Recientemente Razer nos sorprendía a todos con una propuesta para convertir nuestros smartphones en una miniconsola, lo hacía lanzado su mando Razer Junglecat, el cual permite que incrustemos nuestro smartphone para que de facto se convierta en una mini consola portátil. Ya hemos tenido la oportunidad de probarla largamente y ahora os contamos que nos ha parecido.
Razer Junglecat, una interesante propuesta
El Razer Junglecat se compone de dos controles individuales, un cuerpo central y una serie de carcasas donde colocar nuestro smartphone. Un concepto sencillo que promete mejoras nuestras capacidades al jugar con el móvil, haciéndolo más preciso y cómodo, evitando tener que usar los dedos sobre la pantalla. No hace falta ser un lince para ver que el concepto es similar al de los Joy-Con de Nintendo.
A la hora de usar el Razer Junglecat podemos hacerlo de varias formas y con distintos dispositivos. Para comenzar se conectan mediante Bluetooth, permitiendo su uso con dispositivos Android 7 y superior, pero también con Windows 8.1 y Windows 10. Esto nos permite usarlos con nuestra tablet o portátil, ademas de con el móvil.
En la caja donde lo recibimos encontramos los dos controladores unidos mediante un modulo central, el cual nos permite usar estos como un mando «al uso». También encontramos tres carcasas a las que podemos añadir estos controles y aquí esta el primer pero del dispositivo.
Estas carcasas están disponibles para unos determinado modelos de smartphones, en España concretamente nos vienen para los modelos Razer Phone 2, Samsung Galaxy S10+ y el Huawei P30 Pro. Esto no impide que puedas usarlos con otros modelos, pero si que limita su uso en el «modo mini consola». En mi caso he usado el Samsung Galaxy S10+ para probarlo a fondo, pero también es plenamente funcional con otros dispositivos sin la carcasa.
En lo que al diseño, los dos controladores se separan o unen a su «base» y a las carcasas mediante un sistema tipo riel. Basta deslizarlos hasta que encontremos una pequeña resistencia que salvar, momento en que se quedará sujetos con firmeza. El ajuste de las carcasas se nota firme, no quedando ningún tipo de holgura, hasta el punto que es necesario presionar en el hueco dejado para la cámara para poder extraer el teléfono.
Cada controlador viene con un peso de 42 gramos y unas medidas de 81 x 36,8 x 29,9 milímetros. Cuentan en su parte inferior con un deslizable para encenderlos o apagarlos y un puerto USB tipo C para cargarlos, cuyo cargador por cierto no está incluido. E la parte superior tenemos los dos tradicionales gatillos y en la parte frontal tenemos, en la zona superior justo en la esquina, un LED que nos indica el estado de conexión del mando.
El controlador de la derecha tiene un stick y los cuatro botones que solemos encontrar en un mando «ABXY». Cuenta ademas en la parte inferior con un botón «start». Por su parte el izquierdo también cuenta con so correspondiente stick, bajo el cual se encuentra una cruceta y el botón de «Select».
Como vemos una configuración familiar para que nos sea más fácil hacernos a jugar con el Razer Junglecat.
Razer Gamepad para configurarlo al gusto
El Razer Junglecat cuenta con la aplicación Razer Gamepad para poder configurarlo o encontrar juegos compatibles, ya que con el resto la experiencia no siempre es la mejor. Con esta aplicación podemos escoger como se comportará el mando con cada juego que iniciemos, pudiendo seleccionar entre tres modos: predeterminado, personalizado o superposición.
Por defecto el primer modo es el más usado y usa la configuración habitual de un mando. El segundo modo nos permite configurar los controles al gusto, desde la asignación de los botones hasta configurar la sensibilidad de los sticks. El tercero superpone sobre la pantalla unos controles digitales para suplir posibles incompatibilidades en algunos juegos.
Experiencia de uso
Para comenzar decir que la diferencia entre jugar con un dispositivo compatible con una carcasa a hacerlo con otro que no lo es, es simplemente abismal. Aún así lo he probado en ambos modos, el primero con un Samsung Galaxy S10+ y el segundo con un Google Pixel 3 XL. Ambos terminales potentes que dan muy buen resultado manejando la mayoría de juegos.
La experiencia con el Pixel 3 XL es correcta, pero poco más que la que podemos encontrar con un mando más. La posibilidad de personalizar los mandos ayuda a poder adaptarlo al estilo de juego, pero no saca todo el potencial del Razer Junglecat.
La cosa da un vuelco cuando lo probamos con el Galaxy S10+, el cual encaja a la perfección en su carcasa, dándonos la sensación de estar más ante una consola portátil, que ante un smartphone. Simplemente no tiene nada que ver en lo que a experiencia de juego se refiere, algo tan simple cambia por completo las sensaciones que nos deja el Junglecat.
La conexión via Bluetooth es sencilla y la aplicación Gamepad le da un plus al poder personalizar el comportamiento en cada juego. Tal vez los controles son ligeramente más pequeños de lo deseable, pero nada insalvable. Los sticks tienen un buen recorrido, ademas de ser clickables, mientras que los botones y cruceta también ofrecen una respuesta muy correcta.
Los gatillos R2 y L2 (inferiores) cuentan con buen recorrido y una pequeña curva que ayuda a su control, algo que se hubiera agradecido también en los R1 y L1 (superiores), más planos y que destacan ligeramente sobre el cuerpo.
Según Razer la autonomía del Junglecat es de 100 horas, algo que se aprovecha de una conexión bluetooth de bajo consumo. Lo cierto es que en un uso normal variable, es decir unos días solo unos minutos y otros partidas de un par de horas, prácticamente te olvidas de comprobar cuanta batería te queda. Un par de semanas, e incluso más, te van a durar y es uno de los puntos que mas me han gustado.
Al haber podido usarlo «al completo» he de reconocer que la experiencia ha sido tremendamente positiva, la lista de juegos compatibles es larga y prometen que seguirá creciendo. Con los que hay tienes una amplia variedad de estilos entre los que escoger, alcanzando otro nivel al usarlo en modo «consola», nada que ver a jugar al modo tradicional.
Especificaciones Razer Junglecat
- Conexión Bluetooth de baja energia (BLE) (Android 7.0 Nougat o superior, Windows 8.1 o superior)
- Batería de más de 100 horas de duración
- Mando de doble cara
- Carga mediante USB-C
- App Razer Gamepad (Android 8.0 Oreo o superior)
Galería
Conclusiones
Razer presenta una propuesta muy interesante, pero cuyos mayores beneficios son para un número limitado de dispositivos. Si bien es cierto que los Razer Junglecat son compatibles con un gran número de smartphones, esta solo es completa con aquellos que podamos usar con sus carcasas, en caso contrario la experiencia es muy distinta. Esto no es algo que digamos nosotros, si no que de forma indirecta la propia Razer lo confirmó con el anuncio del Razer Kishi.
Si eres aficionado a jugar con el móvil, no quieres o no necesitas una consola, y sobre todo si cuentas con un terminal compatible con las carcasas, el Razer Junglecat es una compra muy recomendable. Sin embargo para el resto de smartphones, los 119.99€ que cuesta hace que se plantee como mejor opción esperar un poco más a la salida del Razer Kishi o incluso plantearse opciones como el Razer Raiju Mobile.