Uber ha sido un servicio ampliamente controvertido en muchos países de todo el mundo, mientras que en muchos lugares es una de las opciones preferidas por los usuarios para desplazarse, en otros se ha encontrado con un importante rechazo de las autoridades y sectores del taxí.

En los últimos días Uber ha sufrido varios reveses, al cual hoy se le une uno más, ya que según informa el prestigioso diario New York Times, la compañía habría estado usando un programa para recabar información con la que tratar de evitar a las autoridades de diversos países.

Uber y Greyball, en el centro de la polémica

Según informa NYT Uber habría usado Greyball, un programa de  VTOS o «violación de los términos de servicio» que utilizaría los datos obtenidos de la aplicación de Uber y otras técnicas, para tratar de identificar y eludir a funcionarios que pudiesen estar controlando el uso de este servicio en países o ciudades donde no estuviera permitido como Boston, París o Las Vegas, y en países como Australia, China y Corea del Sur. La forma de proceder sería detectar peticiones de viaje desde lugares cercanos a posibles dependencias oficiales, que serían denegadas e incluso mostrarían coches fantasma para despistar sobre la posición de los coches reales.

Siempre según el mimo diario, cuatro empleados o ex-empleados de Uber confirmaron esto bajo la condición de anonimato porque las herramientas y su uso son confidenciales y por temor a represalias por parte de Uber.

Por su parte desde Quartz se afirman que la empresa ha enviado a diversos medios un correo en el que aclaran que el uso de Greyball «niega solicitudes de viaje para los usuarios que están violando los términos de servicio – ya sea de personas con el objetivo de dañar físicamente a los conductores, competidores que buscan interrumpir sus operaciones, u oponentes que actúan en connivencia con los funcionarios en operaciones destinadas a atrapar a los conductores».

Sin duda una noticia que no gustará a Uber, sin embargo por el momento no hay una declaración oficial por su parte, aunque es de esperar que se produzca tarde o temprano.