Al paso de lo ocurrido la semana pasada con respecto a Facebook y la filtración de millones de cuentas de usuarios que se encuentran registradas en la red social, apreciamos un problema grave en la necesidad de poder gestionar de mejor forma las maneras sobre cómo estas herramientas virtuales pueden mantener privadas y seguras la información personal que nosotros proveemos en ellas. Además, el detalle de todo lo ocurrido radica en los métodos y fines de uso de esta información, aunque sabemos de que esto no es nada nuevo, sin embargo, en el análisis profundo de los hechos, el punto clave y visible se muestra simplemente en un aspecto de confianza y fidelidad de la privacidad en la red. Pongámonos en contexto con respecto a lo ocurrido con Facebook y esa filtración de información.
Facebook y Cambridge Analytica
En una serie de reportajes realizados por varios medios periodísticos el pasado día viernes, se dio a conocer que Facebook hizo parte de la filtración de 50 millones de perfiles de usuarios de esa red social, exclusivamente ocurrido durante la campaña del actual presidente de los Estados Unidos Donald Trump. El ex funcionario de la firma Cambridge Analytica, Christopher Wiley, indicó en esas entrevistas que la compañía de la red social entregó, en primera instancia, permisos para que un académico de Gran Bretaña de nombre Aleksandr Kogan accediera a datos personales de los usuarios solamente para utilizarlos con fines investigativos mediante una aplicación de tipo quiz que mediría el perfil político de la persona que la realizaba, y con la restricción de poder comercializarlos.
Pero esto último no se cumplió y toda esa información terminó en la compañía que hace parte de conglomerado SCL Group. A partir de allí, Cambridge Analytica hizo todo el trabajo de analizar, valga la redundancia, informaciones puntuales como las posturas políticas de cada uno de los perfiles filtrados con el fin de moldear de alguna u otra manera un paradigma que les permitiera, a través de la red social, enviar contenido adecuado para cambiar la percepción de ellos sobre el contexto de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Inclusive, este paradigma también sirvió para que Wiley, entre otros, crearan una herramienta con el que podían obtener más información de formas no convencionales a través de la red social, o por lo menos no con las formas en las que Facebook le ofrece normalmente a los desarrolladores obtener información de esos perfiles.
El asunto es tan grave, que esto propició la inclusión de los fake news y la publicidad inclusiva en la que el usuario podría de una u otra manera modificar su opinión con respecto al candidato que aspiraba en las elecciones. Estos mismos métodos pudieron ser utilizados en otros países en contextos parecidos como España, Colombia, México, Argentina e inclusive Gran Bretaña con el Brexit. Aunque conocemos la lucha incansable de Facebook contra el tema de las noticias falsas, al parecer ahora podemos saber el hecho del porqué la urgencia con el que la red social buscaba trabajar en esta temática.
Ya rodó la primera cabeza
Y siempre que ocurre un escándalo, altos funcionarios de la compañía tienen que salir al paso para solventarlo, en este caso Alex Stamos, Jefe de Seguridad Informática de Facebook, quien dejará el cargo debido a los continuos desacuerdos internos en los funcionarios más importantes de la compañía. Stamos, que dejará a Facebook en agosto, fue el encargado de apoyar la revelación de información sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos; sin embargo sus colegas se opusieron tajantemente según fuentes internas de la compañía de la red social.
Para obtener pruebas sobre este tema, Stamos creó un grupo exclusivamente para realizar pesquisas sobre las diferentes maneras en que los rusos procuraban modificar la opinión de los votantes utilizando la red social a principios de junio del 2016. No pasaron 4 meses cuando se encontró que hackers rusos impulsaron aproximadamente 3000 avisos de publicidad para el electorado norteamericano y que para ello fueron destinados US$100.000, todo desde un año anterior al inicio de las investigaciones. Esto impulsó aún más la presión de Stamos para revelar información preponderante sobre la intromisión rusa en las elecciones, ocurriendo entonces un tensión considerable dentro de las altas esferas de Facebook.
Stamos dijo, en una declaración publicada en forma de memorándum en su blog, que «Hemos decidido que lo más responsable es dejar en claro que nuestros hallazgos son consistentes con aquellos difundidos con la comunidad de inteligencia de EE.UU., que claramente conectan la actividad en su informe con actores patrocinados por el Estado ruso«. Stamos se refirió a un informe desclasificado en 2017 en el que el director de Inteligencia Nacional de EE.UU adjudicó a Moscú con intenciones de socavar las elecciones en Estados Unidos, en especial en contra de la candidata Hillary Clinton. En ese memorando se notó intenciones de evitar que Stamos no diera la información de forma veraz e inclusive, se modificó de tal manera que pareciera hipotético y que omitiera a Rusia mencionandolo como si fuera «un adversario extranjero». Posteriormente, la revista Time, en un artículo, explicó que Rusia estuvo inmiscuido creando cuentas falsas y comprando avisos falsos en la red social, algo que Facebook negó inicialmente y que posteriormente reveló debido a las continuas investigaciones de Stamos.
Zuckerberg acepta que todo es su culpa
Después de pasado 4 días de haber estallado este escándalo, el presidente y cofundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se hizo acreedor de toda la culpabilidad por lo ocurrido, en donde claramente se nota que él conocía lo que estaba pasando y que la situación se salió de las manos.
Empecé Facebook, y al final del día soy responsable de lo que sucede en nuestra plataforma. En serio, hago lo que sea necesario para proteger a nuestra comunidad. Si bien este problema específico relacionado con Cambridge Analytica ya no debería ocurrir con las nuevas aplicaciones de hoy, eso no cambia lo que sucedió en el pasado. Aprenderemos de esta experiencia para asegurar nuestra plataforma aún más y hacer que nuestra comunidad sea más segura para todos en el futuro.
Zuckerberg explicó en detalle que ha comenzado a tomar y adoptar medidas extremas para que aplicaciones creadas en la plataforma no tengan acceso a información importante y que se considera privada por el usuario. En la misma publicación donde ha mencionado lo ocurrido en el escándalo, enumeró tres importantes cambios que se realizarán dentro de los próximos días:
En primer lugar, investigaremos todas las aplicaciones que tenían acceso a grandes cantidades de información antes de cambiar nuestra plataforma para reducir drásticamente el acceso a los datos en 2014, y realizaremos una auditoría completa de cualquier aplicación con actividad sospechosa. Prohibiremos a cualquier desarrollador de nuestra plataforma que no acepte una auditoría exhaustiva. Y si encontramos desarrolladores que hicieron mal uso de la información de identificación personal, los prohibiremos y le diremos a todos los afectados por esas aplicaciones.
En segundo lugar, restringiremos aún más el acceso a los datos de los desarrolladores para evitar otros tipos de abuso. Por ejemplo, eliminaremos el acceso de los desarrolladores a sus datos si no ha utilizado su aplicación en 3 meses. Reduciremos la información que le proporcione a una aplicación cuando inicie sesión, solo a su nombre, foto de perfil y dirección de correo electrónico. Exigiremos a los desarrolladores que no solo obtengan aprobación sino que también firmen un contrato para solicitar el acceso de todos a sus publicaciones u otros datos privados. Y tendremos más cambios para compartir en los próximos días.
En tercer lugar, queremos asegurarnos de que entiendas qué aplicaciones permitiste para acceder a tus datos. En el próximo mes, les mostraremos a todos una herramienta en la parte superior de sus noticias con las aplicaciones que han usado y una manera fácil de revocar los permisos de esas aplicaciones para sus datos. Ya tenemos una herramienta para hacer esto en su configuración de privacidad, y ahora vamos a poner esta herramienta en la parte superior de sus noticias para asegurarse de que todos lo vean.
#DeleteFacebook, impulsado por conocidos
La noticia ha traído reacciones en todo el mundo, incluyendo a famosos y celebridades que no están contentos con el hecho de que parte de su información personal fue tomada, manipulada y proporcionada a extraños. Esto generó una campaña en la red social homologa Twitter con el hashtag DeleteFacebook (#DeleteFacebook) con los cuales se promueve la eliminación de cuentas en las redes sociales vinculadas a Facebook, y varios de ellos han tomado acciones radicales.
El más sonado ha sido el del cofundador de WhatsApp Brian Acton, quien en su cuenta de Twitter mencionó que es el momento de borrar nuestras cuentas de Facebook. Suena extraño que un funcionario que hace parte de Facebook o tenga vinculo a ella promueva este tipo de iniciativas, pero como usuario no le falta usuario.
https://twitter.com/brianacton/status/976231995846963201
Empieza el debate mundial, entonces, sobre cómo las redes sociales están siendo utilizadas para tomar la información y entregaselas a terceros. Y no sólo por el hecho de que ocurrió con Facebook, también puede ocurrir en otras homólogas en la que también en sus condiciones de privacidad no especifican una entera comodidad a la hora de almacenar la información de los usuarios que las utilizan. Sabemos que todo esto no es nuevo, de hecho el reconocido Edward Snowden siempre nos advirtió de antemano de que situaciones como ésta iban a ocurrir. Queda nosotros como usuarios tomar las medidas necesarias para que nuestra información no se ve afectada, y abarcar de mejor manera la información que estamos compartiendo en ellas.