Nuevo capitulo en la relación de amor-odio que mantienen Elon Muks y la red social Twitter, y es que el millonario sudafricano ha decidido retirar la oferta de compra que realizó a finales del mes de Abril de este año. Sin embargo, y en un curioso giro del destino, ahora es la junta directiva de Twitter la que no está de acuerdo y pretender forzar al hombre más rico del mundo a completar la compra.
Como todos recordareis a finales de Abril Elon Musk agitaba los cimientos del mercado tecnológico con una oferta de 44.000 millones de dólares para completar la compra de Twitter. Esta oferta inicialmente no fue bien vista por la directiva de la red social, quienes incluso llegaron a plantear la opción de la pildora envenenada para tratar de boicotear esta compra, aunque finalmente decidieron sentarse a negociar y aceptar la propuesta.
Cuando ya todo parecía encauzado para que Elon Musk se hiciera con Twiiter, las dudas sobre el número real de cuentas fantasmas hizo que el excéntrico millonario reclamase a la red social que aportará pruebas que confirmarán el número real de estas cuentas fantasmas, algo que parece no se ha producido y que ha motivado que finalmente Elon Musk haya decidido retirar la propuesta de compra de Twitter.
Mientras Twitter afirma que las cuentas bots son menos del 5% de los usuarios, Musk estima que el número real puede alcanzar el 20% y acusa a la red social de no haber facilitado las cifras reales. Esto habría hecho que se replanteara la operación hasta terminar por decidir cancelarla.
Por su parte Twitter ahora no está de acuerdo con esta decisión y por boca de su presidente anuncian que tomarán medidas legales para obligar a Musk a cumplir el acuerdo de compra.
The Twitter Board is committed to closing the transaction on the price and terms agreed upon with Mr. Musk and plans to pursue legal action to enforce the merger agreement. We are confident we will prevail in the Delaware Court of Chancery.
— Bret Taylor (@btaylor) July 8, 2022
Esta demanda tiene más visos de prosperar de lo que podría pensarse y es que al parecer en el acuerdo de compra Elon Musk habría renunciado de forma explicita a hacer una auditoría de las operaciones de la compañía, además de haber aprobado una penalización millonaria en el caso de que una de las partes se echará para atrás.
A la espera de ver en que termina este proceso ya hay quien ve esto como una forma de presión de Musk tratando de conseguir una rebaja del precio y es que la oferta inicial realizada por el millonario era con mucho superior al valor en ese momento de la compañía.