En un contrasentido épico, Twitter, el servicio que Elon Musk quería rescatar como un espacio de libertad de expresión, ha decidido que no le gusta la competencia y ha bloqueado las aplicaciones de terceros para obligar a usar solo sus propias aplicaciones.
Desde hace días se venían reportando que las aplicaciones de terceros como Twitterific, Fenix o Tweetbot se veían imposibilitados de usar los servicios de Twitter, dejando en la practica de ser útiles. Al poco la cuenta de Twitter explicaba que esto se había hecho ante el mal uso de la API que estas aplicaciones estaban realizando, sin dar más explicaciones ni detalles. Ahora sabemos el motivo y desde luego deja mucho que decir del concepto de libertad que tiene Elon Musk para su red social.
Tal y como han recogido desde Engadget, sin previo aviso ni comunicación Twitter ha cambiado de forma radical las normas de uso para desarrolladores. En un nuevo apéndice las nuevas normas incluyen una que en la practica eliminan la competencia de cualquier aplicación no oficial que pretenda ofrecer el servicio que estas ofrecen.
En las normas de uso se puede ver ahora la siguiente restricción de uso:
Los desarrolladores se plantan ante un Twitter poco confiable
Dejando de lado la opinión de cada uno, está claro que Twitter tiene todo el derecho a realizar los cambios que considere oportuno en sus normas de colaboración, pero se hace muy extraño que ante un cambio de esta trascendencia no haya había un aviso antes de su introducción ni tampoco posterior a ella, algo que ha indignado a los desarrolladores.
Creadores como Sean Heber de Twitterrific lo denominan el fin de una era afirmando que estamos ante «un Twitter cada vez más caprichoso, un Twitter que ya no reconocemos como confiable ni con el que queremos trabajar más«, mientras que otros como Matteo Villa, el desarrollador de Fenix afirman que era algo que se veía venir.
Lo que está claro es que Elon Musk ha marcado un antes y un después en Twitter, aunque de momento parece que solo teniendo como consecuencia a desbandada de anunciantes y logrando una comunidad cada vez más desanimada y dividida que veremos como termina.
Imagen de Alan Carrera en Pixabay