento de un sistema que ha mejorado muchísimo desde sus inicios.

Con un acabado metálico en su exterior la bisagra del Fold4 se ve robusta y precisa en su funcionamiento, no pareciendo que haya perdido capacidades en el tiempo de vida de mi unidad de prueba. Samsung nos ha facilitado una unidad que ya antes había pasado por otras manos, por lo que no se si es un mal uso, un desgaste o a que se ha debido, pero se apreciaba cierto roce al abrirlo, muy leve, pero ahí estaba, Como digo no puedo afirmar que no se deba a un mal uso anterior a pasar por mis manos y no tengo información que apunte a que otras unidades hayan tenido ese ruido.

Si ya lo zona de la bisagra deja patente el grosor de este terminal, si miramos el lado opuesto la cosa es aún más evidente. Parece como si tuviéramos dos teléfonos uno encima del otro. Es de destacar lo ajustado de la unión entre los dos lados del Samsung Galaxy Z Fold4, dejando apenas una línea entre los dos lados metálicos del marco del dispositivo.

En este lado podemos ver como se han implementado los controles del dispositivo, con la bandeja extraíble en la parte izquierda y el control de volumen junto al sensor de huellas en la parte derecha. Este mismo sensor es también el botón de encendido y apagado, algo ya usual en este formato de sensores.

Como ya hemos indicado Samsung se ha limitado a realizar algunas mejoras en su bisagra, pero manteniendo su diseño base. Esto hace que visualmente no se perciba ninguna mejora, es decir que si lo vemos desde la parte inferior o superior queda patente esa especie de cuña que forman las dos parte, dejando una separación mas que evidente en la zona más próxima a la bisagra.

Mientras el resto de fabricantes han ido minimiza esto, en Samsung han preferido ser conservadores y tratar de mejorar el rendimiento en detrimento del aspecto estético, aunque esto a su vez conlleva que tampoco se aprecia mejora en el pliegue de la pantalla interna.

Una gran pantalla, con un pliegue omnipresente

Los smartphones plegables son una realidad gracias a la nueva generación de pantalla plegables, siendo lo que realmente hacen únicos a estos dispositivos. En el Samsung Galaxy Z Fold4 cuando desplegamos el dispositivo nos encontramos con una pantalla enorme, con una diagonal de 7.6 pulgadas con una relación de aspecto de 21,6:18, resolución QXGA+ de 2176 × 1812 píxeles y una tasa de refresco adaptativa que va desde 1Hs hasta los 120 Hz. Vamos una tableta de pequeño tamaño en la palma de nuestra mano.

Tras varias generaciones de este dispositivo, lo cierto es que la pantalla ha mejorado en resistencia y calidad, incluyendo una cámara selfie que se oculta tras ella. Es más ahora podemos incluso usar un S-Pen Pro o el S-Pen Fold Edition sobre esta pantalla, algo impensable solo un par de generaciones antes. Sin embargo donde no se ha avanzado en exceso es en el tema de disimular el pliegue que se forma en la zona de la bisagra, el cual divide la pantalla en dos mitades. A día de hoy el pliegue sigue siendo perfectamente visible y se vuelve algo omnipresente.

Mientras que en el Flip4 el pliegue de la pantalla lo percibíamos al hacer scroll en una pagina o movernos por un menú, en el caso del Fold4 esto sucede al hacer scroll lateral cuando vemos una fotografías en la galería o tratamos de desplazarnos por la biblioteca de Netflix o cualquier aplicación de streaming, No es algo que nos impida su uso, pero si que comienza a ser bastante molesto en su uso.

Otro problema que plantea este pliegue es que cuando salimos a la calle y desplegamos el teléfono, es imposible evitar que se muestren reflejos. Lo coloquemos como lo coloquemos siempre hay una zona donde se reflejará el brillo del sol o de un punto de luz cercano.

Un software que mejora a grandes pasos

Si podemos podemos quejarnos de que no ha habido la evolución que queríamos en el aparatado del diseño, no podemos decir lo mismo en lo que a Software se refiere. Tanto Samsung como Google han puesta la directa y trabajan para que los smartphones plegables ofrezcan una experiencia adaptada a sus características. Los coreanos ya empezaron por su cuenta un par de generaciones atrás, pero es que ahora el Galaxy Z Fold4 cuentan con el respaldo de un sistema operativo que ha mejorado sustancialmente.

El Samsung Galaxu Z Fold4 llega a nuestras manos con Android 12L bajo la capa de personalización de One UI 4.1.1. Esta versión del sistema añade una nueva interfaz que se adapta a la perfección al formato plegable, con una barra inferior con acceso a varias aplicaciones que nos recuerda mucho al que solemos ver en nuestro PC. Aquí encontramos un pequeño dock junto con las ultimas aplicaciones abiertas, por lo que regresar a ellas es tan sencillo como escoger la que queramos.

El sistema en si cuenta con una interfaz que en formato plegable es casi idéntica a la que podíamos encontrar en un Galaxy S, pero que cuando lo desplegamos se adapta a la perfección a este formato. Con Android 12L podemos usar varias aplicaciones en la pantalla, dividiendo esta en partes, lo que hace realmente cómodo interactuar entre aplicaciones, por ejemplo arrastrando contenido entre ellas. Por su parte Samsung ha adaptado casi todas sus aplicaciones a este formato, lo que nos permite tener una experiencia de uso única que marca la diferencia. Esto también se aplica a desarrolladores como Google o Microsoft, pero que sin embargo se encuentra con el hándicap de convencer al resto de desarrolladores de hacer lo mismo, por lo que no es extraño ver aplicaciones que incluso forzando su compatibilidad no se adaptan a la perfección a este formato plegable.

Experiencia de uso

El Samsung Galaxy Z Fold4 no se puede decir que sea un smartphone cómodo de manejar, algo que por desgracia es casi inherente a este formato. Cuando lo tenemos plegado su grosor se hace muy patente en el manejo, dejando una incomoda sensación que nos suele llevar a manejarlo con dos manos. A pesar de que ha bajado de peso con respecto al Fold 3, lo cierto es que sigue siendo pesado, lo que no ayuda en su manejo. Esto sin embargo no es menos notorio que los modelos de la competencia, por lo que tenemos que hacernos a la idea de ello si pensamos en comprarnos un dispositivo plegable.

Con el Samsung Galaxy Z Fold4 tenemos un dispositivo que destaca por la calidad de construcción y acabados, demostrando como los coreanos han ido puliendo este dispositivo hasta dotarle de una apariencia de gama premium, con un marco metálico que le da una mayor resistencia y una trasera que evita que tengamos que andar constantemente limpiándolo.

La limpieza de sus uniones y juntas es realmente destacable, aunque también hacen que sea más notorio el gran espacio que sigue quedando entre las dos partes cuando lo tenemos cerrado, algo que parece no tendremos solventado hasta la próxima generación.

La pantalla externa tiene unas cifras cuento menor extrañas en lo que a relación y resolución de trata, pero lo cierto es que en el día a día se ve una pantalla de buena calidad, con una buena nitidez y fluidez, que además viene protegida por una capa Gorilla Glass Victus+ que nos da una mayor tranquilidad contra arañazos y caídas.

El formato plegable nos da una ventaja evidente en muchas situaciones, desde las más profesionales gracias a las opciones que nos da su gran pantalla interior, a otras mas mundanas como el simple hecho de poder mantener la pantalla alzada para ver una película dejando el teléfono sobre una mesa.

La pantalla plegable interior ya no da esa sensación de plástico que tenía la primera versión, aunque sigue siendo necesario tener un cuidado especial con ella, no retirar el plástico protector y en caso de usar lápices ópticos hacerlo solo con aquellos que nos aconseja Samsung. Su calidad y brillo nos permiten que incluso en exteriores tengamos una experiencia de primera, y es que tanto por tamaño como por densidad y refresco poco podemos echar en falta en este panel, siendo sin duda la asignatura pendiente el disimular el pliegue que la cruza verticalmente. Esta no solo molesta al deslizar el dedo por la pantalla sino que provoca esos reflejos tan desagradables.

Lo cierto es que ya son varias las marcas que hemos visto que prometen minimizar este pliegue, pero la verdad es que tras probarlos en el MWC en la mano se aprecian menos pronunciado, pero siguen siendo notorios. Se ve que no es tan sencillo como cambiar la bisagra, por lo que aún tendremos que esperar para ver un plegable con la pantalla interna totalmente plana.

Samsung ha usado en el Galaxy Z Fold4 un procesador Snapdragon 8+ Gen 1 fabricado por TSMC, lo mejor que había cuando fue presentado, junto con una RAM de 12GB y versiones de almacenamiento que alcanza 1TB. Con estos datos no cuesta imaginar que la experiencia durante su uso ha sido simplemente perfecta incluso a la hora de mover aplicaciones en multitarea o de ejecutar DeX. En todas estas situaciones el Samsung Galaxy Z Fold4 se maneja con amplia soltura, sin nada que reprocharle en cuando a rendimiento ni capacidad para mover todo lo que le echemos, siendo solo la temperatura lo que revela cuando el dispositivo está exprimiendo sus capacidades. En estos casos notamos un aumento de la temperatura, pero muy bien controlado para que no resulte molesto ni interfiera en su uso, solo es una constatación de que estamos exprimiendo a nuestro Fold4.

Una de las cosas que mas me gusta es como poco a poco se van no solo ampliando el número de aplicaciones que aprovechan el formato plegable, si no que las que ya lo hacían ahora ofrecen un mejor rendimiento y se adaptan mejor. Aplicaciones como la cámara demuestran el potencial que tiene este formato de smartphones, que parecen destinados a convertirse en los nuevos reyes del sector.

Con una batería de 4.400 mAh y carga de 25W, que por cierto no tiene el cargador incluido, el Galaxy Z Fold se queda muy por detrás en lo que a capacidad de carga se refiere y es que mientras otros ya apuesta por lo 33W como el mínimo, este terminal aún permanece anclado en una carga «rápida» que desmerece a un buque insignia como este y que a pesar de su capacidad nos requiere mas de una hora y media para su carga completa. Eso sí, contamos con carga inalámbrica, aunque esta tampoco es demasiado rápida con sus 15W de potencia.

En lo que a autonomía se refiere las cifras que hemos obtenido rondan entra las 5 y las 6 horas de pantalla de uso en función del uso y el refresco que tengamos activado. Por norma no tendremos problemas en llegar al fin del día, por lo que podemos englobar a este en un terminal de los de cargar mientras dormimos.

Una apartado fotográfico que nos es familiar

¿Recuerdas el Samsung Galaxy S22+? pues con el Galaxy Z Fold4 se repite el mismo patrón para las cámaras trasera, una pena que no hubieran optado por las lentes del S22 Ultra, pero entendemos que eso hubiera disparado (aún mas) su precio. Aún así se trata de un completo set con un trio trasero y dos cámaras frontales, una en la pantalla externa y otra en la pantalla interna.

Así el conjunto de cámaras traseras del Fold 4 se compone de las siguientes lentes:

  • Cámara gran angular de 50 MP Píxel dual AF; OIS; F1.8; tamaño del píxel: 1,0 μm; FOV: 85°
  • Cámara ultra gran angular de 12 MP F2.2; tamaño del píxel: 1,12 μm; FOV: 123°
  • Cámara teleobjetivo de 10 MP PDAF; F2.4; OIS; tamaño del píxel: 1,0 μm; FOV: 36

Junto a este trio trasero encontramos una cámara frontal de 10 MP F2.2, con un tamaño del píxel de 1,22 μm y un campo de visión de 85° en el exterior y en el interior una cámara debajo de la pantalla (de 4 MP con apertura f/1.8, un tamaño de píxel de 2,0 μm y un campo de visión de 80°.

Para el uso de estas lentes Samsung mantiene su habitual aplicación de cámara, pero muy personalizada para el formato plegable. Si bien cuando lo usamos plagada apenas se distingue del resto de smartphone de la compañía, cuando lo hacemos con la pantalla interior desplegada podemos ver las últimas imágenes tomadas o incluso poner el teléfono en L para que el mismo nos sirva de trípode para nuestros videos o fotografías.

En las fotografías diurnas el sensor principal del Galaxy Z Fold4 logra unos buenos resultados en lo que a color se refiere, aunque en ocasiones, y sobre todo con los tonos verdes y azules, tiende a saturarlos. Gracias a un muy correcto uso del HDR y a un buen procesado ofrece unos resultados muy destacados en las zonas de contraste, tanto con las zonas muy iluminadas como en los sectores mas en sombra. Esto además es algo que comparten tanto el sensor principal como el teleobjetivo y el gran angular, por lo que los resultados no varían en exceso como si pasa en otros dispositivos.

Aunque su lente principal permite fotografías de hasta 50 MP, una vez más el sistema de agrupamiento permite fotografías de alta calidad y que capta mejor la escena en un tamaño mas comedido de 12MP.

Cuando la iluminación decae sale a relucir la estabilización óptica del sensor del Fold4, ayudando a estabilizar la imagen para que podamos conseguir fotografías nocturnas mas nítidas y definidas, aunque a poco que ampliemos la imagen vemos que el procesamiento hace que perdamos detalle e incluso en ocasiones apreciemos un exceso de exposición. Por otro lado en lo que a color se refiere podemos apreciar que en determinados momentos tenemos un ligero empastelamiento de los mismos, perdiendo algo de viveza.

Con el modo retrato tenemos una verdadera sorpresa por sus buenos resultados, sobre todo a la hora de lograr un recorte que incluso en aspectos tan complicados como la zona del pelo ofrece unos resultados de primera. Posiblemente el modo retrato sea de los mejores que hemos probado y de seguro que es de los que más vamos a usar con el Fold4 por sus excelentes resultados. Este modo no solo destaca con sus cámaras traseras, si no que incluso lo hace con la lente exterior frontal, aunque lo cierto que dado las ventajas del formato plegable, si quieres hacerte un selfie mejor usa las lentes traseras y aprovecha sus ventajas.

El teleobjetivo del Fold4 ofrece un zoom con tres aumentos ópticos que mantienen de forma muy aceptable tanto los colores como los detalles, lo que hace que este sensor nos ofrezca la posibilidad de acercarnos a objetos lejanos sin temor a que parezcan una acuarela o que se vea artificial. Samsung se ha mostrado comedido en el procesado y ha dejado hacer a la óptica, logrando unos buenos resultados finales.

Algo parecido al zoom nos pasa con el gran angular, manteniendo virtudes muy similares al sensor principal en lo que a trato de color se refiere, sumándole además una correcta corrección de los ángulos que evita la sensación de ojo de pez que ocurre cuando todo parece inclinarse hacia el centro.

Donde no podemos decir nada bueno es de la cámara interior y es que el sistema de cámara bajo pantalla es resultón en la teoría, pero en la practica se ve falto de desarrollo, con una calidad de imagen que me recuerda la que ofrecen los sensores de algunos portátiles o tabletas.

Finalmente tenemos que decir que el Samsung Galaxy Z Fold4 es capaz de realizar grabaciones de video en 8K, pero siendo la grabación de video en 4K@60 donde mejor se mueve, con una calidad de imagen excelente que refleja muy fidedignamente los colores y ofrece una buena nitidez en la escena.

Galería

Samsung Galaxy Z Fold4

Conclusiones

El Samsung Galaxy Z Fold4 sigue siendo el indiscutible rey de los smartphones plegables a nivel de ventas, lo es por sus cualidades pero también ayudado por el hecho de que en muchos mercados aún no tiene una verdadera competencia. Esto es algo que pronto puede cambiar y que debe hacer pensar a los coreanos en que deben pisar el acelerador y es que cuestiones como el pliegue de la pantalla interior o la carga (poco) rápida son aspectos a mejorar.

A pesar de ello la compañía sigue siendo un referente por la buena adaptación que tiene el sistema operativo a este formato, lo que unido a un hardware potente hace que la experiencia de uso sea impecable.

Hay aspectos de difícil solución a día de hoy, como el grosor cuando está plegado, pero Samsung lo compensa con una construcción detallista y robusta. Sin embargo hay otras que deben de ser tratadas de forma urgente como la cámara bajo la pantalla que no termina de funcionar, o el hueco que quedan entre sus dos mitades, algo que visualmente le deja por detrás de sus competidores.

A día de hoy en el mercado no hay muchas mejores opciones disponibles, por lo que el Galaxy Z Fold4 puede reinar con tranquilidad, sin embargo la competencia viene pisando fuerte y es de esperar que en el Fold5 veamos solucionadas muchas de las cosas que le pedimos al Fold4, el que aún con todo sigue siendo la primera opción a la hora de escoger un plegable de formato libro.

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