Allá por inicios del 2002 a alguien se le ocurrió que mezclar los universos Disney y FF, el resultado fue un producto fresco y novedoso que no tardó en hacerse con el favor del público. La última entrega de esta unión nos ha llegado bajo el título de Kingdom Hearts III, que tras años de desarrollo finalmente se lanzó para Xbox One y PlayStation 4 y del cual hoy os traemos la correspondiente review. Hablamos de un producto de Square Enix y Disney bajo la dirección de Tetsuya Nomura, por lo que las expectativas eran altas. A continuación te contaremos si se han cumplido.
Una Historia repleta de pequeñas historias
KH siempre ha pecado de notarse en exceso el esfuerzo por introducir una gran cantidad de mundos Disney en una historia que lograse aunaros. Kingdom Hearts III no es ajena a este problema, pero esta vez se ha llevado de forma más discreta pero no exenta de algunas incongruencias y giros «raros».
Continuamos con el trío formado por Sora, el pato Donald y Goofy en su lucha por seguir la luz, luchando contra la oscuridad encarnada en
Xehanor y tratando de hacer que Sora retome sus fuerzas, poderes y también la confianza. Este es el hilo conductor de la historia principal, gracias al cual esta tripleta se lanza a recorrer diversos mundos del universo Disney. Sin embargo cada mundo que visitemos es en si una historia propia, la cual entremezclan de manera mas o menos acusada con la principal. En ocasiones de forma muy forzada, pero en otras muy bien hilada.
Por otro lado se ha logrado una armonía entre personajes, consiguiendo que tanto los aportados por Square Enix, como los de Disney, cohabiten de forma perfecta en todos los escenarios, a pesar de ser muy distintos en sus raices. Esta es una de las bazas de Kingdom Hearts, y en esta entrega no se ha descuidado.
Mundos distintos, con sus peculiaridades
Sin duda uno de los mayores atractivos de este juego es poder recorrer los mundos Disney. En este entrega encontraremos mundos clásicos como el de Hércules o Monstruos S.A., y otros más modernos como el de Frozen, Enredados o Piratas del Caribe.
Cada mundo tiene sus propias características y el juego se adapta a ellas. Por ello, podemos ver a nuestro trío unirse a personajes de cada mundo, e incluso adoptar el mismo estilo visual. Desde un estilo «juguete» en el mundo de Toy Story, hasta un aspecto «monstruoso» en el mundo de Monstruos S.A. En este aspecto la capacidad de adaptar los personajes es mas que destacarle, desde el propio diseño hasta las texturas, es de una enorme calidad.
Un apartado gráfico para enmarcar
Si hay algo que une a todos y cada uno de estos mundos es el extremo cuidado en el apartado gráfico. Todo ha sido cuidado y casi mimado. Lo detallado de cada mundo, el modelado, texturas e iluminación es una constatación de un trabajo bien hecho. Teniendo en cuenta la diversidad de escenarios, con estilos muy distintos, que van desde los tipos más clásicos de la animación hasta entornos más realistas, Kingdom Heart III no solo da la cara, si no que saca pecho con orgullo.
Es de apreciar el cuidado que se ha puesto en su recreación de los escenarios de cada «mundo». Quien, como este que les escribe, haya visto las películas de Disney, no puede dejar de notar que realmente cada uno es un fiel reflejo del original. No hablamos solo de la calidad gráfica, la cual es simplemente una maravilla, si no la propia ambientación y recreación.
En cada mundo se han usado puntos muy distintivos y reconocibles, de forma bastante acertada. El ejemplo más claro lo tenemos en Frozen, donde se ha escogido la secuencia en la que Elsa huye asustada por sus poderes. Un momento que aprovechan para mostrarnos una cinemática con la archi-conocida canción, y donde nos enfrentaremos al guardián de hielo.
Combates llenos de color, y juegos por todos lados
La base de Kingdom Hearts III son la lucha con espada, un sistema clásico donde golpear y esquivar es lo principal, pero no lo único. Para empezar tenemos un número de armas que iremos desbloqueando a lo largo del juego. Distintos tipos de espadas, pero también hechizos y habilidades, ademas de pociones con las que recuperarnos. En este aspecto podremos mejorar a nuestro personaje principal, Sora, pero también a nuestros compañeros de batalla.
Las peleas en Kingdom Hearts III nos enfrentan a lo largo de todo el recorrido con distintos tipos de «sin corazón», hasta llegar al jefe de cada mundo, el cual será el que nos ponga a prueba. En nuestro arsenal contaremos con una gran variedad de «hechizos» que nos permiten llamar a algunas de las atracciones o personajes Disney. Desde un colorido barco pirata, tazas locas o incluso montar a lomos de Pegaso.
El sistema de combates es uno de los puntos fuertes del juego. No solo son espectaculares en si mismos, con abundancia de golpes y hechizos, si no que hay que tener presente que debemos ir evolucionando los personajes, habilidades y armas para poder ir afrontando los nuevos retos. Aunque en la mayoría de los combates la habilidad será suficiente para pasarlos, los jefes requerirán un correcta elección de llave espada, habilidades y magia.
Sin embargo Kingdom Hearts III es mucho mas. Como es habitual tenemos el manejo de las naves Gumi, con la que surcaremos el espacio entre mundos con un sistema totalmente distinto de lucha. Pero incluso en las mismas luchas en los distintos mundos, encontraremos que podemos invocar armas donde pasamos de luchar a base de disparos y que cambian nuestro sistema de lucha.
Otra de las gracias del juego es que tenemos minijuegos dentro de la historia principal. Tendremos que encontrar ingredientes para realizar platos con Ratatouille, encontrar las distintas partes de Olaf entre montañas de nieve, bailar con Rapunzel, deslizarnos sobre nuestro escudo para huir de una especie de dragones de hielo o realizarnos fotografías y selfies en determinadas zonas. Si esto fuera poco también contamos con una especie de simulación de juegos arcade, en los que controlaremos una mini consola de juegos. Todo un disparo en la linea de flotación de la añoranza.
Un juego con estilo propio
Kingdom Hearts III no es más que la simple lucha entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, el amor y la falta de sentimientos, argumentos ya muy machacados pero que en manos de Square Enix y Disney/Pixar adoptan un cariz que no defrauda. Cuando un juego te ofrece una experiencia de jugabilidad y visual tan buena, los pequeños fallos se diluyen.
Hoy en día es muy complicado encontrar un juego al que puedas dar un 10, muchos son los factores a tener en cuenta y, seamos sinceros, también las preferencias del usuarios o en este caso de quien analiza el juego. Ante esto no podemos dejar de lado el hecho de que Kingdom Hearts III tiene mas de continuista que de novedoso. Podíamos esperar mas amplitud de movimientos en una era en la que los mundos abiertos son la baza esgrimida por los grandes estudios. Sin embargo KH tiene su propio sello y cambios radicales podían tener una acogida mas negativa que positiva. Square Enix se han centrado en los puntos fuertes del juego, dejando en manos de Disney el proporcionar uno mundos diversos, llenos de acción, pero con esa magia que solo Disney consigue.
Kingdom Hearts III cada mundo que visitemos nos es familiar, basta ver las cinemáticas para tener la sensación de que estas ante una película Disney y no ante un videojuego. Tetsuya Nomura logra una perfecta conjunción, logrando introducir nuevos personajes en esos mundos, pero sin que en ningún momento se sientan fuera de lugar. Y es que tanto visualmente, como en jugabilidad esta sincronía es perfecta.
Cada escenario nos da no solo un nuevo fondo, también nuevos compañeros con nuevas formas de combate, ataques en grupo y enemigos distintos. Ello te hace desear ver que te espera en el siguiente nivel y recibir estas cosas como un soplo de aire fresco que te incentiva a avanzar e impide que te sientas ante una repetición son solo un retoque estético.
Conclusiones
No lo tenían sencillo en Square Enix para no defraudar ante un juego que llevábamos mucho tiempo esperando. La baza de Disney es una garantía, pero no te asegura el éxito. Sin embargo, y a pesar de que no ha habido grandes cambios si no mejoras de los aspectos más fuertes de la saga, lo cierto es que Kingdom Hearts III ha cumplido sobremanera.
La calidad de sus gráficos, banda sonora, así como las animaciones de batalla y las múltiples formas de jugar, en conjunto hacen que las horas se te vayan jugando mundo tras mundo. Desde conducir un robot de juguete, pasando por deslizarte por la nieve o surcar los mares con piratas del caribe, la diversión no decae y deja poco espacio para el tedio.
Por supuesto no podemos evitar hacer mención a aspectos que deberían mejorarse, como el pobre seguimiento de la cámara en determinadas escenas. Un ejemplo es la bajada por las laderas sobre nuestro escudo en el mundo de Arendelle, donde la visibilidad es mas bien escasa por el simple hecho de no poder levantan un poco la cámara. En cuanto a la nave Gumi, nunca ha sido uno de los aspectos destacable para mí en KH. Cierto es que ha mejorado, pero me sigue pareciendo la zona más floja del juego.
En resumen es un juego que juzgado en conjunto no puede menos que clasificarse como excelente, de esos que te dan ganas de volver a jugar y disfrutar de cada aspecto mas a fondo. Las escenas son dignas de ver y es casi obligatorio no saltarte ninguna, no solo para no perderte la trama, si no para apreciar el trabajo realizado en traer los mundos Disney al terreno de las consolas. Un juego con el que he disfrutado, y cuyo computo general compensa de sobra sus pocos puntos flacos.
Kingdom Hearts III
69.99Pros
- Una fusión que sigue resultando muy atractiva
- Variedad de mundos, perfectamente recreados
- Una banda sonora que cuenta con algunos éxitos de Disney
- Variedad de formas de jugar, PEleas con llaves Espada, invocaciones, hechizos, juegos clásicos, minijuegos
Contras
- La cámara no siempre sigue la acción correctamente