Si hay algo que no se le puede negar a Samsung es que ha sido la que más fuerte ha apostado por los smartphones plegables incluso cuando los problemas iniciales no auguraban un gran futuro a corto plazo. Aún con ello han ido lanzado sucesivas actualizaciones de los Galaxy Fold y Galaxy Flip, mejorando algo en cada una de ellas hasta llegar a la tercera generación. En esta generación se ha realizado un importante avance con respecto a sus predecesoras y es que Samsung promete haber terminado con los problemas de la fragilidad de sus pantallas, un problema que ya sufrimos con el Galaxy Z Flip y que penalizaba de forma muy notoria la experiencia de uso.
Duranta varias semanas hemos podido probar el Samsung Galaxy Z Flip 3, el plegable con formato de concha de Samsung y poner a prueba sus capacidades comprobando si en verdad ya podemos usarlo sin miedo a dañar su pantalla o a que esta se vea malograda por la entrada de polvo en su bisagra, además de comprobar que rendimiento y experiencia nos ha ofrecido.
Samsung Galaxy Z Flip 3, especificaciones: |
Dimensiones: 166 x 72,2 x 6,9 mm / Plegado:; 72.2 x 86.4 x 17.1mm-15,9mm
Peso: 183 gramos Colores disponibles: Phantom Black, Crema, Lavanda |
Sistema Operativo: Android 11
Capa de personalización: OneUI 3.1 |
Interna:
Pantalla FHD+ Dynamic AMOLED 2X de 6,7 pulgadas (22:9) Infinity Flex 2640 x 1080 425ppi 120Hz frecuencia de refresco adaptativa Pantalla exterior: Super AMOLED de 1,9 pulgadas 260 x 512 302ppi |
Qualcomm Snapdragon 888, Kryo 680, 5 nm, 64 bits (1x 2,84 GHz + 3x 2,42 GHz + 4x 1,80 GHz)
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8 GB LPDDR5
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128 / 256 GB UFS 3.1
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12 MP (cámara principal gran angular, f / 1.8, 78 °, 1.4 µm, OIS, 2PD)
12 MP (ultra gran angular, f / 2.2, 123 °, 1.12 µm, FF) |
10 MP (f / 2.4, 1.22 µm, 80 °)
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3300 mAh
Carga rápida, de 15W Carga inalámbrica de 10W Inversa de 4.5W |
5G
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Bluetooth 5.0, WLAN AX, NFC, USB Tipo C, Sensor de huellas dactilares, IPx8
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1.059 € |
Un diseño que hace notar su evolución
Hablar del diseño de este terminal es hablar de los detalles y es que ahí es donde se ha centrado Samsung. Tanto en su aspecto como en las sensaciones que nos dejan en las manos la sensación es muy similar a la que tuvimos con el Galaxy Flip, pero cuando lo miramos más en detalle apreciamos que es en los detalles donde está la gran diferencia.
Lo primero es mencionar que este terminal nos llega en una caja extremadamente fina, algo que se ha conseguido a costa de sacrificar el cargador y es que este dispositivo nos llega sin cargador, solo con un cable que deberemos usar con un cargador que, a menos que ya dispongamos de uno, deberemos comprar a parte. Esto que al inicio nos sorprendió ya se está convirtiendo en una tónica y parece que el propio mercado, e incluso los organismos que lo regulan, tienden a su adopción generalizada.
El Samsung Galaxy Z Flip 3 nos viene desplegado en su caja, lo que hace que está tengo un aspecto alargado que sobre su fondo negro destaca la Z que indica la familia a la que pertenece el dispositivo. En este caso tenemos un modelo en acabado «Cream», una especie de amarillo pastel muy suave, aunque también podemos adquirirlo en otros acabados como negro, verde, lavanda, blanco, rosa o gris.
Desplegado en su trasera tenemos un dispositivo muy similar al teléfono estándar, con una especie de modulo en la parte superior que ya sabemos es el espacio reservado tanto para las cámaras traseras como para la pantalla exterior. Solo un par de líneas metálicas que lo atraviesan a la mitad delatan que estamos ante un terminal plegable. En cifras tenemos un terminal con un alto de 166 mm, un ancho de 72.22 mm y 6.9 mm de grosor, cifras de las que podría presumir cualquier smartphone estándar.
Si lo miramos desde el frontal desplegado la sensación es la de un teléfono normal, pero con un aspecto más alargado. Aquí, a pesar de toda la evolución que Samsung ha implementado en su pantalla plegable, es imposible no ver el pliegue que hay en su parte central. Visualmente sigue quedando raro ver una pantalla con este «hundimiento», pero es más notorio aún cuando tenemos que deslizar el dedo sobre ella para deslizar una pagina o un texto. No es que impida su funcionamiento o lo merme, pero si que da una sensación rara.
Debido a la bisagra que divide las dos partes del Samsung Galaxy Z Flip 3 los botones de control están algo más altos de lo que nos gustaría, lo que hace que no sea especialmente cómodo de usar, aunque al final terminas acostumbrándote y asumiéndolo como un precio a pagar por disfrutar de este curioso formato. Por suerte aquí su peso de 183 gramos ayuda en el proceso.
En el contorno de este terminal tenemos un marco de aluminio mate, muy agradable al tacto y que le otorga un plus de sensación de resistencia y robustez que se agradecen. En cuanto a la distribución de puertos y botones tenemos en la parte izquierda, cerca de la parte superior, la bandeja donde insertar la tarjeta microSIM, dejando en la parte derecha los controles de volumen y el botón de encendido, el cual al mismo tiempo alberga el sensor de huellas.
En los extremos tenemos en la parte superior un micrófono, mientras que en la parte inferior tenemos un altavoz y un puerto USB de tipo C. El peculiar formato de este terminal hace que cuando este plegado la disposición de los botones de subir y bajar el volumen se sitúan al revés, lo que si estamos escuchando música se hace algo raro hasta que te acostumbras.
Uno de los puntos que aún no se ha logrado pulir con este terminal es el espacio que queda en la zona de pliegue, lo que deja un espacio cuando lo plegamos que es inevitable que acumule polvo y suciedad cuando lo llevamos en el bolsillo. Es asombroso la de polvillo que puedes llegar a encontrar tras llevarlo unas horas en el bolsillo.
Por fortuna algo que si han mejorado es el sistema de bisagras, el cual ahora protege de forma muy efectiva este pliegue. Olvídate de problemas de que el polvo o suciedad entre por este espacio y es que han logrado un precinto tan bueno que ahora puede presumir de tener la certificación IPX8 contra salpicaduras.
En la zona trasera de la bisagra se nos muestra grabado el nombre de Samsung, quedando oculto al desplegar el dispositivo.
A la hora de desplegar o plegar el terminal esta bisagra ofrece la resistencia justa, sin ser excesiva aunque si nos obliga a usar las dos manos para desplegarlo. No hay ruido de engranajes ni sonidos que despierten sospechas sobre el funcionamiento de la bisagra. Tampoco hemos encontrado una reducción del rendimiento a pesar de un uso intenso durante varias semanas, lo que deja claro que Samsung ha hecho un gran trabajo con esta bisagra.
Otra de las novedades del Samsung Galaxy Z Flip 3 es la pantalla externa, algo que en versiones anteriores tenía un tamaño tan reducido que apenas tenía utilidad. En este modelo se ha ampliado el tamaño de la pantalla exterior hasta montar un panel AMOLED de 1.9 pulgadas, un tamaño que ahora si es útil ya que nos permite leer nuestras notificaciones en condiciones e incluso ver información del tiempo o usarla para vernos cuando nos saquemos un selfie con las cámaras externas.
En lo que al diseño se refiere las principales diferencias que notamos desde el momento en que lo tenemos en las manos son la sensación de robustez que transmite y la mejora en la utilidad. Aún hay puntos a mejorar, como la situación de los botones o el espacio que queda entre las dos partes al plegar el terminal, es innegable la mejora que ha experimentado este dispositivo, manteniendo un formato que es sin duda el más cómodo de llevar gracias al poco espacio que ocupa plegado, que desplegado nos ofrece una experiencia casi idéntica a un smartphone de formato estándar.
Pantalla plegable que ahora si, puedes usar sin miedo
Cuando probé el Galaxy Flip apenas tardé una horas en ver en su pantalla marcas de uso. Reconozco que jugando con el móvil puedo ser algo efusivo y esto se refleja en una presión mas fuerte sobre la pantalla, lo que unido a la inclinación del dedo al usar los controles terminó marcando algunos puntos de la pantalla del Flip 2. Este es sin duda el principal avance del Samsung Galaxy Z Flip 3 y es que ahora si tenemos una pantalla plegable que podemos usar sin temor a dañarla a la mínima.
En el interior de este terminal tenemos una pantalla Dynamic AMOLED 2X Infinity Flex de 6.76 pulgada con resolución Full HD+ de 2640 x 1080 píxeles y una tasa de refresco adaptativa de hasta 120 Hz. Se trata de una pantalla mas alargada de lo que solemos estar acostumbrados a usar, con un marco notorio que la rodea con un orificio centrado para su cámara selfie. Todos los contornos guardan la simetría en su diseño, con el mismo grosor y con dos protuberancias en las esquinas que amortiguan el golpe cuando plegamos el dispositivo.
El pliegue de esta pantalla sigue siendo plenamente visible y se nota cuando lo usamos, no impide un uso normal, pero si que da una sensación extraña al encontrárnosla constantemente cuando deslizamos el dedo por la pantalla.
Su densidad de 425 pixeles por pulgada se aseguran de que tenemos unas imágenes nítidas y definidas, mientras que su alta tasa de refresco nos permiten obtener una experiencia de uso fluida. Por supuesto la tasa de refresco se puede bajar a 60 Hz si queremos elevar la autonomía del dispositivo, un punto del que ya os adelantamos no es lo mejor de Galaxy Z Flip 3.
Esta pantalla interior viene configurado con el modo intenso, por lo que tenemos unos colores que tiran a la saturación, aunque esto es algo que podemos corregir mediante la personalización que nos brinda One UI. En su uso tanto en interiores como en exteriores disfrutamos de una buena visibilidad gracias un brillo que alcanza máximos de 1.200 nits y cuyo modo automático regula de forma muy correcta según la situación.
En lo que a la pantalla externa se refiere tenemos una Super AMOLED de 1.9 pulgadas con resolución 260 x 512 píxeles que ofrece una densidad de 302 ppp. Esta pantalla aumenta su capacidad de uso de forma proporcional a como lo ha hecho en tamaño, pudiendo ver en ella las notificaciones de forma clara, pero también añadiendo funciones como información del tiempo, reloj, grabación de audio o incluso como pantalla para hacernos selfies con la doble cámara trasera. En este formato incluso nos permite cambiar de foto a video y seleccionar la cámara que queremos usar.
Samsung ha personalizado su capa para adaptarla a las capacidades y necesidades de este formato, por lo que en la configuración encontramos las habituales opciones de cambiar tema y colores, personalizar el tono y modo de color de la pantalla o seleccionar la tasa de refresco. Sin embargo a estas se les une otras opciones más especificas como el seleccionar que widgets ver en la pantalla exterior, pudiendo cambiar el fondo e incluso escoger y personalizar el formato del reloj. Otra opción que nos brinda es personalizar el estilo de las notificaciones, ya bien queramos algo escueto con la opción de «Resumido» o bien queramos algo más de información con el modo detallado.
One UI se adapta al nuevo formato
Aunque el Samsung Galaxy Z Flip 3 viene con Android 11 bajo One UI, al poco de recibirlo este recibió One UI 4 con Android 12 y es que la compañía coreana no ha descuido algo tan importante como el tema de las actualizaciones en estos dispositivos. A pesar de la reducción de precio siguen siendo unos terminales caros, por lo que de ellos se espera que tengan un sistema actualizado. Samsung no solo cumple, si no que en mas de una ocasión se adelanta a Google en el despliegue de las actualizaciones mensuales.
La capa de Samsung no ha cambiado mucho con respecto a otros modelos que hemos probado, incluyendo el venir con las aplicaciones de Microsoft o Netflix preinstaladas, pero a estas se añaden algunas opciones especificas para este formato que van más allá de la personalizaciones de sus pantalla.
Samsung ha adaptado alguna de sus aplicaciones al formato «flex» del Flip 3, con el ejemplo más claro con la aplicación de cámara, la cual cuando colocamos el dispositivo en un ángulo de 90 grados se adapta para mostrar en la parte superior la imagen y en la parte inferior los controles. Sin embargo la intención es que otros desarrolladores se unan y de momento podemos disfrutar de ello con la aplicación de Youtube, la cual del mismo modo muestra en la parte superior el video y en la inferior los controles o comentarios.
Este formato tiene un enorme potencial y aunque hasta ahora está tremendamente infrautilizado, es de esperar que poco a poco se vayan adaptando otras aplicaciones al mismo para darle un mayor uso.
Otras de las opciones que encontramos es la de dividir pantalla, colocando una aplicación en la parte superior y otra en la inferior. Al contrario que en el Fold 3 del que pronto os hablaremos, este formato tiene un uso limitado por el propio tamaño de la pantalla.
Rendimiento de gama alta menos en su batería
Uno de los grandes aciertos de Samsung con los nuevos modelos de la familia Galaxy Z es no haber sido tacaños con componentes internos, así en este terminal contamos con un procesador Qualcomm Snapdragon 888, el hasta hace poco mayor exponente de la marca, y acompañarlo de 8 GB de memoria RAM, amén de opciones de 128 y 256 GB de almacenamiento. Este conjunto unido a una capa que cada vez está mejor optimizada hace que en las semanas de uso que le hemos dado no hayamos tenido problemas de rendimiento, lag ni bloqueos. Además cuenta con un modo especial para juegos que optimiza el rendimiento para los mas gamers, lo que hace que incluso con juegos el dispositivo responda de forma notable. Es decir es un terminal premium y como tal es la experiencia de uso que nos ofrece.
Donde cojea este dispositivo es en su batería y en la capacidad de refrigeración que ofrece. No es de extrañar notar un calentamiento del dispositivo cuando hacemos uso intenso del mismo o si estamos un par de horas viendo una película. No llega a ser alarmante, pero ahí está.
En cuanto a autonomía el Samsung Galaxy Z Flip 3 monta una batería de 3.300 mAh, muy corta para lo que estamos acostumbrados a ver y que hace que lleguemos justos a fin de día con un uso normal, mientras que si hacemos un uso intenso es complicado que lleguemos a ver anochecer con algo de batería.
Este es uno de los pocos terminales que hemos terminado optando por bajar la tasa de refresco para lograr una autonomía decente, alcanzado así hasta 4 horas de pantalla en un uso moderado. Así logramos llegar al fin de día y poco más, mientras que si subimos el uso u optamos por los 120 Hz de refresco las cifras apenas llegan a las 3 horas de pantalla y difícilmente cumplimos el día con el terminal encendido.
Junto con la batería escasa, la velocidad de carga no es tampoco para destacar, alcanzado los 15W por cable y los 10W de forma inalámbrica. Lo bueno es que no tendrás que comprar un cargador de gran capacidad ya que lo normal es que cualquiera que tengas por casa te sobre para usar con el Flip 3. En caso de necesidad disponemos de carga inversa para cargar otros dispositivos, aunque dado lo escaso de esta batería esto es solo para emergencias y a costa de perder varias horas de autonomía propia.
Sin duda la batería es el punto más flojo de este terminal, algo que arrastra desde su primer modelo y que de momento la marca no ha mejorado.
Cámaras, sin cambios a la vista
Samsung ha reciclado las mismas cámaras que vimos en el Galaxy Flip, con dos lentes traseras de 12 megapíxeles y una interior de 10 megapíxeles, que de facto ofrecen los mismos resultados que los que obtuvimos en su predecesor, lo que no deja de ser una pequeña decepción pero que deja claro que el que se compre este dispositivo no lo va a hacer por sus cámaras.
Tampoco ha habido variación en lo que a la aplicación de cámara se refiere, siendo casi la misma que podemos encontrar en cualquier otro modelo de la marca. Es decir seguimos contando con un carrusel inferior para elegir el modo, con una serie de modos prefijados y configurables, dejando el resto en el apartado «más» mientras que algunas opciones de configuración se muestran en la parte superior y otras en el apartado de configuración del sistema.
En lo que a resultado se refiere tenemos un momento «regreso al futuro» ya que el conjunto sigue con las mismas virtudes y defectos, aunque ahora será mucho más cómodo realizarnos un selfie usando las cámaras traseras gracias al mayor tamaño de su pantalla externa.
Cuando usamos las cámaras del Galaxy Z Flip 3 en condiciones de buena iluminación sus cámaras nos ofrecen resultados que destacan por lo vivo de sus colores, pero que a cambio sacrifican la nitidez y el detalle, sobre todo en zonas alejadas del punto focal. Esto es incluso más notorio si optamos por usar el ultra gran angular, donde incluso podemos apreciar que no logra una gran corrección de la distorsión.
Ambas lentes sufren cuando cae la iluminación, sobre todo el gran angular, haciendo aparición algo de ruido que se incrementa en función de cuando iluminación tenga la escena.
Como punto a favor pocas veces vas a preferir usar la cámara interna a las externas y es que tanto por la opción de ponerlo en 90º para usarlo como trípode, o bien usar la pantalla exterior para un correcto encuadre, lo cierto es que al final terminas tirando de las cámaras externas por la mayor calidad que ofrecen.
Tanto las lentes exteriores como la interior cuentan con un modo retrato que logra un buen desenfoque, pero con un recorte más preciso en el caso de usar la lentes traseras. Además estas logran resultados mucho mejores en zonas con poca iluminación, mientas que la lente interna sufre bastante. Puedes ver un ejemplo de esto en nuestra galería.
Galería
Conclusiones
El Samsung Galaxy Z Flip 3 está disponible con un precio de 1.059€, aunque en el momento de escribir estas líneas lo tenemos en oferta por 849€ con unos Galaxy Buds Pro de regalo. Es una mas que importante rebaja sobre los 1.500 € del modelo precedente, lo que indica como poco a poco se está reduciendo los costes de estos formatos.
Al igual que el modelo precedentes nos dejó más dudas que certezas, lo cierto es que el Galaxy Z Flip 3 ha despejado muchas de ellas, sobre todo en lo relacionado a la resistencia de su pantalla interior y la utilidad de la pantalla externa, siendo ahora un terminal plegable que usar sin tener que tener un cuidado especial.
Esta claro que el Galaxy Z Flip 3 no va a atraer a un posible comprador por sus cámaras ni su batería, si no por su peculiar formato. En esto se han centrado en Samsung, mejorando su resistencia y usabilidad, haciendo de este una excelente opción para quienes quieran un terminal con pantalla plegable. Puede que no sea para todos los gustos, pero para quienes quieran un rendimiento de alta gama que pueda caber en la palma de la mano, sin duda el Galaxy Z Flip 3 es el terminal que busca.