Google no ha terminado de dar con la tecla para ofrecer un terminal de gama alta que pueda competir, pero otra cosa muy distinta es en la gama media, ahí Google se maneja mejor y es donde realmente la empresa ha logrado hacerse un hueco. Hoy os traemos el análisis del Google Pixel 4a, un terminal que nos recuerda mucho a otros dispositivos de la marca, manteniendo la fluidez del sistema y una cámara que sigue sorprendiendo como puntos destacados.
Cuando probamos el Google Pixel 4 las sensaciones fueron agridulces, por lo que teníamos nuestras reservas con el «4a» así que sin más vamos a ver que nos ha parecido este dispositivo.
Un diseño que se mantiene fiel al nombre «Pixel»
Los Google Pixel cuentan con un diseño que les hace plenamente reconocibles y que se ha seguido tanto para los terminales de gama alta como para la gama media. Este es un diseño que tira hacia lo sencillo y las líneas redondeadas, que en el caso del Pixel 4a no ha variado en exceso manteniendo incluso el característico botón de color en su lateral. Google sigue continuista y alejado de las líneas de diseño que se han popularizado en otras marcas.
La serie «a» resultó ser un inesperado éxito si lo comparamos con los terminales de gama superior de la marca. Su secreto ha sido el mantener los mejores puntos de estos y despreciar otros que no han tenido una buena acogida y que solo encarecían el producto. En Google Pixel 4a es un terminal de medidas compactas, con una altura de 144 mm por 69.4 mm de ancho y 8.2 mm de grosor. Eso unido a un peso de solo 143 gramos hace que sea muy cómodo de usar, mientras que su cuerpo de plástico no padece esa tendencia a resbalarse de los acabados en cristal.
Sus líneas limpias dejan un marco con un lateral que parece intacto, pero que aloja una bandeja para su tarjeta microSD, mientras que los botones se alojan en el lateral izquierdo: un gran botón negro para el volumen y un colorido botón para encender o apagar el terminal, que al ser nuestro terminal el acabado en negro cuenta en este caso con una tono verde pastel.
La parte superior aloja el puerto jack 3.5mm, es decir que con el Google Pixel 4a podremos usar cual auricular del mercado con este tipo de conector, algo que muchos aún agradecen. Por otro lado en la parte inferior encontramos un puerto USB C junto al altavoz, el cual por cierto proporciona una potencia inesperada.
Si nos vamos a la parte trasera vemos que esta es completamente lisa y con un color negro mate en el que destaca de forma discreta la G de Google en un gris apagado. En la mitad superior tenemos el sensor de huellas, uno modo de desbloqueo biométrico, y un pequeño modulo cuadrado para alojar su única cámara trasera y el flash LED. Este modulo sobresale ligeramente y es una sorpresa en un mercado donde todo se hace a lo grande y para que destaque. Google ha optado por la discreción y la sobriedad, aunque con una pequeña licencia al darle un acabado brillante.
En este punto apreciamos hasta que punto Google quiere mantener el mismo diseño, ya que la única razón de mantener un modulo de este tamaño para una sola lente es que quiere dársele el mismo aspecto que el resto de nuevos terminales Pixel.
Finalmente llegamos a la parte frontal, donde tenemos una pantalla plana con un marco que si bien no es del mismo en todos los lados, curiosamente deja una impresión de simetría bastante de agradecer. En esta pantalla tenemos un pequeño orificio en la esquina superior izquierda y sobre ella un altavoz integrado de forma muy disimulada en el propio marco.
En general es un diseño muy cómodo de usar y mas aún de transportar. Sus medidas permiten que lo llevemos en cualquier bolsillo y lo manejemos sin dificultades con una sola mano. Por otro lado por repetitivo se está volviendo algo anodino y su acabado en policarbonato hace que parezca de una gama inferior. Mientras el resto de marcas trata de que sus gamas medias luzcan como premium, Google se ha ido al extremo opuesto, tal vez demasiado opuesto y quitando méritos al producto final, sobre todo porque en nuestro modelo en negro las huellas son omnipresentes.
Android 11, un traje a medida
Si quieres un terminal con Android que pueda ofrécete una experiencia de uso de primer nivel, difícilmente podrás encontrar un dispositivo equiparable al un Pixel, al menos en lo que se refiere al sistema operativo. Google no solo se cuida mucho de que sus terminales ofrezcan la mejor experiencia con cada actualización, si no que ahora encima les dota de las Feature Drop. una serie de funciones exclusivas para los Pixel.
Por otro lado al adquirir un terminal de Google nos aseguramos de que no habrá esperas a la hora de recibir las actualizaciones, ya sea la de nuevas versiones como la de los correspondientes parches de seguridad mensuales.
Como es lógico el sistema de los Pixel 4a es Android 11, por lo que contamos con todas las novedades que ofrece la nueva versión del sistema de Google incluyendo el modo oscuro, el nuevo sistema de tarjetas multimedia y la navegación por gestos mejorada. Entre estos está el poder invocar al asistente de Google simplemente deslizando desde cualquier de las esquinas de la parte inferior de la pantalla.
No ha sido ninguna sorpresa que el funcionamiento del sistema haya sido de lo mejor que ofrece este dispositivo, a pesar de que no cuenta con un hardware que destaque.
Cámaras, sigue sorprendiendo lo que hace con una lente
En cualquier otro terminal de este rango de precios sería impensable hablar de un sistema de cámaras que se limite a una frontal de 8MP con apertura f/2.0 con 84º de campo de visión y una única lente trasera de 12,2 MP Dual Pixel con apertura f/1,7 y un campo de visión de 77°. Acostumbrados a ver tres o incluso cuatro lentes, llega Google y se mantiene en solo una lente. No solo eso, si no que repite casi calcado a lo que ya probamos en el Google Pixel 3a, pero no hablamos de cualquier marca y nuevamente la gran G demuestra que con un buen procesado hace maravillas.
La cámara del Google Pixel 4a se distingue por su interfaz sencilla, intuitiva y fácil de usar, sin muchos cambios con respecto a lo que hemos visto en modelos precedentes y a la espera de un cambio que ya está vigente en algunos Googel Pixel 5.
Carente de lentes macro, gran angulares o teleobjetivo, las opciones en la aplicación son también reducidas, aunque sin dejar de contar con un modo retrato y sobre todo con un la «Visión nocturna», la cual por cierto activa el modo «Astrofotografía. Para diferenciar entre ambos el disparador cambia de una luna en cuarto menguante a una pequeña constelación de estrellas.
Aunque lo cierto es que podríamos perfectamente retrotraernos experiencias con estas lentes, vamos a hacer un repaso de un dispositivo que saca los colores a modelos con una pléyade de lentes que no consiguen la calidad de este «pequeñin», incluso en rangos con precios más elevados.
Comenzamos hablando de su cámara frontal con sus 8 megapíxeles, que normalmente no haría que albergáramos muchas esperanzas, pero que se descubre como una cámara selfie más que capaz y que logra grandes resultados incluso en el modo retrato (y sin sensor de profundidad). Tanto en detalle como en la representación del color el Pixel 4a se luce, logrando un buen resultado incluso en tomas con contrastes de iluminación. Por otro lado esta lente también cuenta con el modo nocturno, aunque no con el de astrofotográfia, por lo que logra una buenas capturas con poca iluminación e incluso un nivel de ruido asombrosamente suave.
Teniendo en cuenta que la diferencia entre la lente frontal y trasera es de solo 4.2 megapíxeles, pues como imagináis la cosa no varia demasiado y donde lo hace es solo para mejorar. Con una lente de 12.2 megapíxeles el Google Pixel 4a exprime cada uno de ellos hasta limites insospechados.
Como es normal la mejor calidad la conseguimos cuando hay buena iluminación. No puedo quejarme de la época del año en que he podidos probar el Pixel 4a, un otoño en el que los arboles lucen una gama de colores que han permitido que este terminal confirme su capacidad de reflejar cada tono y color de una forma notable, siendo un añadido el uso del HDR+, con el cual se logra sacar a relucir los contrastes y alzar algunas zonas oscuras para obtener un resultado que es difícil creer que salen de un gama media con una sola lente.
Si ya nos vamos a condiciones de poca luz, señores aquí hay que quitarse el sombrero, no solo cuando la oscuridad es completa, si no que su IA capta el grado de oscuridad y se adapta a ello. El resultados es que si tomas dos fotografías del mismo objeto con diferentes grados de iluminación, la diferencia se nota solo en los extremos. Por otro lado es de los pocos terminales de la gama media (o ninguno ) que logra reducir el ruido de forma mas que notable en condiciones de poca luz, al tiempo que no tiene esa tendencia a amarillear la imagen. Si de día gusta, no noche asombra.
Luego tenemos el modo astrofotografía, el cual agradece un punto de apoyo y mas aún un trípode, pero con el que con un poco de pulso puedes sacar fotografías de cielo nocturno realmente llamativas.
Como otras veces nos queda esa quemazón de pensar que podría dar de si este terminal si le hubieran metido una lente teleobjetivo o un zoom, ya que con una lente obtienen en ambos aspectos resultados muy decentes, con unas lentes dedicadas podría ser arrollador.
Galería
Experiencia de uso, con sensaciones contrarias
Durante muchos meses mi terminal de cabecera ha sido un Google Pixel 3 XL, terminal que se englobaba en la gama alta y que me ha dado meses de satisfacción en su uso. Con el Google Pixel 4a la experiencia no ha distado mucho, se nota que la base no ha cambiado, algo que es bueno o malo, según lo mires, ya que hablamos de un terminal que ya tiene unos añitos.
Este dispositivo cuenta con una OLED de 5,81 pulgadas y una resolución FHD+ de 1080x2340p, lo que arroja una densidad de 443 p. Esas cifras son muy similares a lo que vimos en el Pixel 4, aunque en esta ocasión se ha manteniendo una tasa de refresco de solo 60 HZ y se ha perdido el Ambient EQ. Eso si, se acompaña de altavoces que le proporcionan una buena potencia y calidad de audio estéreo gracias al situado en la parte inferior y al que que tenemos situado sobre la pantalla.
Se trata de una pantalla de muy buena calidad aunque en un marco que hace que parezca de una gama inferior. Cuenta con tres opciones de configuración de color, brillo adaptativo y modo oscuro, opciones escasas ante lo que estamos acostumbrado a ver en otros terminales que nos permiten ajustar el contrate, temperatura, etc. Por contra cuenta con el modo de «atención a la pantalla», el cual evita que esta se bloquee se nota que la estamos mirando, aunque no toquemos ni interactuemos con ella.
En general su desempeño es correcto, sin destacar, aunque con un escaso nivel de brillo que hace que en exteriores no se vea tan bien como otros modelos de su segmento.
En su interior tenemos un procesador Qualcomm Snapdragon 730 de ocho núcleos y una GPU Adreno 618, que se acompañan de una 6 GB de RAM LPDDR4x y un almacenamiento de 128 GB. Una configuración que se refleja en que el terminal funciona de una forma muy correcta, sobre todo gracias a su buena conjunción con un sistema hecho a medida, sin embargo la experiencia de uso te deja la sensación la sensación de que Google debería comenzar a no conformarse y aspirar a más.
La potencia del Pixel 4a salva la mayoría de situaciones con corrección, pero si le exigimos con situaciones como a la hora de jugar, ahí se ve que la cosa va algo justa. Tiempos de carga más altos en los juegos de lo deseable son lo más notorio, ya que si bien no llega a notarse lags ni mucho menos problemas de parones, esto es algo que afea la experiencia general.
Donde nuevamente Google destaca es en el trato de su escasa batería. Sobre el papel sus 3140 mAh son simplemente desalentadores. Cuando vemos pocos terminales que bajen de los 4.000, llega Google y se queda casi mil por debajo. Sin embargo nuevamente sale al rescate un sistema que le va como anillo al dedo y que mima el consumo. El resultado es que a pesar de lo que pudiera parecer, el Google Pixel 4a alcanza sin problemas el día de uso.
Lo bueno de esta escasa capacidad de batería es que requiere poca carga, por lo que la carga de 18W, (rápida según Google, pero no según los cánones actuales), logra que en poco mas de media hora tengamos la mitad de la carga y se tome algo mas de una hora en completarla. No hay carga inalámbrica.
Google Pixel 4a, especificaciones: |
Dimensiones: 144 x 69.4 x 8.2 mm
Peso: 143 gramos Colores disponibles: Negro |
Sistema Operativo: Android 10
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OLED 5,81 pulgadas FHD+ (1080x2340) a 443 ppp HDR
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Qualcomm Snapdragon 730 2,2 GHz + 1,8 GHz, 8 núcleos y 64 bits
Adreno 618 |
6 GB de RAM LPDDR4x
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128 GB
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12,2 MP con tecnología Dual Pixel, estabilización electrónica y óptica, apertura ƒ/1,7, campo de visión: 77°
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8 MP f/2.0, campo de visión de 84°
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3140 mAh con carga rápida de 18 W de USB-C
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LTE
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Bluetooth 5.1, NFC, altavoces estereo, Gorilla Glass 3,ARcore,, sensor de huellas en su trasera
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389.00 € |
Conclusiones
Esta claro que Google se mueve mejor en la gama media que cuando pica más alto, donde el Pixel 4 dejaba mas sombras que luces, el Pixel 4a se plantea como una opción mucho más aconsejable. Esto no quita que Google siga pecando de conservadora, agarrada incluso en aspecto como procesadores o la capacidad de su batería, por no decir que su continuada apuesta por una sola lente principal sigue sorprendiendo a pesar de que logra salir de ella de forma destacada. Sin embargo todo esto no quita que el Google Pixel 4a sea una opción muy recomendable en la gama media, sobre todo si el tema de la fotografía es importante para ti.
Sigue siendo pasmoso que un sistema fotográfico tan pobre sobre el papel ofrezca resultados tan destacados, aunque no debemos olvidar que a la hora de comprar un dispositivo muchos son los que se fijan mas en los números que los resultados, algo que vemos en la continua carrera por «mas cámaras y mas píxeles». Hay terminales con cámaras de 108 MP que sus resultados son simplemente decepcionantes, pero no quita que «venda», algo que tal vez Google debería plantearse a la hora de pensar en añadir alguna lente más. Me quedo con la sensación de que Google ha optado por conformarse y no querer arriesgarse, de momento puede que le funcione, pero habrá que ver hasta cuando. Tal vez el Pixel 4 haya pasado factura, pero ya se sabe, cuando te caes del caballo lo mejor es volver a subirse a él lo antes posible.