Elon Musk no ha parado de decir que sus intenciones con Twitter era convertirlo en un espacio de libre expresión, algo que llegó incluso a que desbloqueará la cuenta del expresidente Donald Trump quien anteriormente había sido suspendido tras los acontecimientos que llevaron al asalto del Capitolio.

Otro de los ejemplos de esta presunta libertad para que todos puedan expresarse es que Elon llegó a asegurar poco después de convertirse en dueño de la red social, que no banearía la cuenta que seguía los pasos de su jet privado, afirmando que era un ejemplo de su compromiso con la libertad de expresión.

Mi compromiso con la libertad de expresión se extiende incluso a no banear la cuenta que sigue mi avión, aunque eso suponga un riesgo directo para la seguridad personal.

Decisiones como está parecían dejar claro que el excéntrico millonario tenía la intención de cumplir con este compromiso a toda costa, pero el paso del tiempo ha ido demostrando que incluso para él la libertad de expresión tiene sus limites y es que finalmente, y en contra de lo dicho, Twitter ha suspendido de forma indefinida la cuenta @ElonJet, la susodicha cuenta que seguía los movimientos del Jet privado de Musk. Esto además se ha aplicado a otras cuentas del mismo desarrollador, Jack Sweeney, las cuales seguían a los aviones privados de otras personalidades, como el propio Sweeney ha confirmado.

Dejando de lado mi opinión sobre la suspensión o no de este tipo de cuentas que, como el propio Musk dice, pueden poner en riesgo a ciertas personalidades. Esta claro que hasta para el nuevo dueño de Twitter la libertad de expresión tiene limites.