Elon Musk podría llegar a perder la ciudadanía estadounidense

Ahh la política, ese fascinante mundo donde los defensores de «la patria» se escabullen para no cumplir con el servicio militar, donde defensores de los derechos de la mujer terminan afrontando casos de denuncias por acoso o donde un ferviente defensor de Trump y sus políticas anti migratorias podría resultar que consiguió la ciudadanía estadounidense de forma irregular. Si, eso es lo que parece que podría haber hecho Elon Musk según las ultimas informaciones que nos llegan desde The Washigton Post, lo que podría conllevar incluso la posible perdida de la ciudadanía norteamericana de Elon Musk.

Para empezar debemos recapitular para hacernos una idea de lo que estamos diciendo. Elon Reeve Musk nació el 28 de Junio de 1971 en la ciudad sudafricana de Pretoria, consiguiendo en el año 1989 la ciudadanía canadiense y en el 2002 la ciudadanía estadounidense. Según las informaciones ofrecidas por The Washington Post esta se habría obtenido de forma irregular, ya que Musk no habría cumplido de forma estricta con las condiciones a las que se acogió.

Siempre según la información del citado medio, en 1995 Musk accedió a un programa postgrado de la Universidad de Stanford. Sin embargo nunca llego a inscribirse, centrándose en su lugar al desarrollo de Zip2, una empresa de software que más adelante sería adquirida por Compaq por 307 millones de dólares. El problema surge debido a que en ese entonces su estatus migratorio no permitía trabajar en el país, algo que incluso habría llevado a la junta de Zip2 a exigir a Musk y a su hermano, cofundador de la empresa, a que regularizarán su situación.

Si ya la cosa no pinta que se hiciera de forma muy clara, se pone peor aún cuando según el citado medio el propio Musk en el trascurso de un juicio por difamación lo confirma, ya que en un mail del 2005 que se presentó como evidencia, habría confirmado que el acceso al programa de postgrado de Stanford habría sido una simple estrategia para legalizar su situación en el país.

Musk afirma que todo se hizo de forma legal, aseverando que su visa J-1 pasó a ser una H1-B que le permitía trabajar, acusando a Joe Biden, quién se hizo eco de la noticia, de estar mintiendo. Sin embargo los expertos en la materia afirman que si realizó trabajos cuando no tenía el visado oportuno, esto sería una violación de la legislación norteamérica con importantes consecuencias. Es más, incluso hay quien, como Stephen Yale-Loehr, profesor de derecho en Cornell, afirma que esto podría conllevar la revocación de su nacionalidad.

Manteniendo los pies en el suelo hay que reconocer que la posibilidad de que Elon Musk pueda perder la nacionalidad estadounidense es infima. Para empezar aún tiene la oportunidad de desmentir estas informaciones, pero incluso si no lo hace es poco probable que afronte consecuencias severas. Más aún dado la importancia del millonario en la política y economía del país.

Dicho esto no deja de ser irónico que un férreo defensor de Trump se encuentre en esta situación, más aún dado la política anti migratoria que el expresidente y actual candidato defiende, al cual por cierto Musk ha apoyado en su campaña con más de 110 millones de dólares mientras no para de advertir de los problemas de la inmigración ilegal y lo que llama «politicas de fronteras abiertas».

No nos engañemos, una cosa es ser un inmigrante que busca mejorar su calidad de vida o escapar de la miseria y otra muy distinta es ser un multimillonario que igual ha cometido una pequeña irregularidad al conseguir su ciudadanía. Como diría nuestro ilustre Francisco de Quevedo «Poderoso caballero es Don dinero».