El mundo ha conocido diferentes continentes al largo de su historia, empezando por el primigenio e único Pangea y acabando con Europa, América o África, a cuya lista se suma ahora un nuevo integrante de lo más curioso: Zelandia. Este nuevo continente está ubicado entre el Antártida y Australia, y se encuentra sumergido en casi su totalidad, pero en su día podría haber estado con una superficie terrestre mucho mayor y haber servido de cruce para animales y plantas hace 80 millones de años.
Hace aproximadamente dos meses una expedición fue a estudiar el nuevo continente en su totalidad, sobretodo para determinar si lo era o no y qué posibilidades había de que jugara un papel importante en el mundo. Las regiones que pertenecen a dicho continente y no están sumergidas son Nueva Zelanda, Nueva Caledonia y la isla Lord Howe. Su tamaño se calcula alrededor de 5 millones de km2, lo que equivaldría a un tamaño similar al del subcontinente de India.
El mayor problema en la investigación sobre Zelandia es su profundidad, pues está a más de un kilómetro bajo el agua, y dificulta las pruebas e inspecciones que los científicos han de realizar. Las pruebas realizadas incluyen perforaciones a unos 850 metros de profundidad para obtener sedimentos y poder vislumbrar los cambios geográficos que ha sufrido el continente, así como el clima de los últimos 80 millones de años. Lo que sí han podido saber los encargados de la investigación es que el clima era radicalmente diferente al de hoy en día, y es que el llamado Anillo de Fuego del Pacífico podía haber influido mucho en esa circunstancia.
También se ha descubierto que el hecho de contar con mares poco profundos y grandes caminos proporcionó a los animales una manera de cruzar el continente y llegar a tierras más lejanas. Aún así, la investigación continúa y queda mucho por delante, puesto que también nos enseña mucho de dónde venimos y el origen de nuestro planeta. Eso sí, ahora tendrás que memorizarte un continente más, va a tocar desempolvar el libro de geografía.