Elon Musk se presentaba como el gran salvador de Twitter, como la mano bajo cuyo mandato la red social volvería a ser un espacio de libertad de opinión y por fin se convertiría en una empresa rentable. Sin embargo una vez completada la compra, una serie de controvertidas maniobras y la poca confianza que ha inspirado el multimillonario sudafricano, de momento solo ha conseguido reducir a un tercio el valor de la compañía.

Cuando Musk compró Twitter lo hizo con el aval de un grupo de inversores a los que prometió llevar a la red social a la senda de la rentabilidad. Sus planes para ello incluían un renovado sistema de membresía y otras acciones con los que pretendía rentabilizar la red social. Ya de entrada los planes no salieron como pretendía y encima sus controvertidas declaraciones, un comportamiento excéntrico y la mala reputación dada por una oleada de despidos llevó a que muchos de los principales anunciantes decidieran salir de la red social.

Musk quería lograr que Twitter alcanzase un valor de 250.000 millones de dólares, cifra ambiciosa si tenemos en cuenta que la compra le costó 44.000 millones. Sin embargo de momento no solo no ha conseguido alcanzar estas cifras, si no que según un informe de Fidelity, reconocida empresa de auditoria financiera, Twitter tiene ahora mismo un valor de 15.000 millones de dólares, es decir que desde que Musk es su dueño ha perdido dos tercios del valor de compra que se pagó por ella.

Si bien las cifras son esclarecedoras, no hay que olvidar que ya en su día se afirmó que lo pagado por Elon Musk estaba inflado sobre el valor real de la empresa, tal y como nos recuerda Bloomberg, medio que se ha hecho eco de este informe. El propio Musk cifraba en 20.000 millones de dólares el valor real de la empresa.

Nadie pone en duda que los planes de Musk no están dando los resultados esperados, pero tampoco podemos olvidarnos que aún estamos en una fase de ajuste y que era de esperar que esta fuese convulsa dada la personalidad de su nuevo propietario. Sin embargo ahora se abre una nueva etapa en la que la dirección de la red social recae en Linda Yaccarino, la nueva CEO de Twitter y una experta en ventas. Solo el tiempo dirá si es capaz de revertir la situación.

Desde que Elon Musk se hizo con Twitter se ha encargado personalmente de su dirección, la cual mas de una vez ha sido bastante errática y siempre rodeada de controversia. Acostumbrado a pedir a los usuarios opinión sobre algunas decisiones, una de sus preguntas fue sobre si debía seguir al mando de la red social, aunque la respuesta puede que le sorprendería ya que los usuarios mayoritariamente votaron en contra de su continuidad. Fiel a su palabra el mandamas sudafricano acató el resultado de la consulta, aunque anunciado que le llevaría un tiempo encontrar quien se encargara de llevar las riendas de Twitter, algo que parece que finalmente ha solucionado.

En nuevo Twett Elon Musk ha anunciado que da un paso al lado y pasa el mando de Twitter a un nuevo CEO, o para ser más exactos a una nueva CEO ya que la elegida para el puesto ha sido Linda Yaccarino,

Quien es Linda Yaccarino, la nueva CEO de Twitter

Según su perfil de LinkedIn Linda Yaccarino es licenciada en Artes y Telecomunicaciones por la Universidad Estatal de Pensilvania. Desde 2011 forma parte de NBC Universal como directora de departamento de Global Advertising & Partnerships. En esta empresa ha rediseñado el negocio publicitario generando más de 100 mil millones de dólares en ventas de anuncios. Un perfil que se ajusta a la perfección a lo que Musk quiere para Twitter, red social que busca monetizar de forma desesperada y que desde su llegada ha visto como sus principales anunciantes salían huyendo ante las nuevas políticas adoptadas y un futuro que se antojaba oscuro.

Una de las cualidades de Yaccarino es su capacidad negociadora, destacando en su carrera en la NBCU haber logrado lucrativas asociaciones con marcas como Youtube, Apple News o Buzzfeed. Es de esperar que Musk quiera que la nueva CEO mantenga este perfil y logre mejorar los números de la compañía.

El propio Elon Musk ha anunciado que la principal función de Yaccarino será centrarse en las operaciones comerciales, mientras que él se centrará en el diseño de productos y nuevas tecnologías. La idea es que entre ambos logren hacer evolucionar a la red social en X, la aplicación para todo en la que Musk ve el futuro de Twitter al estilo de lo que ya es Line o WeChat en los mercados asiáticos.

Está claro que lo primero que debe lograr la CEO de Twitter es recuperar la confianza de los anunciantes, encontrar nuevas formas de monetizar y tranquilizar las revueltas aguas de la red social. Trabajo no le va a faltar y habrá que ver como consigue desenvolverse en este nuevo rol. De momento no hay declaraciones de la susodicha, aunque es de esperar que no tarde mucho en hablar de este papel y esbozar sus planes de futuro, aunque nos tememos que siempre supeditados a la decisión final de Musk.