Hoy os traemos el análisis de un teclado peculiar y el primero de HHKB que pasa por nuestras manos. Se trata del nuevo HHKB Studio, el cual viene con una propuesta que se sale mucho de lo que solemos ver, ya que no solo se trata de un teclado con un diseño muy particular, sino que incluye en el mismo una serie de accesos para sustituir al ratón e incluso cuenta con la opción de utilizar gestos de deslizamiento para realizar ciertas acciones.
Lo primero advertir que no estamos ante un teclado al uso, por lo que no está destinado a todos los públicos. Requiere de un proceso de aprendizaje para poder sacarle todo el provecho, pero sobre todo requiere de un tipo muy particular de usuario como veremos en este análisis. No es la primera vez que estamos ante un producto «de nicho», es decir pensado para un perfil muy concreto de usuario, pero lo del HHKB Studio es llevar esta expresión a otro nivel.
HHKB Studio, especificaciones:
- Medidas: 308 mm(an.) x 132 mm(pr.) x 41 mm(al.)
- Peso: 840 g (sin incluir las pilas)
- Autonomía: 4 pilas AA o alimentación por conector USB
- Switches:
- Interruptores mecánicos lineales HHKB de 45g de actuación y pulsación de 3,6 mm
- Cambio en caliente
- Compatibles con MX de 3 o 5 pines de perfil estándar de Cherry, Gateron y Kailh
- 6 millones de pulsaciones
- Teclas: Tereftalato de polibutileno (PBT) con impresión de sublimación de tinta de larga duración.
- Conectividad:
- Emparejamiento múltiple Bluetooth 5.0LE (clase 2): hasta 4 dispositivos
- Por cable con conector USB C
- Otros:
- Puntero y botones de ratón
- Cuatro paneles de gestos táctiles
- Sistemas operativos compatibles:
- Windows 10 (64 bits) o posterior
- macOS 11 o posterior
- Android 9 o posterior
- iOS 13.7 o posterior
- iPad OS 13.0 o posterior
- Garantía: PFU de 2 años
Tabla de contenido
Unboxing
Los teclados HHKB no son para nada unos teclados al uso, por lo que tampoco el diseño de su embalaje lo es. Así el teclado nos llega en una aséptica caja de color negro donde en su frontal se puede leer HHKB Studio. Sin mas presentaciones ni indicaciones y es que si te lo has comprado, de seguro ya sabes lo que te llegará a casa. No está pensado para vender en grandes superficies, así que tonterías las justas.
En el interior de esta caja encontramos una base de cartón de color negro son una tapa con protección de espuma negra, aunque además tenemos una segunda capa encima del propio teclado para una mayor protección. También encontramos una caja con distintos elementos y un compartimento en la parte superior donde se aloja el cable de conexión.
Al sacar todos los elementos y ponerlos sobre la mesa nos encontramos con un teclado con una peculiar distribución de teclas y un puntero en su parte central. También tenemos cuatro pilas AA, ya que este teclado opta por este sistema en lugar de usar una batería. También encontramos un cable mallado USB C a USB C y una serie de topes de goma para sustituir el del puntero.
En pocas ocasiones es tan aconsejable leer las instrucciones de un dispositivo como en el cado del HHKB Studio. Si pretendes averiguar como funciona por «intuición», ya te aseguro que vas listo. Se que a nadie le gusta leer las instrucciones, más aún si vienen en inglés, pero en este caso es algo imperativo.
Un diseño minimalista como pocos
Es complicado definir este teclado como un producto gaming o de productividad, ya que lo cierto es que el HHKB Studio apuesta por un formato propio que se aleja de los cánones actuales. Eso incluye no solo un diseño que lleva el minimalismo a otro nivel, sino una distribución única del teclado.
Ante todo, si eres de los que necesitas mirar el teclado para encontrar las teclas correctas, te puedes ahorrar el esfuerzo de seguir leyendo ya que este teclado no es para ti. HHKB tiene en este sentido una filosofía muy particular y sus teclas vienen con un diseño que apenas permite apreciar el dibujo de las mismas. A poco que no tengas una iluminación potente enfocando el teclado, te será imposible ver que pone en ellas. ¿Piensas que exagero? pues mira la imagen que sigue y dime si ves algo raro. Si lo has visto a la primera … ¡¡Felicidades!! puedes quitarle el puesto a Ojo de Halcón. El resto seguramente sois como yo, que he tardado diez días en ver que la tecla «4» es en realidad la tecla «6» repetida. Algo que imagino se debe a ser una unidad «para review».
Su diseño negro destaca por su aspecto mate, excelente en el trato de las huellas y con una buena separación entre teclas. La distribución es personalizable, pero por defecto tenemos un distribución algo distinta a lo usual, teniendo en la parte izquierda el botón de control donde solemos ver el Bloqueo de mayúsculas, los botones de Alt y tecla comando intercambiados, etc. Esto nos deja dos opciones: o te acostumbras a ello o lo personalizas vía software. y es que el escribir sin mirar el teclado guarda mucho de «memoria muscular», por lo que de primeras es muy común que nos equivoquemos al escribir con el HHKB Studio.
Por supuesto hay mas que contar sobre la distribución de este teclado, pero eso es algo que haremos en un apartado en exclusiva para ello.
Siguiendo con el repaso a su diseño tenemos en la parte inferior un espacio casi diafano en color negro mate, con dos enormes patas de goma en la parte frontal y dos patas de goma de menor tamaño en la parte superior. También encontramos dos patas que se pueden elevar para lograr una mayor inclinación y una tapa que ocupa el espacio entre ellas, el cual veremos a continuación que secretos esconde.
El nuevo Happy Hacking Keyboard Studio se puede usar de forma cableada, pero también inalambrica. Sin embargo no tenemos el habitual sistema de batería recargable, sino que la marca apuesta por el uso de cuatro pilas AA. Esto es el hueco que se esconde tras la enorme tapa trasera, lo que no deja de ser chocante cuando estamos hablando de un teclado nada barato y supuestamente premium.
Si bien es cierto que en marcas como Logitech se sigue usando este sistema de pilas, lo hace para teclados destinados a un uso empresarial y en gamas más accesibles. De un teclado como el HHKB Studio sinceramente me esperaría un sistema de batería recargable, algo mucho más acorde al precio que estamos pagando. No se a que se debe esta decisión, pero sinceramente es cuanto menos sorprendente.
En este espacio encontramos también seis interruptores DIP, los cuales te permiten cambiar el modo del teclado de forma que este se adapte a los diferentes sistemas operativos con los que es compatible.
Junto a esto tenemos un sistema de doble patas elevables, las cuales nos permiten alzar el teclado para adaptarlo a una altura e inclinación que nos sea más cómodo de usar.
Como ya he mencionado podemos usar el HHKB Studio de forma inalámbrica o mediante conexión por cable. Este se realiza a través de un puerto USB C situado en el marco superior mediante el cable que se incorpora en el pack. Se trata de un cable USB C a USB C trenzado de 90 centímetros, el cual se me hace demasiado corto, lo que invita a usarlo mediante conexión bluetooth.
En la misma zona, pero en la esquina opuesta, encontramos un pequeño interruptor que nos va a permite pasar de conexión USB C a Bluetooth, ya que esto es algo para lo que deberemos hacer apagando y encendiendo el dispositivo. Es decir si lo encendemos sin estar conectado el cable entraremos en conexión Bluetooth. Desde aquí, si lo queremos usar con cable no basta con conectar este, ya que tendremos que conectar el cable y con este interruptor apagar y volver a encender el teclado. Eso sí, este sistema obvia las pilas por completo, por lo que nos aseguramos que no hay ningún tipo de consumo residual.
Si bien hemos dicho que no tenemos iluminación en este teclado, en realidad si contamos con un pequeño LED de indicación. Este está situado en la parte superior derecha del teclado, muy discreto para mantener la apariencia minimalista del HHKB Studio.
Cuando queramos hacer entrar el teclado en modo emparejamiento Bluetooth, no solo tendremos que encenderlo sin conectar el cable, sino que tendremos que mantener pulsadas las teclas de FN +Q hasta que el indicador LED nos muestre una luz azul fija.
Un teclado con diseño único que incorpora ratón y gestos
Una de las muchas peculiaridades de este teclado es que cuenta con un puntero en medio del mismo, mas conocido como TrackPoint y que hace tiempo era muy usual ver en modelos de productividad, siendo últimamente un reducto que solo determinados modelos mantienen.
Junto con este TrackPoint en el caso del HHKB Studio tenemos unos botones bajo la barra espaciadora. Todos ellos en conjunto nos ofrecen las mismas funcionalidades que un ratón, por lo que la teoría es que con el HHKB Studio puedes trabajar sin necesidad de usar un ratón.
En mi caso es una utilidad que he usado escasamente, aunque reconozco que al tener siempre las manos en el teclado, y una vez te acostumbras a usarlo, puede ser una buena herramienta. Esto es más cierto aún si viajas con él y quieres ahorrarte llevar más accesorios. Sin embargo particularmente solo me ha confirmado que la paulatina desaparición de este tipo de sistemas tuvo un porqué, y es que el control y rapidez que me ofrece un ratón no es equiparable al del TrackPoint,
Si nos fijamos en los laterales y el frontal del marco del HHKB Studio veremos que hay una especia de topes, unos pequeños resaltes verticales que parecen delimitar algo. Esto es porqué en efecto lo hacen, ya que en estas zonas la marca ha colocado una serie de sensores que nos permite deslizar el dedo sobre ellos para realizar distintas acciones.
Si queremos hacer scroll, subir el volumen o hacer algún tipo de acción concreta, podemos personalizar sus cuatro zonas de deslizamiento: uno en cada lateral y dos en la parte frontal.
El concepto de esto es convertir este teclado en una herramienta todo en uno que no requiera de ratones ni ningún otro extra. Podemos configurar estos espacios para hacer scroll vertical y horizontal, desplazarnos entre escritorios, controlar el volumen del sonido o una acción concreta que nos sea más útil.
Sorprendentemente estos espacios tienen una excelente respuesta, lo que ha hecho que me haya sido muy sencillo acostumbrarme a usarlos. Eso sí, me he dado cuenta que tengo la manía de descansar el dedo meñique en el lateral del teclado, algo que sinceramente no había notado antes, por lo que en ocasiones he tenido algún toque accidental. Algo que por supuesto es plenamente un fallo mío.
Estos paneles de gestos son configurables por lo que las opciones de personalización del teclado se amplían notablemente. Del mismo modo que el TrackPoint no me ha convencido, este sistema de gestos se han convertido en parte integral de mi forma de trabajar. Además pueden suplir la falta de teclas dedicadas multimedia, utilizarse para ampliar o minimizar una imagen o pagina, etc.
Teclas e interruptores
Los teclados HHKB solían venir con interruptores Topre, con una respuesta táctil suave que era uno de los grandes atractivos de la marca. Sin embargo en el cado del HHKB Studio han optado por montar unos interruptores de formato MX con intercambio en caliente. Se trata de unos switches construidos por Kailh con un vástago central en forma de cruz rodeado por un circulo que mejora la estabilidad.
Se trata de unos interruptores lineales MX con una fuerza de activación de 45g y una distancia de pulsación de 3.6 mm. No he tenido la oportunidad de probar los Topre, así que no tengo un punto de partida para compararlos. Lo que si puedo decir es que los interruptores del HHKB Studio son una delicia por la suavidad de cada pulsación y su bajo nivel sonoro, siendo sin duda uno de los aspectos que más me han gustado del mismo. Si en tu caso prefieres otro estilo, al contar con sistema de intercambio en caliente siempre puedes optar por montar unos que se acomoden más a lo que buscas.
Sobre los interruptores encontramos unas teclas PBT de tacto ligeramente rugoso, sin tecnología de doble inyección ni nada similar, por que ya hemos visto que el tema de poder leer la fuente del teclado no es algo que preocupe a la marca.
De estas teclas me ha gustado el tacto y forma, pero creo que el haber optado por un diseño tan minimalista es algo excesivo. Su formato requiere un mínimo de adaptación y esto no es algo que se facilite al no poder leer bien la iconografía. Entiendo que se busca el aspecto minimalista, pero ya puestos que hubieran eliminado por completo todo rastro de leyendas , ya que no entiendo esto de «estar, pero sin que apenas se pueda ver».
Software
A la hora de personalizar el HHKB Studio tenemos el software Happy Hacking Keyboard Studio Keymap Tool, el cual podemos descargar desde su web y solo es funcional si tenemos conectado el teclado por cable. Este programa nos permite personalizar el teclado y mantenerlo actualizado, aunque esto último no se hace de forma automática, sino que nos obliga a descargar el firmware, buscarlo con el programa e instalarlo.
Comencemos con lo que no me ha gustado y es que el programa no es el más intuitivo, por no decir que es realmente enrevesado en su uso, además guarda una estética bastante añeja mas propia de décadas pasadas. Por contra permite una amplia variedad de opciones de personalización y mapeo, incluyendo dotar a cada tecla de mas de un función usándolas en combinación con las teclas FN1, FN2 y FN3.
Además de las opciones de personalización de las teclas, tenemos también la de los paneles de gestos, incluyendo deshabilitarlo. Todo lo cual podemos guardar hasta en cuatro perfiles distintos entre los que intercambiar en función del uso que vayamos a darle. Es decir que si te preocupaba que un teclado tan compacto no te diera opciones, despreocúpate por que el HHKB Studio se puede personalizar como para satisfacer al más exigente usuario.
Conclusiones y opinión
Pocos dispositivos me han dejado sensaciones tan contrapuestas como el HHKB Studio, dándome cosas que me han encantando con otras que simplemente no puedo con ellas. Para empezar tiene un diseño que me gusta, aunque hubiera agradecido un poco más de contraste en la iconografía de las teclas, no mucho, pero si lo suficiente como para que se pudiera apreciar que tecla es cada una. No es que sea cuestión de saber mecanografía, es que incluso las teclas no tienen una distribución al uso, por lo que el proceso de adaptación se complica innecesariamente.
Por otro lado el tema del TrackPoint es algo que personalmente no me convence, pero entiendo que puede tener su publico, por lo que es más una cuestión de cada usuario. Sin embargo a esto se le acompaña de unas teclas en la parte inferior de un tamaño considerable, lo que hace que tengamos un gran marco en la zona inferior que echa por la borda el aspecto minimalista del teclado.
Sorpresa ha sido lo cómodo que me he sentido con los controles deslizantes, que si bien ha requerido algo de costumbre, al final mee he encontrado usándolos mucho más de lo que pensaba, aunque deshabilitando en del lateral izquierdo por mi tendencia a colocar allí el meñique.
Otro aspecto que no me convence es el tema de usar pilas, aunque lo cierto es que según el uso que le he dado parece que nos aguantarán sin problemas un par de meses. Del mismo modo tampoco me convence el tener que apagar y encender el teclado para pasar de cable a Bluetooth, algo que en la mayoría de teclados basta con un deslizable o incluso con una tecla.
Me hubiera gustado haber probado los interruptores Topre, pero lo cierto es que los que trae el HHKB Studio me han convencido, siendo posiblemente unos de los switches más agradables de usar que he probado.
Junto con el sistema de controles deslizantes, los interruptores del HHKB Studio y la experiencia que ofrecen son las mejores armas que tiene este teclado, y las que me hacen que me pudiera plantear su compra. Sin embargo los peros son tantos como para que de momento lo descarte.
PFU, marca fabricante del HHKB Studio, ha optado por un diseño tan específicamente diseñado para un usuario nicho que hace complicado su recomendación. Es como comprar un Ferrari pero que ha sido customizado al extremos para un usuario concreto. A este le va a encantar, pero para el resto de los mortales simplemente no sea para ellos. En el caso que nos ocupa esto es aún mas cierto, ya que se trata de un teclado con un precio de 386,38€.
Personalmente creo que si te interesa la propuesta de los teclados HHKB, incluso con un diseño más minimalista y para mi más bonito, tienes el HHKB HYBRID Type S como una mejor opción de compra, ya que los.
HHKB Studio.
386 EURPros
- Switches que hacen del escribir un placer
- Calidad de construcción
- Opciones de personalización
- Switches con sistema de cambio en caliente
- Sistema de gestos que ha sido una sorpresa
Contras
- Muy caro
- ¿Es un TrackPoint mejor que el ratón? lo dudo mucho
- Un marco inferior tan ancho que se carga el diseño compacto
- Su diseño de teclado no es para todos los publicos
- Pilas en un teclado de casi 400€