BODEGA

Paul McDonald y Ashwath Rajan, son dos ex-empleados de Google que un día decidieron crear una StartUp, la idea era lanzar un producto en forma de vitrina con estanterias que se desbloquearía mediante una aplicación y que ofrecería productos no perecederos de primera necesidad, una cámara realizaría un seguimiento de lo que el cliente cogiera de la maquina y se le cobraría en su cuenta.

Lo cierto es que hasta aquí todo normal, incluso se les podría preguntar si no han oído hablar de las maquinas de vending, las cuales ofrecen un servicio muy similar al propuesto. De inicio la cosa no les ha ido mal ya que han logrado reunir la nada desdeñable cantidad de 2.5 millones de dolares de diversos inversores, el problema ha surgido sobre todo a raíz del nombre escogido por el producto: “Bodega”.

En España el termino Bodega se asocia a un establecimiento de venta o elaboración de vinos, aunque tiene otros usos sobre todo en latinoamérica, en lo que se hace referencia a un pequeño establecimiento, vamos lo que se ha conocido de toda la vida como “La tienda de barrio”. En Estados Unidos este nombre se ha popularizado para referirse a este tipo de negocios, normalmente regentados por inmigrantes.

¿Donde está el problema? pues lo que ha despertado la iras de los usuarios son dos asuntos, lo primero es ver como en una situación de catástrofe como la vivida por algunos estados tras el paso de los últimos huracanes, se invierten 2.5 millones de dolares en un producto que para muchos no tiene nada de novedoso, sino que es una evolución de las maquinas de vending con un traje de “innovación” por venir de “ex-Googlers”. La segunda, como ya hemos dicho, es por el nombre escogido ya que se les acusan de ningunear a miles de familias humildes, poniendo además es riesgo sus puestos de trabajo.

Sinceramente este segundo argumento se contradice con el primero ya que las maquinas de vending ya hace mucho que conviven con nosotros, pero es curioso ver como un simple proyecto empresarial, por mas que sea o no discutible, ha logrado enfurecer a la comunidad norteamericana. Lo cierto es que este tipo de puestos de venta pueden ser muy cómodos en oficinas, bloques de apartamentos y similares. Sin embargo como decimos es algo que las maquinas de vending ya ofrecen, salvando las diferencias, y esto no ha repercutido en las tiendas de barrio.

¿Tú que opinas? ¿Pueden hacer peligrar este tipo de maquinas las tiendas de barrio o son compatibles?

Síguenos en nuestros canales de Telegram y Google News para no perderte nada.


Esta web usa enlaces de afiliación que ayudan a su mantenimiento, con ellos recibimos una comisión por cada compra que los usuarios hagan, aunque esto no supone un aumento de su precio, solo nos echas una cable en los gastos de la web.


Sobre El Autor
Pedro A.
Editor Jefe, enamorado de mi familia y de la tecnología en cualquiera de sus formas, aficionado a la Sci-Fi y a mirar al cielo nocturno. Tratando de vivir la vida sin remordimientos.