Cada vez que llega una nueva versión de un sistema operativo, este incorpora nuevas características, sean visibles o no para el usuario. El software evoluciona, pero el hardware que montan nuestros dispositivos no. Es por esto, que cada nueva versión de cualquier sistema operativo demanda más recursos y exige de mayor manera al hardware, por lo tanto, es hasta cierto punto normal, que experimentemos bajones de rendimiento, cuelgues o relentizaciones. Sin embargo, para el usuario común, para el que poco sabe o le importan estas cosas, lo único que buscan es que su equipo siga funcionando bien.
Un poco de lo descrito líneas arriba, es lo que afecta a iOS, pues según se dice, cada actualización vuelve más lento al terminal. Pero lo que se suele comentar, es que Apple hace esto para alentar a renovar por un nuevo iPhone cada año. Es cuando afloran diversas teorías, todas ellas apuntando a la obsolescencia programada y el aliento al consumismo desmesurado por parte de Apple. Lo cierto es que, como lo dicho líneas arriba: a mayores características implementadas, mayores requerimientos de hardware, lo que se traduce en menor rendimiento.
Al margen de leyendas urbanas o rumores sobre actitudes maquiavélicas de parte de Apple, la ultima actualización a iOS 11, parecer no mellar el rendimiento de los iPhone más antiguos. Esto lo confirma un estudio de Futuremark, quienes a través de su aplicación 3DMark, han recopilado los datos de los distintos bechmarks realizados en dispositivos que abarcan desde el iPhone 5S, hasta el iPhone 7 y desde iOS9 a iOS11.
A las pruebas nos remitimos
En los gráficos podemos apreciar como dispositivos como el 5S, mantienen una performance bastante pareja en cuanto a uso de GPU, mientras que el rendimiento del CPU sufre una merma mínima con iOS 11, comparado con iOS9. Es sorprendente el trabajo de Apple en este sentido, al optimizar el sistema para hacerlo compatible con un modelo que lleva cuatro años a cuestas.
La historia con el iPhone 6S no es diferente a la del iPhone 5S. Notamos que el rendimiento de la CPU sufre un bajón no muy pronunciado, si lo comparamos con iOS9. En cuanto al rendimiento gráfico, el panorama es mejor, ya que el resultado obtenido por iOS11, es similar al mostrado en iOS9 e iOS 10.
Por ultimo tenemos al iPhone 7, al cual iOS 11 no le ha significado una perdida de rendimiento significativa en comparación con iOS 10. Notamos que la GPU ha mejorado su producción con iOS 11. En cuanto a la CPU, ha sufrido una merma mínima con la más reciente versión de iOS, lo cual puede pasar inadvertido para el usuario promedio.
De acuerdo a los Benchmarks, es innegable que existe una perdida de rendimiento en el CPU. esto es algo normal, ya que, como dijimos al principio: cada nueva versión de un sistema operativo demanda mayor cantidad de recursos, puesto que ofrece nuevas características que demandan mayor uso de procesamiento. Sin embargo el trabajo de Apple es notable en este sentido, pues en general, la perdida de rendimiento no es mayor a la esperada, e incluso puede pasar inadvertida para el uso diario.
Solo falta actualizar y comprobar si es real tanta belleza. Puedes compartirnos tu experiencia con iOS 11 en los comentarios.