La adicción a los videojuegos ha sido finalmente reconocida de forma oficial como una enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) así lo ha reconocido, en su 72ª Asamblea Mundial de la Salud, al incluirla dentro de la lista de Trastornos por consumo de sustancias o conductas adictivas.
Con ello se reconoce algo que ya muchos vemos en nuestra sociedad, y es la dependencia de ciertas personas de la necesidad de jugar a videojuegos. El poder tratar este tipo de adicciones, como con la mayoría de ellas, es el saber que es una enfermedad y poder ser correctamente diagnosticado para recibir el apoyo/tratamiento indicado.
Cuando perdemos el control del juego
Siempre hay que ser consciente de que nuestra vida no puede estar controlada ni sojuzgada a ninguna adicción. La OMS da una serie de patrones indicadores de que padecemos este trastorno. Se caracteriza por un comportamiento ligado al juego de forma persistente o recurrente que se puede manifestar de diversas formas.
- El deteriorado del control sobre los juegos (por ejemplo, inicio, frecuencia, intensidad, duración, terminación, contexto);
- La creciente prioridad que se le da al juego en la medida en que el juego tiene prioridad sobre otros intereses de la vida y actividades diarias
- Continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas. El patrón de comportamiento es lo suficientemente severo como para resultar en un deterioro significativo en las áreas personales, familiares, sociales, educativas, ocupacionales u otras áreas importantes de funcionamiento.
Este tipo de síntomas pueden ser continuados o episodicos, siendo un periodo de 12 meses el normal para poder evidenciar el trastorno.
Ya hace tiempo salió a la luz un vídeo de una madre grabándose dando de comer a su hijo, el cual se negaba a abandonar un maratón de 48H que estaba disputando en un juego.
La decisión de la OMS refleja un problema muy real como es la adicción a los videojuegos, el cual se se debe atajar con el esfuerzo de gobiernos y organismos, pero también por parte de la industria del videojuego.