Finalmente se ha confirmado la salida de de Barcelona de Uber y Cabify, aduciendo las restricciones que han adoptado las autoridades catalanas. Tras una huelga por parte de los taxistas, el Govern acordó un plazo de contratación para las VTC de al menos 15 minutos, que llegaban a la hora en Barcelona. Ante esto Uber y Cabify habían amenazado con abandonar la ciudad, lo que supondría la perdida de 3.000 puestos de trabajo, y exigían tener voz en esta decisión.
A pesar de haber recogido 150.000 firmas apoyando su postura, finalmente el Govern firmó el decreto aprobando la precontratación, lo que ha tenido como efecto inmediato el anuncio de estas plataformas de su intención de abandonar Barcelona este mismo Viernes.
Esta es una situación complicada, ya que ahora se plantea la posibilidad de que estas empresas exijan reparaciones millonarias. Por otro lado muchos acusan a los taxistas de no haber sabido explicar sus exigencias, dando la apariencia de buscar acabar con la competencia. Hay que tener en cuenta que una de las quejas de los Taxistas era que las plataformas VTC no tributan apenas en España, algo que pocos discuten y que debería de ser legislado convenientemente. Sin embargo las empresas propietarias de las licencias y los profesionales que conducen los coches, los cuales si tributan en nuestro país, ahora ven cómo se están retirando los coches de las calles y afrontan la pérdida de sus empleos.
Con el MWC en el horizonte
En apenas unas semanas dará comienzo el MWC, un evento que lleva unos años en el candelero y que incluso ha estado cerca de abandonar la ciudad condal, algo que sus responsables han confirmado recientemente. El que una ciudad como esta, con un evento de estas magnitudes, no cuenta con un servicio que en muchos países son de uso habitual, sin duda se les hará extraño a los asistentes. Está claro que la cercanía de este evento ha tenido su peso en la decisión del Govern, quienes se veían con un nuevo escenario de lucha en pleno MWC que han querido evitar.
Sin embargo esto puede no haber acabado, ya que diversos especialistas afirman que las VTC aún pueden recurrir esta decisión, pudiendo llegar a Bruselas en defensa de sus intereses. Parece que ahora la pelea se ha trasladado a los despachos