Con joroba y cerebros más pequeños. Así podría cambiar la tecnología a los seres humanos

Humanos

La evolución se basa en una serie de preceptos que hace que los seres vivos vayan adaptando sus cuerpos al entorno, la alimentación y los hábitos de vida. A lo largo de la historia para los humanos esto ha conllevado a mayores esperanzas de vida, a pasar de caminar encorvados a hacerlo erguidos o a la pérdida del pelo por el cuerpo. A todo esto, se le suma que ahora ha entrado en acción un nuevo elemento que puede producir un cambio radical en la fisionomía del ser humano: la tecnología y el uso de aparatos como los smartphones.

En un curioso artículo publicado en Tollfreeforwarding, compañía de telecomunicaciones afincada en Los Ángeles, una serie de investigadores científicas y expertos sobre el tema han determinado como el uso de la tecnología podría afectar a nuestra evolución para terminar creando un diseñado 3D en que se muestra cómo sería un futuro humano en el año 3000 cuyo cuerpo haya cambiado físicamente debido al uso constante de smartphones y otros productos tecnológicos. El resultado es Mindy, una humanoide con joroba, cráneo más grueso, un cerebro más pequeño y manos adaptadas al uso de estos dispositivos.

Lo primero es dejar claro que se trata de un estudio exagerado para prevenir sobre como el mal uso o abuso de estas tecnologías. Está claro que la evolución de los dispositivos tecnológicos ha tenido y tendrá una gran influencia en nuestras vidas y, probablemente, en nuestra evolución. Aun así, es algo que se ha de medir en miles de años y con la selección natural de por medio conllevaría cambios que ahora se nos hacen la mar de extraños, pero que en un futuro (algo exagerado) podrían ser la norma.

Es cierto que la tecnología ha mejorado y cambiado la forma en la que hacemos muchas cosas en nuestro día a día, desde negocios, estudios o relaciones interpersonales. En algunos casos se podría decir que las cosas pueden haber empeorado (relaciones más frías, un consumo más voraz de contenido, menos paciencia) y en otras ha mejorado exponencialmente (más acceso a información, democratización del estudio o de las herramientas creativas, mayor conexión global entre personas) pero una cosa innegable o, al menos, no debatible es la gran dependencia que hemos creado hacia la tecnología. Muchas veces surge la pregunta de, ¿y si ahora hubiera un apagón? ¿sabríamos vivir sin toda la tecnología que nos rodea durante el tiempo que dure? Probablemente, se nos haría difícil y complicado, puesto que casi todo lo que utilizamos en nuestro día a día necesita de energía eléctrica y está relacionado con tecnología (TV, móvil, ordenador, tablet, consola…).

Cambios fisiológicos

La influencia a largo plazo que todo esto pueda tener en nuestra propia evolución es algo muy debatible y que ha de verse con visión amplia y a largo plazo, pero sin duda es evidente que la tendrá. ¿Hacia dónde podríamos evolucionar? Pues veamos a las conclusiones que han llegado desde Tollfreeforwarding hablando con diferentes expertos. Para empezar, tendríamos la espalda y el cuello más arqueados, ya que el uso extenso del teléfono hace que el cuello y la columna estén demasiado tiempo en tensión. “Pasar horas mirando tu teléfono tensa tu cuello y desequilibra tu columna vertebral. En consecuencia, los músculos de su cuello tienen que gastar un esfuerzo adicional para apoyar su cabeza. Sentarse frente a la computadora en la oficina durante horas y horas también significa que su torso se saca frente a sus caderas en lugar de estar apilado recto y alineado.”, asegura uno de los expertos consultados por el estudio.

Si nos fijamos en los brazos de la simulación, veremos que la mano presenta una forma arqueada devido al uso del móvil y, especialmente, de la escritura en el móvil. La forma en la que sostenemos nuestros móviles aseguran que pueden causar gran tensión en los músculos de la mano y el brazo, así como causar el síndrome del túnel cubital. El hecho de que la nuestra posición sea usualmente con el codo a 90º debido a como sostenemos el móvil, haría que esta posición fuera “la ideal” para poder acercarnos o alejarnos el teléfono de la oreja y pasar horas con el teléfono en la mano.

“Este síndrome es causado por la presión o el estiramiento del nervio cubital que corre en un surco en el lado interno del codo. Esto causa entumecimiento o una sensación de hormigueo en los dedos anular y meñique, dolor en el antebrazo y debilidad en las manos. Mantener el codo doblado durante mucho tiempo, la mayoría de las veces, mientras sostienes tu teléfono, puede estirar el nervio detrás del codo y ejercer presión sobre él”, asegura el Dr. Nikola Djordjevic de Med Alert Help.

Si nos fijamos en la postura de la humanoide Mindy veremos que el cuello se contrae y tiene una posición que, a priori, a todos nos parecería incómoda. Esta se debe a las largas horas usando un ordenador o un teléfono móvil, donde nuestro cuello ha de mantener la cabeza erguida durante mucho tiempo y más duro han de trabajar los músculos de la zona para poder aguantar esa posición. Eso llevaría a esa especie de contracción del cuello haciendo que desaparezca esa “molestia” a la hora de usar dispositivos. El cráneo también se vería obviamente afectado, haciendo que fuera más grueso para proteger el cerebro de las radiaciones que nos envuelven, especialmente la de los teléfonos móviles. Se calcula que los niños podrían llegar a absorber hasta tres veces más de radiación debido a su cráneo más fino, por lo que ese futuro cráneo más grueso protegería de tales males.

El cerebro es una de las partes más importantes que se vería afectada. Bueno, la más importante, al final, ¿qué somos sin cerebro? En este caso nuestro cerebro disminuiría. Si bien la disminución de la masa cerebral es una tendencia puramente natural, puesto que los avances en agricultura, salud, seguridad o tecnológicos han hecho que tenemos que hacer menos cosas para sobrevivir, en este caso se acentuaría mucho más y la teoría es que en un futuro ya no es necesario ser grande y fuerte para sobrevivir. El hecho de que los conocimientos tecnológicos probablemente sean parte del éxito reproductivo en un futuro, esto hará que los humanos reduzcan su tamaño, ya que aquí no entra en juego su tamaño o fuerza.

Por último, en cuanto a cambios fisiológicos se refiere, este sería el cambio más extravagante. Los ojos serían uno de los mayores afectados de esta supuesta evolución humana. Es de todos bien sabido que las pantallas fatigan mucho los ojos y crean dolor de cabeza con su uso extendido, pudiendo crear incluso problemas visuales severos a largo plazo. Según el Dr. Kasun Ratnayake los ojos podrían evolucionar para limitar la cantidad de luz dañina a la que están expuestos creando un segundo párpado interno que nos proteja de excesiva luz.

Salud mental, también afectada

Que la tecnología o, más bien dicho, el uso que se le da nos crea problemas de salud mental es un hecho. Desde ansiedades, depresiones o problemas más severos que afectan día a día a cientos de miles de personas de todo el mundo. Esto incluso se ha visto agravado por la pandemia y ha hecho que la salud mental, por fin, esté en boca de todos y en el debate común en vistas de cuidarla y mejorarla. Pero ¿cómo afectaría a la evolución esta influencia en la salud mental del humano? Pues bien, el uso excesivo de Facebook se vinculó con una inestabilidad emocional a largo plazo, así como el uso de las redes sociales y su vínculo con la ansiedad y depresión infantil.

En el caso de la humanoide Mindy, muy probablemente quedaría más propensa aún a problemas como ansiedad o depresión y eso seguramente influya en sus cambios fisiológicos y su cerebro a la hora de tomar decisiones o, sobre todo, en las relaciones comunicativas.

Aunque como hemos comentado al principio todo este estudio realizado por Tollfreeforwarding es una suposición y los cambios fisiológicos son exagerados, no deja de ser una llamada de atención para mejorar nuestra salud tanto corporal como mental alrededor de la tecnología y priorizar nuestro bienestar por encima de todo. Lo mostrado aquí son preocupaciones con base científica, pero teorizando sobre síntomas reales que ocurren actualmente como el encorvamiento de espaldas, el síndrome del túnel cúbico o el efecto en la salud mental. El ejercicio es una de las mejores formas de reducir estrés y generar actividad física en nuestro cuerpo fortaleciendo músculos y cerebro, y un buen horario de sueño y descanso también tiene muchísima influencia en el bienestar de nuestro día a día y es que, como afirma Ellen Wermer “Hay un fenómeno biológico que mejorará la comunicación, la creatividad, la productividad, la resistencia, el tiempo de reacción, la concentración, la memoria, el estado de ánimo y más, y ese es el sueño adecuado.”

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