Si tuviéramos que decidir cuál va a ser la revolución del futuro (hablando a medio plazo), es difícil escoger una área concreta, puesto que hay muchos frentes abiertos. El 5G, los coches autónomos, la robótica, etc. Pero algo tienen todas en común, y es la inteligencia artificial. No sólo ha venido para quedarse, si no que además viene pegando fuerte en casi cualquier ámbito actual y futuro. Por un lado la tenemos en los coches autónomos, por otro en los asistentes virtuales, en el machine learning (la técnica por la cual las IA aprenden), y ya incluso hasta en recomendaciones para usuarios.
Al parecer, el National Human Genome Research Institute (afincado en EEUU) ha conseguido detectar a través de una foto a personas con la enfermedad conocida como el síndrome de DiGeorge (que afecta directamente al cromosoma 22 y cusa problemas en el paladar, defectos cardiacos o infecciones). Esta técnica es, como decimos, muy sencilla, puesto que solo necesita de una foto donde salgan personas y aparezca su rostro. A partir de ahí, el sistema conseguirá detectar si padecen dicha enfermedad o no, con un 95% de precisión.
Aunque está en fase muy preliminar, este es un gran paso y muy importante, ya que no solo ayuda a personas con esta rara enfermedad y de complicada detección, si no que es también una manera muy asequible de tratar a pacientes en lugares con pocos recursos, además de que es un sistema que podría extenderse a otros diagnósticos, por lo que ayudaría mucho en la rápida detección de enfermedades, en las cuales el tiempo juega sobretodo en la contra, pudiéndose salvar muchas vidas con diagnósticos precoces.
Sin lugar a dudas, la tecnología aplicada a la medicina nos ha sorprendido muchas veces, y ésta es una de ellas, donde gracias a la inteligencia artificial se podría ayudar a analizar muchos datos y compararlos entre ellos, de manera rápida y que ayude a los médicos para rápidos diagnósticos. Quién lo iba a decir, después de todo, la fiebre selfie nos ha traído también alegrías.