Ya ha pasado por nuestras manos y aquí os traemos el análisis del Nokia 6.1. Después de hacer una completa review del Nokia 6 de 2017, damos el salto 2018 y veremos todas las novedades que nos trae la nueva versión.
Os puedo avanzar que el dispositivo cumple como lo hacía el Nokia 6, pero también mejora en algunos apartados importantes, mientras que en otros se queda igual o aparecen aspectos un poco irregulares que podréis leer durante el análisis. ¡Empezamos!
Especificaciones del Nokia 6.1
Nokia 6.1, especificaciones: |
Dimensiones: Sin cámara: 148,8 x 75,8 x 8,15 mm / Con cámara: 148,8 x 75,8 x 8,6 mm
Peso: 172 gramos Colores disponibles: Negro/Cobre, Blanco/Hierro, Azul/Oro |
Sistema Operativo: Android One (Android 8.1 Oreo)
Sin capa de personalización |
5,5' IPS LCD Full HD, 1920 x 1080, 16:9, Corning Gorilla Glass 3
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Qualcomm Snapdragon 630 (8 núcleos, 2,2 GHz)
Adreno 508 |
3 GB LPDDR4
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32 GB eMMC 5.1
Ampliables vía tarjeta de hasta 128 GB |
16 MP PDAF, 1.0 um, f/2, flash bitono. Óptica Zeiss
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8 MP FF, 1,12 um, f/2, FOV 84 grados
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3000 mAh, carga rápida. No extraíble.
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Velocidad de red: LTE Cat. 4, 150 Mbps DL/50 Mbps UL; WiFi: 802.11 a/b/g/n/ac; Bluetooth 5.0; GPS/AGPS+GLONASS+BDS+Radio FM/RDS, NFC
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Conector auriculares Jack 3.5mm, Altavoz único con amplificador inteligente, Dos micrófonos con audio Nokia OZO; USB tipo C; Sensor de luz ambiente, sensor de proximidad, acelerómetro, brújula electrónica, giroscopio, sensor de huellas dactilares, sensor hall
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279.00 € |
Un diseño atractivo, pero sin acabados a la altura
El Nokia 6.1 llama poderosamente la atención por su atractivo diseño. Su acabado metálico de una sola pieza con los relieves de color cobre le dan un toque diferenciador. Tengo que reconocer que de primeras a mi no me convencía, pero cuando lo tienes en mano te acaba gustando y, por lo tanto, es un diseño algo más llamativo que el Nokia 6 de 2017 que de ya por si era de los mejores entre los teléfonos Nokia.
Con este modelo de gama media, HMD Global sigue demostrando que a nivel de diseño quieren diferenciarse y, aunque sea con pequeños detalles, puedan tener modelos distintos a la competencia.
Sin embargo, hay varias pegas a achacarle a este modelo y todas tienen que ver con la falta de atención a los detalles. La primera de ellas, es que la ranura para las tarjetas SIM y/o microSD no queda 100% introducida en el cuerpo del terminal. De esta manera, si pasas el dedo por el lado izquierdo notarás un pequeño relieve que no debería existir.
Otro de los problemas que cuenta el Nokia 6.1 es que el relieve de los bordes del teléfono y de la cámara en cobre no son de muy buena calidad. Al mínimo golpe o ralladura veremos el plata metalizado que hay debajo en lugar del color cobre correspondiente.
El cuerpo del Nokia 6.1 es de una sola pieza totalmente metálico en acabado negro en nuestro caso. Todo el bloque da una sobriedad y seguridad propia de lo que nos tiene acostumbrados la marca que, unido a un peso más que aceptable, hace de éste un teléfono robusto.
Este modelo puede parecer más grande de lo que realmente es. Sí, cuenta con una pantalla de 5,5 pulgadas, pero está bastante bien integrada en todo el dispositivo. Aún así, los grandes marcos inferiores y superiores dan la sensación de estar con un terminal mayor de lo que es.
Finalizamos este apartado repasando todo lo que encontraremos en los diferentes lados del Nokia 6.1. En la parte frontal, la pantalla de 5,5 pulgadas Full HD de la que ahora hablaremos con más detalle. Ésta incorpora los botones capacitivos en pantalla, así que la parte inferior queda totalmente libre de botones. Respecto la superior encontraremos el auricular, la cámara frontal y el logotipo de Nokia.
Si nos vamos a la parte trasera, encontramos la cámara principal firmada por una óptica Zeiss y un flash de doble tono encuadrado todo en un relieve de cobre. El área de la cámara sobresale del resto del teléfono. Un poco más abajo está situado el botón de huellas dactilares el cual tiene una posición muy acertada. Ya en la parte inferior veremos el logotipo de Android One.
En la parte de arriba tenemos el jack de auriculares, torcido, por cierto y, con eso me refiero a la falta de atención a los detalles. He podido comprobar en dos modelos del mismo color que sufren del mismo problema. Seguimos en la parte inferior con un puerto USB Tipo-C con carga rápida. Por último, en el lateral derecho tenemos los botones de volumen y encendido/apagado y en el izquierdo la ranura para introducir hasta dos tarjetas nanoSIM o bien una tarjeta nanoSIM y una tarjeta microSD.
Pantalla de 5,5″ Full HD: notable alto
Si algo necesitaba el Nokia 6 del pasado año respecto a la pantalla era una mejor resolución. El Nokia 6.1 cumple con este cometido montando un panel LCD de 5,5″ con una relación de aspecto 16:9 y resolución Full HD. ¿Está a la altura de una gama media? Sí.
HMD Global se ha portado incorporando este tipo de panel, siendo éste uno de los puntos destacables del teléfono. Agradezco que no hayan apostado por una pantalla de formato 18:9 para evitar encarecer el precio y, sea dicho de paso, reducir la autonomía de la batería.
La pantalla LCD no alcanza los niveles de colores que pueden mostrar una AMOLED, pero sí son muy fieles, con unos colores bastante vivos en los que no he notado que falle demasiado al mostrar la gama de colores. Aun así, no encontraremos opción alguna para personalizar el tono de la pantalla o la saturación de los colores, al menos de forma nativa.
Ésto no significa que el Nokia 6.1 no tenga absolutamente ninguna configuración en lo que a la pantalla le concierne, tiene tres y dos de ellas, originales de la marca. La primera de ellas es la Luz nocturna, opción de Android, que permite programar o activar/desactivar manualmente el cambio de temperatura de la pantalla para las horas más oscuras o para cuando estemos leyendo. Ésta pasará a un tono ámbar muy agradecido a nuestra vista que además le sienta muy bien al dispositivo.
La segunda es la llamada Pantalla ambiente, también conocida como Vista rápida (en los Lumia de Nokia) o Glance (Lumia y otros teléfonos anteriores de Nokia). Esta función que en su día era casi exclusiva de la marca, hoy lo incluyen muchos teléfonos y se echó en falta en la primera generación de teléfonos Nokia con Android lanzados por HMD Global el 2017. Esta opción permite ver el reloj y los iconos de las aplicaciones que tenemos notificaciones pendientes por leer. La pantalla ambiente se activará al recibir nuevas notificaciones pudiendo ver claramente la notificación e incluso interactuar con una acción rápida. También tendremos la opción que la pantalla ambiente se active cuando cogemos el teléfono. Eso sí, no se mantendrá activa ni existe la opción para forzarlo, suponemos que para ahorrar batería.
La tercera y última es el doble toque. Sí, algo tan sencillo como «despertar» al teléfono cuando está bloqueado con un doble toque en la pantalla. Sin pulsar botones ni poner en el dedo en el lector de huellas, algo que ofrece comodidad y rapidez para desbloquear el teléfono o leer alguna notificación.
El brillo es otro aspecto que se ha comportado bastante bien. Cumple en casi todas las situaciones, incluso en condiciones de mucha luminosidad. Es cierto que en algún caso, en la playa, por ejemplo, eché en falta un poco más de brillo para poder ver un vídeo que contenía colores más bien oscuros. En el otro lado, tenemos los momentos de menos luz, en los que, por alguna razón, el sensor de brillo no es capaz de bajar el brillo al máximo y lo tienes que hacer manualmente.
Finalmente, hablaré del cristal que la protege. Lleva una capa de Corning Gorilla Glass 3 que lo protegerá de golpes y ralladuras. Además, éste se lleva muy bien con las huellas, teniendo muy buena respuesta y no ensuciando en exceso la pantalla. Tampoco tendrás que preocuparte por si muestras el móvil a varias personas a la vez, ya que también consigue mantener su gran calidad con unos ángulos de visión muy buenos.
Android One genial, rendimiento incomprensible
Llega uno de los puntos más críticos e inexplicables de este terminal. Antes, nos ponemos en contexto. El Nokia 6.1 viene con Android One, una versión pura de Android con las aplicaciones de Google y sin modificaciones que hayan alterado el estado natural del sistema operativo. Lo único diferente a parte de la Pantalla ambiente y el doble toque, es la aplicación de cámara propia, la de soporte técnico de Nokia y los gestos. Nada más.
El sistema operativo viene en su versión Android 8.1 Oreo, con las últimas novedades y características del sistema operativo del robot verde. A nivel de hardware, monta un procesador de la serie 600 de Qualcomm, concretamente el Snapdragon 630 de ocho núcleos a 2,2 GHz. Además, esta versión cuenta con 3 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento interno (existe una versión superior con 4 GB/64 GB).
Android One: experiencia pura y agradecida
Es sobradamente conocido si estás un poco metido en el mundillo que todos los Nokia con Android vienen con Android puro y los de este año con Android One, asegurando las últimas actualizaciones y un sistema operativo sin modificaciones ni personalizaciones. Por esta razón, le sienta tan bien.
Aunque tendrá sus detractores que prefieran un Android con una capa de personalización, lo cierto es que tener lo puro tiene sus ventajas como un sistema operativo coherente con las aplicaciones, un rendimiento mejor y un menor consumo de recursos (habitualmente). Este tipo de detalles quedan plasmados en este Nokia 6.1.
Por lo tanto, a nivel de sistema operativo poco más podemos pedir. Sabemos que cuenta con algunos gestos como Girar boca abajo para silenciar o deslizar el dedo hacia abajo en el lector de huellas para abrir el centro de notificaciones. Pequeñas opciones extra que sin bien recibidas. Al ser una versión de Android totalmente limpia también viene cargada con toda la suite de apps de Google que salvo la cámara propia de Nokia y la app de soporte, no hay más que añadir.
Funcionamiento irregular con caídas de rendimiento inexplicables
Estamos en un gama media, pero el procesador es uno avanzado, hablamos de la serie previa a la serie 800 de Qualcomm, la más alta. Lo ocurrido es fruto del hardware, del software o de una mala combinación de las dos. Lo que queda claro es que algo ocurre y no sabemos si tendrá solución vía actualización mensual o con la llegada de Android 9 Pie.
El funcionamiento del teléfono ha sido muy bueno en el día a día salvo varios problemas que me ido encontrando de forma más habitual de lo deseado. Hay que romper una lanza a su favor ya que HMD Global nos cedió un segundo Nokia 6.1 y la experiencia no fue tan negativa como con el principal analizado.
Para empezar, olvídate de usar el teléfono normal mientras se actualizan las aplicaciones de la Play Store. Probablemente por un consumo altísimo de la CPU a la hora de descargar las aplicaciones y juegos, el teléfono se ve ralentizado. También sufre de problemas con la rotación ya que algunas veces no se recupera y se queda colgado un buen rato. Son bajones puntuales, pero indignos de este nivel de procesador.
El lector de huellas como ya comentaba al inicio del análisis para mi tiene una ubicación muy acertada y también lee muy bien el dedo… siempre y cuando se lo coloques de forma bastante correcta. El lector es un poco «señorito» y si no colocas del todo bien el dedo no te desbloqueará el teléfono. A esto se suma que cuando llevas el teléfono en el bolsillo tampoco se comporta correctamente detectando la pierna e intentando multitud de veces el desbloqueo por huella dactilar hasta bloquearse y pedir únicamente el PIN para desbloquear el móvil.
Después de lo comentado, verás que estamos en uno de los apartados más irregulares y en el que, sobre el papel, menos tendría que haber sufrido, pero lo ha hecho.
Cámara, no destaca, pero aprueba bien
Y ya estamos en uno de los puntos clave que cada vez más personas se fijan en un terminal, ¿qué tal saca las fotos?, ¿y los vídeos? Pues sin meterme en muchos detalles, dejaré unas fotos realizadas con el teléfono y detallaré donde se hace fuerte y donde queda debilitado este Nokia 6.1 en lo que a la cámara se refiere.
Empecemos por su punto más fuerte: los exteriores y la luz natural. Sí, sonará a típico, pero es donde mejor se comporta esta cámara y la de muchos Nokia con Android. Imágenes claras, sin mucho ruido sin colores saturados. La cámara principal rinde muy bien. Si nos metemos en interiores, también tenemos buenos resultados, siempre que tengamos una buena luz, solar o artificial, con ambas sacas fotos con solvencia.
Si nos empieza a faltar luz, sea en exterior o interior, el Nokia 6.1 empieza a sufrir. Algo normal, teniendo en cuenta que estamos hablando de un terminal de gama media, no es de extrañar. Aunque en algunas situaciones podemos decir que llega a sacar fotos suficientemente correctas, en otras no lo logrará. Y aunque la óptica sea Zeiss, estamos en una gama donde la cámara es uno de los puntos que siempre se ven afectados por ello.
Por lo tanto, si buscas capturar imágenes de día o gran luminosidad, este teléfono es para ti. Si además, quieres también muy buenos resultados nocturnos, entonces tendrás que acudir a un terminal superior como el Nokia 7 Plus si hablamos de HMD Global.
La interfaz de la cámara es bastante parecida a la de la app nativa de Android, sin embargo, aquí se nota que HMD Global ha metido mano, para lo bueno y para lo malo.
Para lo bueno tenemos el ansiado retorno del Modo Pro que tan buena fama recolectó en los Lumia. Una serie de anillos que permiten configurar de forma sencilla varias opciones manuales de la cámara. Aún así, se nota falta de trabajo en el modo Pro ya que algunas de las opciones no tienen demasiado efecto en la fotografía final.
Otras buenas opciones son el HDR, la panorámica y el modo Boothie que se lanzó con el Nokia 8. Este último es especialmente llamativo y útil en según que circunstancias cuando queremos explicar los dos lados de la historia. Para muestra, un botón…
Es necesario comentar que, siguiendo con los problemas de rendimiento sufridos en el sistema operativo en general, también los hemos encontrado en especial en la aplicación de cámara. Bloqueos de la app que provocaban que ninguna aplicación pudiera usar la cámara hasta cerrar y abrir de nuevo la aplicación principal o tomar una foto y hacerse mucho más tarde o no guardarse han sido otros de los problemas encontrados. Cabe decir en defensa del Nokia 6.1 que, el otro terminal de prueba que nos facilitaron, funcionaba bastante mejor, pero no podemos disipar todas las dudas acerca de su rendimiento.
Cerrando el apartado de la cámara, contamos también en la grabación de vídeo con la retransmisión en directo y la grabación en cámara lenta y rápida. Son opciones de agradecer, pero no son sobresalientes al estar hablando una vez más de un gama media.
Autonomía impecable
Como en todo análisis hay que indicar los puntos fuertes y los débiles y éste es de los primeros. El Nokia 6.1, gracias a su procesador Snapdragon 630, su batería de 3000 mAh y su pantalla que se queda en Full HD, consigue una autonomía muy buena para lo que estamos acostumbrados.
Usando las típicas aplicaciones de mensajería, correo electrónico, navegador, escuchando música y a veces estando un buen rato con la pantalla activa alcanza el día completo sin demasiados apuros. Unos días he llegado a casa con el 40%, otros con menor porcentaje, pero suficiente para estar tranquilo.
Situaciones destacables he tenido dos: una en la playa, la otra en un día normal de trabajo.
La primera es para aplaudir su bajísimo consumo en espera y es que estando prácticamente más de medio día en la playa y habiendo salido de casa con el 100% de la batería, volví… con el 90%. Asombroso. No lo usé mucho, pero cuando lo usé el brillo estaba al máximo y cabe decir que el calor siempre ayuda a aumentar el consumo de batería.
La segunda situación fue un día normal de trabajo en la que por un despiste sales de casa sin cargar el móvil. Aunque llegué a estar un poco intranquilo cuando me di cuenta, después vi que claramente no había motivo por el que sufrir. Una vez más el Nokia 6.1 aguantó el trote y no tuve que usar ni el ahorro de batería ni evitar tocar el móvil para poder llegar a casa con batería.
Respecto a la carga, tampoco hay queja alguna. Carga rápida en la que tendremos gran parte del teléfono cargado en muy poco tiempo. Sufriremos de un poco de calentamiento en el primer tramo de carga, cosa bastante habitual en muchos móviles con carga rápida. Y, finalizando, este apartado, me gustaría comentar otro detalle que achaco a un mal acabado del terminal y es que cuando se está cargando hay que pulsar dos veces el botón de encendido para que la pantalla se encienda. Un detalle menor, pero que suma a otros detalles ya comentados previamente.
Sonido por debajo de las expectativas
El sonido es ese aspecto del Nokia 6.1 del que esperaba más de lo que me he encontrado. Se nota que no es un sonido de mala calidad, pero aún viniendo firmado por la tecnología Nokia OZO, éste no es destacable para decir: ¡uooh, que bien se escucha!. Simplemente se comporta y no destaca ni para bien ni para mal.
En términos de potencia cumple sobradamente, pero la calidad se distorsiona sobretodo al subir el volumen hacia las franjas más altas. Como digo, en ningún momento es malo, pero no es reseñable. En cuanto al auricular para las llamadas, cumple con su cometido sin más, se escucha bien y con bastante pureza.
Finalmente, respecto la conexión vía auriculares, el sonido de salida también es bastante correcto. Aquí repasamos lo comentado en el apartado de diseño otro pero más a añadir a la lista de detalles de mal acabado. Resulta que el conector Jack 3,5 mm está torcido dentro del terminal, así que cuando lo conectes, no te extrañes si no ves el conector recto, porqué en las dos unidades que hemos podido probar, estaban así.
Conclusiones del Nokia 6.1: brillos y sombras
Está claro que si estás buscando el gama media perfecto, éste dista de serlo. Cuenta con aspectos muy buenos, otros aceptables y otros incomprensibles. Y, permitirme, empiezo por los últimos.
Como ya he comentado, el Nokia 6.1 sufre de problemas de funcionamiento, al menos, en una de las unidades probadas se ha notado de forma exagerada. Eso es algo que no habla nada bien del terminal, pero que quizás podría tener solución mediante una actualización mensual o con la llegada de Android 9 Pie.
Además de ello, este Nokia 6.1 se podría llevar el mote del «terminal mal acabado». La falta de detalles como la calidad de los acabados, diversos problemas de software ya comentados o una app de cámara que no aprovecha todo su potencial son los principales señalados.
Después, como puntos aceptables tenemos la cámara y el sonido. La cámara es buena en situaciones lumínicas favorables, pero bajando el nivel de forma notable cuando hay poca luz. Respecto el sonido, es más que no haya cumplido las expectativas que no que sea un mal sonido. ¿Podría ser mejor? Sí, pero está aprobado.
Finalmente, reservo las mejores partes de este teléfono para cerrar el análisis. Una imponente pantalla de 5,5″ Full HD de muy buena calidad que se une a un cuerpo único metálico muy bonito y diferente a lo habitual en smartphones. Esos son dos puntos que entran por los ojos y de lo más trabajado que tiene el Nokia 6.1 que evoluciona para bien respecto el Nokia 6 de 2017. Eso unido a su gran autonomía, hacen de este dispositivo de HMD Global un gama media equilibrado con sus sombras pero también con sus claros brillos.