El Razer Blade 18 es la bestia gamer con el que la compañía nos ofrece un portátil que no solo puede con todo tipo de juegos, sino que lo hace con una pantalla QHD+ con una tasa de refresco de hasta 240 Hz, características que ya muchos de nosotros quisiéramos en nuestro setup.
Razer no se ha cortado a la hora de meter toda la potencia de la que ha sido capaz en un portátil y en las opciones de compra de este dispositivo nos encontramos hasta con procesadores Intel Core i9-13980HX, gráfica RTX 4090, hasta 64 GB de RAM y 2 TB de almacenamiento. Unas cifras que dejan claro que hablamos de un producto premium, solo apto para entusiastas que quieran lo mejor disponible y no quieran renunciar a nada solo porque hablemos de un portátil.
Gracias a la empresa de las tres serpientes hemos podido probar este dispositivo, el cual podemos considerar una autentica bestia en lo que a portátiles gamer se refiere. Podéis comprobarlo en la tabla de especificaciones que os dejamos a continuación correspondiente al modelo que hemos probado y con la que comenzamos esta review del Razer Blade 18.
Razer Blade 18, especificaciones:
Procesador | Procesador de 13.ª generación Intel Core i9-13950HX (24 núcleos), 1,8 GHz con Turbo Boost hasta 5,5 GHz, 24 MB de caché |
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OS | Windows 11 Home |
Color | Mercury (también disponible en negro) |
Monitor | IPS de 18 pulgadas Resolución QHD+ (2560 x 1600) Tasa de refresco de hasta a 240 Hz Formato 16:10 |
Gráficos | NVIDIA GeForce RTX 4090 (16GB GDDR6 VRAM) |
Características de la GPU | GPU de portátil NVIDIA GeForce RTX 4090 16 GB de VRAM GDDR6 Núcleos NVIDIA CUDA – 9728 Potencia máxima de gráficos de hasta 175 W Boost Clock hasta 2040 MHz NVIDIA GPU Boost Tecnología NVIDIA Advanced Optimus NVIDIA Whisper Mode 2.0 NVIDIA Resizable BAR Núcleos de trazado de rayos de 2.ª generación Núcleos Tensor de 3.ª generación VR Ready |
Almacenamiento | 2 TB SSD (M.2 NVMe PCIe 4.0 x4) |
Memoria | 32 GB DDR5-5600MHz |
Teclados | RGB en cada tecla con tecnología Razer Chroma y reconocimiento de teclas simultáneo |
Conectividad | Wireless Wi-Fi 6E AX211 (IEEE 802.11a/b/d/e/g/h/i/k/n/r/u/v/w/ac/ax/az) Bluetooth 5.3 |
Touchpad | Panel táctil mejorado de vidrio con controlador táctil de precisión de Microsoft |
Salidas y entradas | 3 puertos USB 3.2 de 2.ª generación tipo A 1 puerto Thunderbolt 4 (USB 3.2 de 2.ª generación) tipo C con suministro de alimentación y Display Port 1.4 con salida GPU Nvidia Compatible con cargadores USB tipo C de 20 V con PD 3.0, hasta 100 W 1 puerto USB tipo C 3.2 de 2.ª gen. (compatible con DisplayPort a través de dGPU) Compatible con cargadores USB tipo C de 20 V con PD 3.0, hasta 100 W RJ45 – 2,5 Gb Ethernet Salida HDMI 2.1 Lector de tarjetas SD UHS-II |
Audio | Matriz de 6 altavoces (2 agudos, 4 subwoofers) 3 amplificadores inteligentes Puerto combinado de 3,5 mm para auriculares/micrófono Micrófono de matriz integrado THX Spatial Audio Compatibilidad con códecs 7.1 (mediante HDMI) |
Acabado | Aluminio T6 CNC anodizado |
Dimensiones | 21,90 mm x 275,40 mm x 399,90 mm |
Peso | 3,10 kg |
Batería y adaptador | Batería integrada recargable de polímero de iones de litio de 91,7 Whr Garantía limitada de 2 años Adaptador de alimentación GaN de 330W |
Características adicionales | Cámara web Windows Hello 5MP con sensor IR integrado Razer Synapse 3 para controlar el rendimiento, el teclado programable, la retroiluminación y el ventilador Conector de seguridad Kensington Modern StandbyIntel PTT – (sTPM 2.0) |
Garantía | 1 año de garantía limitada del portátil 2 años de garantía limitada de la batería |
Unboxing
Comenzaremos esta review por un rápido unboxing para que podamos conocer que nos llega cuando nos compramos esta bestia gamer portátil. El Razer Blade 18 nos viene en una caja de cartón de acabado negro con solo el logo de la marca en la parte superior como elemento diferenciador. Junto a esto tenemos un cargador GaN de gran tamaño y peso, con un largo cable y que usa un conector propio. Este cargador tiene una potencia de carga de hasta 330W y es que como veremos las exigencias de este dispositivo no son pocas.
Junto con el propio portátil Razer nos ha brindado la oportunidad de probar sus skins, una serie de pegatinas que podemos usar para personalizar el portátil. Hay distintos modelos a elegir, siendo el que hemos probado el denominado Green Hex Camo.
Estas Skins vienen en plantillas y con una serie de instrucciones y paño para poder colocarla, pudiendo hacer que nuestro portátil cambie completamente de aspecto.
Dentro de la propia caja del portátil tenemos un sistema de tipo cofre que al abrirlo se eleva, alzando el dispositivo para que podamos cogerlo y que en nuestro caso nos llega con la skin Green Hex Camo ya colocada en su parte superior.
Diseño premium al que no le falta nada
Entre nuestras manos tenemos una portátil gamer con todo lo que podemos pedir a nivel de hardware, por lo que a nivel estético Razer se ha cuidado mucho de ofrecer un acabado al mismo nivel. El Razer Blade 18 que analizamos tiene el acabado Mercury, con un cuerpo realizado a partir de un solo bloque de aluminio T6 CNC anodizado. Este le da un acabado metalizado mate, aportando una alta resistencia y que al tacto deja una innegable sensación de altísima calidad de construcción, además de evitar las huellas gracias a un recubrimiento especial.
Con unas dimensiones de 275,40 mm x 399,90 mm y un grosor de 21,90 mm, a pesar de su categoría de portátil tenemos un peso más que apreciable de 3.1 kilogramos. Se puede transportar, pero desde luego no es el mejor exponente del concepto de portabilidad, pero es algo esperado cuando sabemos lo que incorpora en su interior.
El modelo que tenemos entre manos cuenta con una gran pantalla IPS de 18 pulgadas con una relación de 16:10 que alcanza una tasa de refresco de 240 Hz, con un tiempo de respuesta de 3ms y que nos ofrece una resolución QHD+ de 2560 x 1600 píxeles. Esta pantalla es capaz de cubrir el 100% de la gama de colores DCI-P3 y es compatible con NVIDIA G-Sync. Este es un punto fundamental del dispositivo y es que con la gráfica que monta necesitamos una pantalla que nos permita aprovechar toda su potencia.
En la parte inferior tenemos una configuración que no solemos ver en un portátil, con un teclado a cuyos lados tenemos dos amplias rejillas y bajo el cual encontramos un touchpad que solo podemos calificar como enorme.
Para empezar, tenemos un teclado que incluye nuestra querida «ñ», o lo que es lo mismo, que viene con configuración en español. Se trata de un teclado de perfil bajo con un recorrido mínimo y que al igual que los teclados de la marca cuenta con iluminación Razer Chroma tecla a tecla.
El touchpad del Razer Blade 18 es enorme, aprovechando al máximo el espacio para que podamos usarlo para jugar y realizar movimientos amplios. En mi caso es casi misión imposible ya que soy incapaz de lograr una buena experiencia y prefiero el ratón, pero eso ya es cuestión de las capacidades de cada uno. Personalmente soy un manco jugando con el panel, aunque lo cierto es que su respuesta en precisa y rápida, por lo que si eres mañoso no tendrás problemas en su uso.
En cada lateral del teclado encontramos dos grandes rejillas que no son otra cosa que los altavoces del portátil. De forma muy acertada Razer no es escondido estos altavoces en la parte trasera, algo muy común pero que hace que el sonido no nos llegue de forma directa, sino que lo hace rebotando en la superficie donde se apoye. Razer no ha querido esto y los altavoces del Blade 18 nos hacen llegar el sonido de forma directa, algo que se agradece.
Cuando ves las especificaciones de este bicho es imposible no pensar en la temperatura y es que con tanta potencia debemos tener un sistema de refrigeración a la altura. Aunque hablaremos más de esto en la parte de experiencia de uso, este inciso viene a cuento por una gran rejilla que encontramos en la parte superior del teclado y que sirve como punto de salida del aire que entra al dispositivo por las rejillas que tenemos en la parte inferior del dispositivo.
Si nos vamos a los laterales del cuerpo del Razer Blade 18 nos encontramos con una profusión de puertos, por lo que ya nos podemos hacer una idea de que será complicado que tengamos problemas para conectar cualquier formato de dispositivo que necesitemos.
En la parte izquierda del terminal encontramos el puerto de carga propietario, que de primeras parece un puerto USB C de gran formato. A continuación, tenemos un conector RJ-45 de 2.5 Gb/s, dos puertos USB A 3.2 de 2.ª gen y un puerto USB C Thunderbolt 4 con el que podemos cargar el dispositivo con una potencia de hasta 100W, pero que también nos permite usarlo como Display Port 1.4 con salida GPU Nvidia. También tenemos un puerto de audio de 3.5mm.
Si nos vamos a la parte derecha encontramos un conector de seguridad Kensington, un puerto HDMI 2.1, un tercer puerto USB A y un segundo puerto USB C. Tras estos encontramos un lector de tarjetas SD UHS-II, algo muy útil sobre todo para creadores de contenido y profesionales gráficos.
Potencia a raudales
Pasamos a lo más interesante de cualquier review, conocer las tripas del Razer Blade 18 y ver cómo responde en el uso, algo que da comienzo conociendo que modelo estamos probando y que incorpora, ya que hay distintas opciones de configuración. En nuestro caso tenemos lo más potente así que agarraros que vienen curvas.
Razer ha puesto todo para convertir este en el portátil gamer definitivo. No solo tenemos una pantalla QHD+ con 240 Hz de refresco, sino que en su interior nos encontramos con un procesador Intel Core i9-13950HX, un SoC de 13ª generación que presume de contar con 24 núcleos, de los cuales ocho núcleos son de alto rendimiento y 16 de eficacia. Con esto tenemos nada menos que 32 hilos, 16 de rendimiento y 16 de eficacia, alcanzado los 5.6 GHZ de velocidad de reloj.
Con este procesador Razer nos envía el modelo con 32 GB de RAM, un sistema que se compone de dos módulos de 16 GB de RAM DDR5 a 5.600 MHz. Además, contamos con un almacenamiento que en nuestro caso se dispara a 2 TB (1 TB + 1 TB PCIe 4.0 NVMe M.2 SSD), por lo que complicado vemos que tengas problemas de almacenamiento, aunque si es así dispones de modelos que llegan hasta los 8TB de almacenamiento.
Como dispositivo gamer el apartado gráfico recibe un especial mimo y aunque cuenta con una gráfica integrada UHD Graphics de Intel, el peso a la hora de jugar lo lleva una NVIDIA GeForce RTX 4090 con 16 GB de VRAM GDDR6 con una potencia gráfica total de hasta 175 vatios, con el sistema GPU Boost, DLSS 3 y que soporta trazado de rayos de 2.ª generación.
Con esta gráfica es complicado que nos encontremos con un juego que no sea capaz de mover fluidamente, siendo un seguro para asegurarnos que podremos disfrutar de cualquier título AAA por exigente que sea.
En lo que respecta a la autonomía esta viene dada por una batería de iones de litio de 91,7 Whr, incluyendo el ya mencionado cargador GaN de 330 W. Su autonomía depende muchísimo del uso que le demos ya que en función de ello tirará más o menos de la gráfica dedicada. Si hacemos un uso de tipo ofimática donde no tiremos de la RTX podemos tener unas cinco horas de uso, mientras que si nos ponemos a jugar la autonomía varia desde un par de horas a poco más de una en función de la exigencia del juego.
Dicho de otra forma, si vas a jugar mejor asegúrate de tener el Razer Blade 18 conectado a un enchufe para no quedarte tirado a mitad de partida.
Como nos podemos imaginar tanta potencia hará subir la temperatura del equipo, algo que Razer combate usando un cámara de vapor de gran tamaño y un sistema de disipación que incluye varios ventiladores, algo que se hace muy presente cuando jugamos en modo exigente para tratar de mantener la temperatura en niveles aceptables.
Synapse y Cortex, un duo para mejorar la experiencia
Como buen producto Razer con Windows 11 no podían faltar los programas que la marca usa para configurar sus dispositivos, destacando en primer lugar el uso de Synapse, uno de los mejores programas de configuración que hay en el mercado por su sencillez y funciones a la hora de personalizar nuestros accesorios.
Con Synapse podemos configurar la iluminación del teclado del Razer Blade 18, optando por algunas de las preconfiguraciones ya disponibles, o bien usar Chroma Studio para realizar una personalización tecla a tecla. También podemos personalizar el modo juego, escoger entre usar tasas de refresco de 60, 120 o 240 Hz o seleccionar el comportamiento del dispositivo cuando no está conectado para ahorrar batería.
Otra de las «opciones» que nos ofrece es la de cambiar otros ajustes o incluso de GPU, aunque esto realmente no es más que un enlace que nos lleva al Panel de control de NVIDIA, que es desde donde realmente hacemos los cambios.
Con todas estas opciones las más interesantes las encontramos en la pestaña de rendimiento, sección donde podemos configurar los modos de funcionamiento del equipo, de la CPU y de la GPU, incluyendo la opción de realizar overcloking en la CPU. Aquí debemos tener en cuenta que, si bien usar los modos más potentes mejora la experiencia de juego, penalizan notablemente la autonomía. Eso es algo que Razer sabe, por lo que nos permite configurar este para que se comporte de una forma cuándo está conectado a la corriente y de otra cuando no lo está.
Junto con Synapse encontramos Cortex, un programa que está pensado para optimizar y mejorar la experiencia de juego y que a la par también nos sirve para ver el comportamiento de estos, ver a cuantos FPS se mueven y generar una gráfica completa según cada juego.
Para empezar, hay que decir que este programa está disponible para su descarga de forma gratuita, por lo que si tienes un equipo gamer y quieres usarlo en tu PC no tienes más que instalarlo. Entre sus opciones encontramos un optimizador de juegos que realiza varios ajustes en el equipo para optimizar el rendimiento del juego. También cuenta con un optimizador del propio sistema con distintas herramientas para mejorar su rendimiento.
Cuando usamos Cortex para optimizar un juego tenemos la opción de decirle como queremos que lo haga, ya sea para un uso competitivo, priorizando la calidad, el rendimiento o bien usando el modo más equilibrado. En función de estos ajustes veremos que podemos alcanzar un mayor o menos número de FPS, pero también se ven alterados parámetros que afectan a otros aspectos como la calidad de la imagen, las texturas, etc.
Experiencia de uso
El Razer Blade 18 es portátil, pero no se puede decir que sea cómodo de transportar por dimensiones y peso, un contratiempo que gustosamente sufro para disfrutar de sus prestaciones. El diseño está muy logrado, aunque personalmente no soy partidario del uso de skins ya que me parecen que de por si el dispositivo ya tiene un aspecto como para lucirlo.
En lo que se refiere al teclado me ha costado algo acostumbrarme a él. Demasiado alejado de sus bordes por su gran touchpad y sus altavoces, quedando no solo extraño visualmente, sino que requiere de un tiempo el acostumbrarse a este diseño.
Todo lo contrario, ha pasado con su panel IPS, con una pantalla que ofrece una gran calidad y fluidez, logrando una representación de colores vibrante pero no especialmente fidedigna, lo que no es lo mejor para profesionales de la edición que necesiten una alta precisión, pero que para un uso gamer es una autentica delicia. Tanto el brillo como la nitidez están en la línea de lo esperado, aunque echo de menos el contar con HDR a la hora de jugar.
No hace falta decir que con el hardware que monta pocas cosas habrá que no puedas hacer con esta bestia, ya sea jugar trabajar o incluso usando para edición. Cuando usamos este portátil para un uso tipo ofimático o con procesos pocos pesados, su rendimiento se acompaña de un sistema de ventilación que pasa desapercibido, por lo que es muy agradable de usar. Según cambiamos a procesos más exigentes o pasamos al modo gamer, en función del nivel de exigencia vemos como el sistema de refrigeración se hace más presente y sus ventiladores se notan de una forma notable, sobre todo si tiene que tirar del trazado de rayos y DLSS.
Juegos como CoD, una auténtica pesadilla por lo mal optimizado que está, ponen a prueba nuestros equipos y no son pocos los portátiles que «petan» cuando probamos a jugarlo. Con todo el Razer Blade 18 sale triunfante y puede mover sin mayores problemas el juego, incluso con una configuración alta. Eso sí, esto lo hace a costa de un aumento del ruido y de una temperatura que a pesar de todo se hace muy notoria, de forma que mejor olvídate de apoyártelo en tu regazo.
Un detalle muy de agradecer es que el calor se concentra en la parte superior, cerca de la rejilla de ventilación, por lo que no lo sufrimos en el teclado ni mucho menos en el touchpad, por lo que podemos seguir usándolos sin apenas notar esto.
Como es norma hemos pasado al Razer Blade 18 por una serie de programas para poder cuantificar su rendimiento, comenzando con Time Spy de 3DMark, donde nos ha arrojado una valoración de 16.683 puntos con una estimación de alcanzar más de 155 FPS jugando a Battelfield V en 1440p. Cuando pasamos PCMark10 obtenemos una puntuación de 7499, mientras que con Cinebech R23 obtenemos en single core una puntuación de 1716, llegando a los 24910 puntos en multicore.
En lo que se refiere a su capacidad de lectura y escritura en su sistema de almacenamiento hemos usado CrystalDiskMark 8, alcanzando una capacidad de lectura de 6729.26 MB/s y una velocidad de escritura de 4987.18 MB/s
El sistema de altavoces del Razer Blade 18 está por encima de lo que solemos ver en el mundo de los portátiles, contando con sonido espacial THX, el mismo que hemos visto en muchos de sus auriculares y que ahora se aplica en este portátil. En general el sonido es bastante decente para jugar, aunque lejos de poder considerarlo como bueno para los que busquen un sonido puro. Como siempre unos buenos auriculares será la mejor opción, algo que en mi caso también aplico a la hora de jugar ya que de paso me aísla del ruido de los ventiladores.
Hoy en día los juegos son realmente exigentes a nivel gráfico por lo que contar con un dispositivo como el Razer Blade 18 es un lujo, pudiendo disfrutar de juegos a unos niveles a una calidad de fluidez solo al alcance de algunos PC de sobremesa. Con una pantalla de calidad QHD+ y un refresco de 240 Hz la experiencia ya promete, pero es que además incluso con juegos que «piden» el uso de trazado de rayos o que agradecen el DLSS 3 salimos muy satisfechos, alcanzar tasas por encima de los 120 FPS es común en la mayoría de títulos en calidad alta. Si queremos alcanzar cifras más altas basta con rebajar un poco las expectativas gráficas para ver como el Razer Blade 18 alcanzan cifras que aprovechen mejor su panel.
Contar con un equipo como el Razer Blade 18 hace que te replantees la necesidad de contar con un sobremesa y es que al fin y al cabo poco más podemos pedirle a una bestia con la que Razer quiere demostrar que en el mundo del gaming no hay nada que se le resista.
Conclusiones
El Razer Blade 18 es la apuesta más potente de Razer en el mercado de los portátiles gamer, contando con un procesador y una GPU que hace que puedan no solo mover los juegos más exigentes, sino de hacerlo con una calidad y fluidez simplemente impecable. Esto se une con un diseño elegante y que rezuma calidad, además de una pantalla que para un gamer es un regalo para los ojos.
Con todo lo dicho hay que aclarar que no se trata de un equipo del que se espere unas ventas masivas, sino destinado a un público que solo quiera lo mejor y esté dispuesto a pagarlo, y es que el Razer Blade 18 tiene un precio que parte de los 3.399,99 € en su modelo más básico, aunque en nuestro modelo sobrepasa holgadamente los 5K.