Mountain es una marca que apuesta por el formato modular para sus dispositivos, algo que ya vimos cuando analizamos su teclado Everest y su NumPad. Sin embargo también disponen de accesorios que, sin necesidad de estar conectados al teclado, vienen a complementarlo para añadir nuevas funciones y con ello nuevas opciones de uso.

Hoy os traemos nuestro análisis de los Mountain MacroPad y el Mountain DisplayPad, dos accesorios que hemos estado probando y que se pueden adquirir por separado, formando parte ambos del ecosistema de la marca para escritorio, pensado sobre todo para streamers, creadores de contenido y profesionales que requieran de acceso rápido a diversas herramientas y configuraciones.

Especificaciones

Unboxing

Tanto el Mountain MacroPad como el Mountain DisplayPad nos llegan en el mismo curioso diseño de empaquetado, con una caja de color negro que en los contornos lucen el color azul que identifica a los productos de la marca. Sobre este fondo negro destaca en la parte frontal una imagen del dispositivo junto al nombre y el logo de la marca.

En el revés de estas cajas encontramos las principales especificaciones del dispositivo, que además en el caso del MacroPad tiene el sello que identifica contar con iluminación RGB.

En el interior de dichas cajas encontramos unos moldes de espuma de polietileno de color negro que se amolda a las diversas partes que los componen, pero que al mismo tiempo dejan espacio para introducir los dedos y poder sacar las partes de cada uno de los dos dispositivos. También encontramos en la parte de las tapas unas guías de uso para conocerlos mejor los accesorios de Mountain.

Sacar los componentes de los Mountain MacroPad y Mountain DisplayPad nos permite ver que cada uno de ellos tienen una base, la cual está pensada para que podamos usar cada dispositivo de forma autónoma. Estas bases cuentan con una parte inferior de goma que impiden que se mueva y que al mismo tiempo le dan un plus de estabilidad. Mientras que los accesorios y las bases son de color negro, la parte inferior de las bases son de un azul intenso y muestran en ellas el logotipo de Mountain.

Junto con los propios dispositivos encontramos en cada caja un cable de conexión USB A a USB C de unos 2 metros que junto con un acabado en tela trenzado viene con unas presillas de velcro. Además en el caso del Mountain MacroPad tenemos una herramienta que nos va a permitir extraer las keycaps e interruptores para poder cambiarlas si lo deseamos.

Diseño modular, pero también autónomo

Recordemos que la filosofía de Mountain es la de ofrecer unos teclado que en si se conviertan en un centro al que se le puedan añadir accesorios para complementarlo. En nuestro caso contamos con el modelo de teclado Mountain Everest 60, un formato TKL compacto, pero la marca también dispone del Mountain Everest Max, una versión completa de teclado que no se preocupa tanto por el tamaño y si por seguir el estilo modular.

Los dos accesorios de Mountain viene con un acabado negro cepillado y esquinas redondeados, el mismo que tenemos en el teclado y el NumPad. Este diseño hace que las huellas sean un problema del que nos podemos olvidar.

Mountain ha adoptado un sistema de tipo «C», con una parte inferior con una ranura que permite unir los accesorios a las bases que los acompañan. Este sistema junto con un plate de aluminio que le da una gran estabilidad y peso que logran que cuando se unen tengamos un dispositivo que no se va a mover del lugar donde lo coloquemos.

En la base vemos el modelo opuesto, de tal forma que uniendo ambos accesorios conseguimos que se conviertan en una sola pieza que, la verdad, es que cuesta de separar. Esto es gracias a unas gomas que mejoran el sistema proporcionando una mejor agarre entre ambas piezas.

Si contamos con un teclado Mountain Everest Max podemos prescindir de las bases y es que este mismo sistema de unión de aplica al propio teclado, de tal forma que tenemos un solo dispositivo con distintos elementos unidos para completar una verdadera central desde la que controlar todo.

Al no contar con el Mountain Everest Max hemos usado las bases, pero lo cierto es que al colocarlo sobre la parte superior del Everest 60 tenemos una experiencia muy similar, lo que hace que podamos decir que incluso disponer del «teclado indicado», los Mountain DisplayPad y MacroPad se acoplan perfectamente a nuestro setup.

Experiencia de uso

Al tratarse de dos productos distintos vamos a ir analizando cada uno por separado, comenzando por el Mountain MacroPad. Este viene a ser una extensión que nos permite contar con 12 teclas añadidas, especialmente pensado para que podamos contar con funciones macro con las que completar acciones con solo pulsar una tecla.

El Mountain MacroPad se conecta a nuestro PC mediante un puerto USB C situado en la parte trasera. Si como es mi caso cuentas con un teclado Mountain Everets 60 siento decirte que no puedes usar sus puertos si no que debes hacerlo directamente al PC. Por otro lado me hubiera gustado que el ajuste hubiera sido algo más firme en los USB C ya que en el caso del teclado ya comienzo a ver un poco de holgura, aunque no afecta a su rendimiento.

Su diseño compacto no debe inducir a equivocación y es que este pequeñin se puede convertir en una herramienta imprescindible en nuestro escritorio. Con unas keycaps ABS de doble inyección de alta calidad y unos interruptores Mountain Tactile 55 con iluminación RGB individual en cada tecla. Un aspecto que nos encanta de los teclados de Mountain es que los interruptores se pueden cambiar de forma sencilla, usando el llamado sistema en caliente que permite retirarlos y sustituirlos sin desarmar nada, siendo además compatibles con interruptores de estilo Cherry MX de 3 y 5 pines.

Los interruptores Tactile 55 de Mountain como sui nombre indican sin tactiles lineales, lo que hace que no tengan el sonido duro de los clicky. Cuentan con un recorrido total de 4mm, llegando al punto de actuación a los 2mm requiriendo para ello de una fuerza de actuación de 55g.

Cada tecla se puede configurar tanto en su iluminación como en su función desde el software BaseCamp, lo que nos permite grabar macros, adjudicar acciones como la de iniciar un programa o el uso que queramos dar a cada tecla.

En el caso del Mountain DisplayPad estamos ante una versión compacta de lo que marcas como ElGato ofrecen con el Stream Deck. Se trata de una serie de teclas de acción rápida que podemos configurar para usar con los habituales programas que usan los creadores de contenido y streamers como Twicth y OBS.

Al igual que el MacroPad su conexión al PC es directa mediante un cable que se conecta a un puerto USB C situado en la parte trasera. La diferencia salta a la vista en la parte superior, donde no tenemos teclas si no una serie de botones sobre una pantalla LCD de 4.5 pulgadas con resolución de 800 x 240 píxeles. Cada acceso se puede configurar para identificar el uso que le vamos a dar, pudiendo hacerlo usando imágenes en formatos estáticos, pero que también admite GIF para darle un aspecto más llamativo.

En el interior ambos dispositivos se parecen mucho y es que tanto el Mountain MacroPad como el DisplayPad cuentan con un procesador Cortex M0, ofrecen una tasa de sondeo de 1000Hz y un tiempo de respuesta de solo 1ms. Esto es posible gracias a su conexión por cable, lo que por otro lado tiene su vertiente menos agradable al tener que soportar tres cables si contamos el del teclado. En mi caso lo he solucionado uniendo todos ellos para formar un único cable que quede más disimulado en mi escritorio.

Base Camp, un programa que destaca por su sencillez

Para configurar nuestros nuevos dispositivos vamos a hacer uso de Base Camp, un software que podemos descargar de forma gratuita desde la web de Mountain. Una vez instalado en nuestro equipo solo tenemos que iniciarlo, reconociendo de inmediato los dispositivos que tengamos conectados de la marca.

Base Camp nos ofrece distintas funciones divididas en pestañas, por lo que cuando seleccionamos la correspondiente al MacroPad este nos muestra las distintas opciones que tenemos disponible para él. En este caso comenzamos tenemos en primer lugar las opciones de configuración de la iluminación, entre las que se encuentra sincronizar la iluminación con la de otros dispositivos de la marca en caso de que los tengamos. Aquí podemos escoger entre distintos efectos e incluso personalizar la iluminación por tecla, incluyendo variar la velocidad e intensidad de los efectos.

Este software también nos permite reasignar las distintas teclas del MacroPad con distintos atajos con los que iniciar un programa o acceder a una URL, carpetas, etc. o bien grabar macros para asignarlas a una tecla determinada. Por supuesto también podemos usar este software para actualizar el firmware del dispositivo o restablecer su configuración si es necesario.

En el caso del DisplayPad la interfaz es la misma, pero variando las opciones disponibles. En este modelo dejamos de lado las opciones de iluminación y en los atajos las opciones que nos ofrece incluye acceso a las funciones de Twitch y OBS, además de permitirnos asignar una imagen a cada tecla.

Como extra este software nos permite configurar la pantalla para que cuando no la usemos esta nos muestre el reloj con la hora, una imagen o el logo de la empresa.

Conclusiones y opinión

Mountain nos ofrece dos dispositivos de pequeño tamaño, pero con grandes prestaciones. Lo hace envolviéndolos en un paquete que destaca por la calidad de los acabados gracias al uso de plástico de materiales que nos dejan la sensación de un producto resistente y duradero.

Base Camp es un seguro incluso para los menos avezados, con una interfaz muy intuitiva que permite que cualquiera con unos mínimos conocimientos pueda sacar el máximo partido a estos dispositivos.

A pesar de no contar con un teclado al cual pueda unir los Mountain MacroPad y DisplayPad, lo cierto es que sus bases firmes y con un peso considerable han logrado que solo con situarlos junto al teclado estos parezcan forman una extensión del mismo.

En el uso del MacroPad retomamos las buenas sensaciones que nos deparó el teclado Everest 60, incluido la de estar ante un producto premium, pero que nosotros mismos podremos personalizar gracias a sus interruptores que permiten el intercambio en caliente. El Macropad nos ofrece unas unas teclas que sin perder el tacto de un teclado mecánico nos ofrece una funcionamiento lineal suave y de excelente respuesta.

Con el Mountain DisplayPad la experiencia se mantiene en la misma línea, con unos paneles que gracias a su brillo y resolución permiten que veamos con precisión la imagen e identifiquemos a la primera que acción queremos emprender. Esto es más importante de lo que parece, pues cuando estamos en plena retransmisión no queremos tener que andar buscando que tecla pulsar. En este caso puede que no tengamos las opciones que nos da un Strem Deck del ElGato, esto es algo lógico dado que no cuentan con el mismo tiempo en el mercado, pero que solo es cuestión de tiempo que se solucione.

Con un precio que en la web de Mointain podemos encontrar por 59.99€ para el Mountain MacroPad y de 109.99€ para el DisplayPad, lo cierto es que la compañía nos da unos dispositivos de alta calidad y que son aún mejores con un teclado Everest Max, pero que sin él son dos accesorios que no nos cuesta nada recomendar para usuarios exigentes, creadores de contenido y streamers que quieran más opciones a la hora de crear.