Uno de los géneros que actualmente está más de moda es el JRPG (juego de rol japonés) y se nota por la cantidad de juegos que están siendo lanzados en los últimos años, especialmente 2017. Tokyo RPG Factory y Square Enix han sabido aprovechar la ola y han lanzado dos de los mejores ejemplos de este resurgimiento de un género que tuvo como zénit la época de los 16-bits. No estamos hablando de un genero desconocido por las grandes compañías ni mucho menos, ya que grandes exponentes del género se encuentran entre los mejores títulos de la indústria, como la saga Persona; la saga Shin Megami Tensei; los Xenoblade Chronicles; el inmortal Final Fantasy o incluso Pokémon.

Dentro de este marco nos encontramos a Lost Sphear, nuevo juego de Tokyo RPG Factory que ya nos demostró su buen hacer en I Am Setsuna, su primer lanzamiento, y que influencia en gran cantidad a este que nos ocupa. Lost Sphear sigue la línea inaugurada por el anterior juego y se presenta a la vez como una evolución de los JRPG más clásicos y una alabanza a aquellos primeros conquistadores del género en la época de los 16-bits. Aún siendo un gran juego, no llega a la excelencia de muchos de sus compañeros de género, pero si cuenta con buenas ideas que podrían suponer las bases de algo mucho mayor.

Recuerdos en blanco

Lost Sphear cuenta con una entretenida y funcional historia que, aún no siendo para nada mala, tampoco destaca en nada especial que nos vaya a levantar de la silla con un giro argumental de 180 grados. Nosotros encarnamos a Kanata, un chico que sueña una y otra vez con alguien que le cuenta una historia sobre recuerdos, pero ni sabe quién es ni por qué se le aparece exactamente a él. Su madre desapareció de una manera extraña y está dispuesto a intentar buscar la verdad. Pero mientras eso ocurre, lugares; personas y objetos desaparecen bajo un manto blanco que les representa como lo que fueron. Kanata, a raíz de una nueva aparición de ese misterioso personaje, aprende que él tiene el poder de recuperar a través de determinados cristales los recuerdos de todos los lugares o personas que han quedado bajo ese limbo blanco.

Los recuerdos son el principal eje del juego y la historia, pues nos deberemos encargar de buscar las piedras y los lugares que hay que recuperar. Podremos salvar tanto a personas como objetos y también ciudades o pueblos enteros. En nuestra empresa nos acompañarán Lumina y Locke, además del curioso y misterioso Van, que aparece de forma espontánea pero es conocedor de la historia. Lost Sphear convierte la exploración de su vasto mundo también en una de sus mecánicas clave, puesto que para recuperar todos los lugares o personas perdidas deberemos recorrernos bien el paisaje para encontrarlos, aunque tampoco nos supondrá una dificultad exagerada.

Podremos ir guardando todo tipo de objetos e ítems que recogeremos u obtendremos a través del avance del juego. Estos pueden ser pociones, armas o incluso ropas. Mediante el avance del juego nos iremos encontrando con diferentes personajes que poder añadir a nuestro grupo además de los anteriormente mencionados, cada uno consta de una personalidad muy diferenciada y, sobretodo, cualidades o poderes distintos con los que poder equilibrar el grupo a nuestro gusto. También es muy importante, como en la mayoría de JRPG, el volver a puntos que ya hemos visitado para completar misiones, y es que el movimiento por muchas localizaciones es de suma importancia.

La exploración no se hace pesada y las áreas están muy diferenciadas unas de otras. Las opciones que tenemos durante el juego son recolectar ítems, ayudar a personas que nos encontremos haciendo ciertas misiones y seguir la historia principal. Encontraremos ciertos artefactos que poder crear con los recuerdos y cada uno nos dará alguna característica especial, bien sea para el combate o para la exploración. Esto es una manera de premiar al jugador que se dedica a explorar bastante ingeniosa a la vez que se sustenta en la historia principal donde recuperar zonas, personas u objetos a través de los cristales. Deberemos hablar con muchos personajes, tanto principales como secundarios, y así iremos construyendo también la historia en nuestra mente.

Combate al puro estilo japonés

La gran mayoría de JRPG tienen sistemas de combate muy determinados con franquicias que han convertidos esas batallas en su sello de identidad. Podríamos mencionar diversos, siendo el más popular y conocido combate por turnos (Pokémon o Final Fantasy). En Lost Sphear este es uno de los aspectos más importantes con diferencia y nos encontramos con un método bastante tradicional conocido como ATB (Active Time Battle). Basándose en las de I Am Setsuna (y este a su vez en Chrono Trigger o Secret of Mana), Lost Sphear nos presenta un cambo de batalla que, aún funcionando también por turnos, es mucho más dinámico y rápido que los de otros JRPG. Esto se debe a que no es continuamente un 1vs1 y con un mismo personaje (si tiene esa habilidad) puedes infligir daño a más de un enemigo.

Todos cuentan con una barra que, al recargarse, les permite atacar a placer. Cada personaje tiene sus debilidades y fortalezas, algunos contando con un daño mayor pero una área de ataque mucho más cercana (como Kanata) y otros que cuentan con armas de largo alcance y pueden dañar a los enemigos desde mayor distancia. Una de las mayores virtudes del ATB es la posibilidad de mover nuestro personaje una vez hemos seleccionado el ataque, por lo que con la previsualización de su área de irá cambiando según nos movamos. También hay algunos ataques que pueden ser de área y por lo tanto, como ya he dicho anteriormente, poder atacar a más de un enemigo a la vez.

Conforme el juego avanza las batallas se vuelven mucho más complicadas y con enemigos más poderosos. Nuestros personajes, pero, también aprenderán nuevos ataques, con nuevas armas o poderes mágicos que poder utilizar con los spritnites y que nos permitirán realizar ataques mucho más potentes, además de nuevos huecos para más opciones en los personajes. Otra de las principales características en el combate de Lost Sphear es el sistema Momentum, que ha sido mejorado en esta entrega. Este nos permite, tras cargar los círculos ya sea por daño o ataques, utilizarlo y así atestar un duro golpe al enemigo que se traduce en un ataque especial.

Por último, también están presentes unas armaduras mecanizadas o mechas llamadas Vulcosuits que nos permiten aumentar ciertas habilidades y características u obtener otras nuevas y que varían según el personaje que se escoja. Éstas no están exclusivamente ligadas al combate y nos permiten también realizar diversas acciones en la exploración y que nos ayudarán a recorrer el mundo de Lost Sphear.

Banda sonora impecable, artísticamente cuidado

En el apartado artístico me gustaría empezarlo destacando su banda sonora. La música sabe acompañar bien al juego sin molestar en ningún momento, y de hecho sí destaca más de una composición notable que destila épica en momentos concretos de la historia. En fases de exploración la música parece pasar a un segundo plano donde se limita a ir de la mano de lo que estamos viendo, pero genera un ambiente tranquilo y relajante que se agradece e invita a perderse un poco por el mundo que nos presenta. Tomoki Miyoshi (conocido por componer la banda sonora de Soulcalibur V o Steins;Gate) ha hecho un excelente trabajo con la cantidad de piezas que se han compuesto para el juego y ha sabido captar la mayoría de momentos de la historia o que atraviesan los personajes a través de la música.

En cuanto al apartado artístico, aún siendo modesto cuenta con más de un momento de nobleza característico que se agradece. La parte puramente gráfica es más bien sencilla, con modelados y mundos 3D que podrían considerarse de un juego para móvil siendo puristas, pero que le dan un ambiente especial. La parte más estética o artística si cuenta con muchos aciertos y le hace tener un encanto especial que junto a la elección de paleta de colores o incluso la compaginación con ciertos sonidos y efectos, cree algo especial alrededor del juego.

Conclusión

Lost Sphear presenta una entretenida historia con una jugabilidad muy robusta y unos combates dinámicos y clásicos. Es curioso, porque es un juego que me ha gustado mucho, pero no me ha fascinado ni me ha llegado al corazón cómo otros. Lost Sphear hace muchas cosas bien y podríamos decir que pocas cosas malas tiene, pero lo que hace tampoco lo realiza de una manera sobresaliente como para llamar la atención y peca más bien de ser conservador. La historia resulta interesante pero empieza algo lenta para cuando realmente te enganchas, mientras que hay algunas partes un poco predecibles.

Sí es cierto que algunos personajes están bien cuidados pero tampoco llegas a empatizar con ellos de manera total y eso impide un poco al jugador a entrar el la inmersión. En general, es dinámico y en muchos puntos, atractivo, pero sí que se nota que no es un juego para las masas, al igual que no lo era el anterior juego de Tokyo RPG Factory. El estudio tokiota aún tiene algunos campos que mejorar pero están siguiendo un buen camino. La evolución con I Am Setsuna es más bien comedida y quizás se necesitaba más garra o ganas de arriesgarse, sobretodo con una premisa tan interesante como los recuerdos y memorias como nos presenta Lost Sphear.

El juego apunta directamente a los sentimientos de los amantes del JRPG y, sobretodo, los enamorados de la época dorada del género. Puede enamorar a cualquiera, y su duración tampoco es exagerada para que alguien pueda disfrutar perfectamente del juego (unas 20h), además de que aunque no me haya enamorado sí lo recomendaría por resultar entretenido y ligero en su avance. Quizás aún necesitan darle un par de vueltas a sus buenas ideas, pero estoy seguro de que Tokyo RPG Company nos brindará muchas alegrías en un futuro, y si no, al menos sí nos dejará más de un momento para el recuerdo, sólo esperemos que no acabe cristalizándose y por lo tanto, desapareciendo.