Hoy vamos a probar un juego en el que nos convertiremos en un superhéroe con la nada desdeñable misión de salvar el mundo y la galaxia. Megaton Rainfall es una creación del estudio madrileño Pentadimensional Games, presente ya en las consolas de nueva generación y también para VR con PlayStation VR, HTC Vive y Oculus Rift.
La propuesta de Megaton Rainfall es de un juego en primera persona donde encarnaremos a una especie de superhéroe, creado por un dios que nos irá guiando a lo largo del juego. De inicio se presenta interesante, pero veamos que nos ha parecido tras un tiempo probándolo en Xbox One.
De la nada a convertirnos en todopoderosos
Iniciamos el juego «naciendo» de la nada, creación de un ser celestial que nos informa de la invasión de la tierra por una especie alienígena a la que debemos detener. Nuestro padre nos da un par de superpoderes como la hipervelocidad y el disparar rayos, esto nos será suficiente para iniciar el juego. Nuestra misión es acudir allá donde nos indique el juego para detener las oleadas de ataques alienígenas. Si las derrotamos iremos acumulando poderes en forma de una especie de orbes que debemos atravesar. El dios/padre nos irá guiando sobre como hacer uso de cada uno.
Durante todo el juego nuestro guía nos irá narrando la historia de esta invasión entre cada misión. Cada una de esas misiones nos irá enfrentado a nuevos artefactos alienígenas que serán mas o menos vulnerables a nuestros distintos poderes, por lo que debemos saber cuales usar contra ellos. Además algunos poderes necesitan un tiempo para recargarse, por lo que no siempre podremos hacer uso de ellos.
Unos gráficos simples y poco realistas
Megaton Rainfall esta pensado para jugar en la distancia, podemos recorrer nuestro planeta e incluso salir por el cosmos, pero si nos acercamos a cualquier objeto vemos como el nivel de detalles es mas bien escaso. Si bien podemos encontrar multitud de paisajes e incluso bucear bajo las aguas, la mejor forma de disfrutar de este juego es con algo de distancia, sin fijarnos en texturas, iluminación o contornos, y es que en este aspecto el juego es bastante simple.
Por otro lado el apartado del animaciones está bastante mejor conseguido y se nota que el motor de físicas hace bien su labor. No es una maravilla, pero cumple.
Variedad de enemigos y progresión ascendente
Cada nueva misión nos muestra distintos enemigos que van desde pequeñas naves que ocasionan daños moderados a grandes estructuras que pueden arrasar una ciudad. Una cosa a tener muy en cuenta es que las misiones tienen como propósito evitar bajas civiles, esto incluye no solo las que ocasionan los alienígenas, si no también las que ocasionamos nosotros si erramos el tiro. Por otro lado si nos cuesta acabar con las naves, el juego nos irá dando pistas para superarlos.
Los enemigos van variando sus tácticas y tendremos que encontrar sus puntos flancos, los cuales suelen venir señalados con una zona roja. Desde naves que disparan rayos, otras que disparan bombas e incluso los que se mimetizan como edificios, todos ellos debemos eliminarlos con nuestros poderes sin ocasionar victimas.
El problema surge cuando vas avanzado y te queda la sensación de repetir una y otra vez lo mismo. Esto hace que inicialmente el juego sea entretenido, pero que poco a poco se hace algo insulso. La variación de enemigos no es suficiente para evitar esta sensación, a pesar de que si aumenta la dificultad de cada misión.
Por otro lado el apartado sonoro está en consonancia con el aspecto gráfico y si bien acompaña dando un aire melancólico, pasa sin pena ni gloria.
Conclusiones
Desde el inicio te quedas con la impresión de que Megaton Rainfall es un juego VR, la experiencia en consola no logra que dejes de tener esa sensación de que el juego da mucho más de si en un entorno inmersivo. La buena intención con la historia y un inmenso escenario de juego son sus puntos fuertes, una gran idea por parte de los desarrolladores que hace pensar en que no han podido terminar de plasmar en el juego.
La calidad gráfica y la monotonía según avanzas en el juego, penaliza lo que de entrada se presentaba como un gran proyecto. El resultado final es un título que te ofrece unas fases iniciales divertidas pero que no termina de engancharte, no al menos en consola.